La región que llegó a producir 6 millones de pantalones semanales hoy enfrenta el ocaso de sus últimas maquilas y evidencia el desplome en el país de un sector que ha perdido 104 mil empleos desde 2019. Municipios como San Pedro, sin alternativas económicas, resienten el golpe con fuerza, mientras especialistas exhortan a apostar por otras industrias.
- 08 diciembre 2025
La industria textil y de confección ha perdido en el país más de 104 mil empleos desde marzo de 2019 a junio de este año, según datos de la Cámara Nacional de la Industrial Textil (CANAINTEX) y en el último año Coahuila ha perdido el 19 por ciento de empleos formales que tenía colocados en la industria de acuerdo con la misma Cámara.
Luis Olivares, secretario de Economía en Coahuila, considera que la industria textil ha dejado de ser competitiva por su esquema de costos en todo el país en comparación con los precios de otras partes del mundo y particularmente la región Laguna lo ha resentido: en agosto se anunció el cierre de las cuatro plantas de Wrangler en la zona, empresa que se dedicaba a la producción de pantalones de mezclilla y que formaba parte del portafolio de Kontoor Brands, Inc.
Cuando a Luz Verónica Becerra le dieron la noticia del cierre de Wrangler, empresa textil en la que acumulaba 17 años, lo primero que pensó fue en su hijo César, que tiene una discapacidad.
La certeza del empleo le daba la facilidad de contar con seguro social para su hijo y por ello cuando avisaron del cierre de las plantas, se preocupó.
Hasta el momento no encuentra empleo. Dice que cada semana saca dinero de la liquidación para hacer los pagos comunes: mandado o servicios, por ejemplo. Luz Verónica Becerra tiene 43 años y vive en el ejido Urquizo de San Pedro, a unos metros de la planta de Rosita, una de las dos del municipio que cerraron.
Tan solo las dos plantas de San Pedro empleaban a mil 200 personas, según Alejandra Babún, directora de Desarrollo Económico, Planeación y Turismo de San Pedro, lo que para un municipio de 100 mil habitantes es representativo.
Pero el cierre de Wrangler, una empresa que se mantuvo por más de dos décadas, fue el rompimiento de una de las últimas ligas del ramo textil en la región.
LOS REMANENTES DE UNA INDUSTRIA EN CAÍDA
No es la primera vez que Luz Verónica Becerra es despedida de una empresa textil. Antes de llegar a Wrangler trabajó en otra empresa del ramo en Torreón, haciendo lo que después hizo en San Pedro: costura.
En Wrangler estuvo en varias áreas y terminó como entrenadora. Enseñaba al personal nuevo que llegaba a las operaciones de costura.
“Sí me ha golpeado económicamente, tenemos que hacer pagos”, menciona.
Otrora un paraíso textilero, Torreón llegó a albergar cuatro grandes fabricantes: Levi Strauss, Wrangler, Farah y Sun Apparel, principales clientes estadounidenses de los pantalones vaqueros de mezclilla, según el estudio “Nearshoring en México: opciones diversas para el escalamiento industrial de Gary Gereffi, hecho para la para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El mismo documento refiere que entre 1993 (el año anterior a la adopción del TLCAN) y 2000, la producción de vaqueros de mezclilla de Torreón creció de 500 mil a 6 millones de prendas semanales producidas en 350 fábricas de confecciones textiles, y el empleo aumentó de 12 mil a 75 mil trabajadores.
Ahora hay menos de 46 mil empleos formales en todo Coahuila en la industria y se desconoce el número de empresas del ramo, a pesar diversas solicitudes de información hechas al gobierno de Coahuila.
La región Laguna ha extinguido poco a poco sus empresas textileras. El economista Daniel González recuerda que en 2002 y 2003 la Comarca Lagunera perdió cerca de 30 mil empleos del ramo manufacturero y desde entonces no se ha vuelto a recuperar.
“Lo que vimos a mediados de año era un remanente, por así decirlo, de estos sectores económicos que ya hace muchos años migraron de la región para irse a Centroamérica, al sureste asiático, para irse a China y nada llegó para sustituirlos”, comenta el economista González.
Luis Alfredo Medina, coordinador de Investigación del Consejo Cívico de las Instituciones (CCI) Laguna, señala que sí es para considerar las cifras de pérdida de empleo en el sector e inclusive refiere que es “bastante preocupante” porque a los municipios que más pega son a los de la región Laguna.
Dice que el último análisis que hicieron por subactividad, se encontró que la de fibras y textiles registró una pérdida hasta septiembre de mil 681 empleos formales, tan sólo en Torreón.
Medina explica que es preocupante el contexto de guerra comercial iniciada por los Estados Unidos en el que los estados fronterizos son los que más se han visto afectados, específicamente por ser los que más exportan.
Precisa que, de octubre de 2024 a octubre de 2025, Coahuila ha perdido 21 mil 642 empleos formales, según datos oficiales del IMSS, y es especialmente por la capacidad exportadora del estado. Además, uno de los sectores exportadores con mayor plusvalía es el de industrias textiles, refiere. Prácticamente toda la producción de pantalones de Wrangler, por ejemplo, eran exportados a Estados Unidos.
“Los pantalones vaqueros de mezclilla fueron el principal artículo del repertorio de exportación de prendas de vestir de México, representando el 34% de las exportaciones de prendas de vestir de México a los Estados Unidos en 1999. Asimismo, la ciudad de Torreón, en el norte de México, superó a El Paso, Texas, como principal agrupación exportadora de pantalones vaqueros del mundo”, recuerda el estudio “Nearshoring en México: opciones diversas para el escalamiento industrial” de Gary Gereffi, profesor de la Universidad Duke de Estados Unidos.
De enero a junio de 2025, el total de las exportaciones fue de 3 mil 652 millones de dólares, según datos de la CANAINTEX, cuando en 1999 el valor de las exportaciones mexicanas de ropa alcanzó los 8 mil millones de dólares, según el mismo estudio.
Al primer trimestre de 2025, los estados con mayor participación en las exportaciones de la industria textil fueron Coahuila (84 millones de dólares), Baja California (71 mdd) y Puebla (63 mdd). Con respecto a la Industria de la confección, Coahuila ya no está en el top 3, pero Puebla y Baja California repiten.
“Hemos detectado que dentro de los subsectores de la actividad manufacturera, el subsector de fibras y textiles ha perdido 2 mil 850 empleos. Es la segunda subactividad que más empleos ha perdido después de la fabricación de equipo de transporte, que ha perdido en el año, 10 mil 218 empleos formales”, comenta Luis Alfredo Medina.
Datos de la CANAINTEX señalan que en junio de este año Coahuila aportaba 2 mil 6 empleos formales de la industria textil y 41 mil 664 de la industria de confección, la cantidad más alta en el país. Sin embargo, presentaron caídas del 13% y 6% en un año, respectivamente.
Sin embargo, para el economista Daniel González es una tendencia que se arrastra desde hace al menos una década, en donde la actividad dejó de ser importante y se presentó el auge de China con su abundante oferta de mano de obra barata. Es decir, lo que se observa en Coahuila o en la región Laguna, es un reflejo del plano nacional: de los 15 principales estados de la industria textil, únicamente tres muestran más empleos formales en el último año, lo mismo para la industria de la confección, según datos de la CANAINTEX.
Además, el Producto Interno Bruto (PIB) de la industria textil-confección no ha podido alcanzar el nivel del periodo del segundo trimestre de 2019, pues actualmente, el sector muestra una disminución del 25%, según datos de la CANAINTEX. Así mismo, la confección es el rubro más afectado al registrar un descenso del 31% respecto al segundo trimestre del 2019.
SALARIOS Y COMPETITIVIDAD
Cecilia Mota tenía 19 años trabajando para Wrangler en la planta de Rosita. Recuerda que cuando vocearon toda la planta se puso en alerta.
“Fue una noticia que nadie nos esperábamos, estábamos por cumplir 25 años”, recuerda.
Asegura que les tomó por sorpresa, pues presume que la planta era la mejor de la división en la región. “Teníamos los mejores premios en producción, en calidad, los mejores resultados”, comenta.
La primera semana después del despido la tomó como vacaciones, pero la siguiente ya sintió el golpe de realidad.
“Asumes la realidad de que no trabajas, que no recibes un sueldo. Yo en mi caso era entrenadora, tenía seguro, prestaciones, teníamos derecho a pedir préstamos, a Fonacot, de la vivienda, de todo”, comenta la extrabajadora de 43 años.
La mayoría de los empleados de Rosita provenían de ejidos como Concordia o Urquizo. En Wrangler, Cecilia ganaba 2 mil 500 pesos a la semana y los operarios que cobraban a destajo, ganaban hasta 3 mil pesos a la semana.
Cecilia refiere que los trabajos actuales pagan menos.
El tema del salario era la fortaleza de este tipo de manufacturas de segunda y tercera generación, pues se requerían poca capacitación y muy poco nivel de tecnificación, explica el economista Daniel González.
En ese sentido el país dejó de ser competitivo con los precios en la industria textil, respalda el secretario de Economía, Luis Olivares.
“Al incrementar el salario mínimo todas las prestaciones que un empleador paga y los impuestos van en función de ese salario mínimo, es decir, no sólo encarece los salarios que le pagan sino también el tema de los impuestos que le generan por emplear a la gente. Es lo que ha impactado a la industria textil”, ahonda.
Dice que esta industria mantenía un rango de salarios por debajo del promedio, por lo que señala la necesidad de apostarle a industrias que no sean tan sensibles en su esquema de costos, como la industria tecnológica o metal mecánica.
“El tema textil es mucho más sensible a los costos que pueden tener en otras partes del mundo. Resienten el aumento del salario mínimo”, explica el secretario de Economía.
El coordinador de Investigación del CCI Laguna, Luis Alfredo Medina, agrega que para bien o para mal, La Laguna tiene como “atractivo” que se tengan bajos salarios. En este año, el salario promedio en la Zona Metropolitana de La Laguna era de 15 mil 418 pesos, mucho más bajo que el promedio nacional que es de 18 mil 659 pesos.
“El hecho de que estén subiendo los salarios, beneficia a ciertas actividades económicas, pero perjudica también a otras”, considera Medina.
Además, el desempleo y las afectaciones se acentúan en municipios como Francisco I. Madero, Matamoros y San Pedro, pues a diferencia de Torreón, donde hay una variedad de actividades económicas, en estos municipios una gran cantidad de población, sobre todo de comunidades rurales, trabajaban en estas empresas, por lo que, al no tener ese ingreso, va a ser difícil que se puedan acomodar en otra actividad dentro del municipio, ahonda Luis Alfredo Medina, economista.
“Puede haber como consecuencia una movilidad de estas personas, que emigren a Torreón, a Gómez Palacio, a Saltillo tratando de encontrar un trabajo estable”, comenta.
Para Medina otro factor es el tema arancelario, ya que los productos tienden a encarecerse por los ajustes comerciales que hace el país, sin embargo, coincide que el costo de la mano de obra es primordial.
“No hay que dejar de lado que los factores internos también han sido decisivos para que los capitales se reestructuren o se vayan de México”, dice el coordinador de Investigación del CCI Laguna.
Luis Alfredo Medina señala que los salarios no se dan por decreto, por lo que considera que lo ideal sería que grandes empresas también puedan instalarse en municipios como San Pedro y Francisco I. Madero para que aprovecharan la mano de obra calificada y que el desarrollo pueda ser de manera compartida.
La directora Desarrollo Económico, Planeación y Turismo de San Pedro, Alejandra Babún, señala que el 35 por ciento de los sampetrinos que se quedaron sin empleo, ya fueron colocados, pero no todos quisieron entregar solicitudes o currículums.
“Tal vez están en tiempo de retirarse o quizá de emprender o hacer alguna inversión con su liquidación, pero sí, no todos los que despidieron quisieron aplicar a un nuevo empleo”, comenta.
Es el caso de Armando Prado, quien trabajó durante 22 años en Wrangler y desde hace cinco años puso una miscelánea. Una parte del dinero la usó para ampliar la tiendita. Pero no quiere limitarse a despachar el negocio, sino que también quiere buscar trabajo.
Dice que lo que les dieron a las personas de liquidación es, tal vez, lo que se ganaría en dos años, pero sin trabajo se esfuma rápidamente.
“Lo que impacta es la economía, no que se enamore uno de la empresa. Sí afecta, dejo uno de ganar cada semana”, comparte Armando Prado.
Menciona que buscará empleo en una empresa del mismo estilo, pero si no, de “lo que salga”.
LOS IMPACTOS
Alejandra Babún, directora de Desarrollo Económico, Planeación y Turismo de San Pedro, comenta que están en búsqueda de nuevos proyectos y señala que hay interesados en instalarse en las naves que deja Wrangler, pero todavía no hay nada concreto.
Dice que la empresa ya está en disposición de vender las naves y asegura que ya se han mostrado a algunas empresas.
Para muchos extrabajadores de comunidades, existe la esperanza de que las naves sean vendidas a otras empresas que el día de mañana se conviertan en fuentes de trabajo, pero hasta el momento no hay certeza.
Algunos extrabajadores se colocaron en Francisco I. Madero y otros en Parras, en una empresa nueva dedicada al pantalón de mezclilla, cuyo mayor interés era captar a los extrabajadores de Wrangler, dice la funcionaria del municipio.
De hecho, se gestionaron rutas de la empresa hacia el municipio y existe actualmente una ruta en zona urbana y otra en la parte alta en los ejidos de Rosita, Concordia y Urquizo. Pero no a todos les interesa ir hasta Parras.
“Es muy largo el camino, yo la estoy pensando mucho, si para ir de aquí a Torreón, sobre todo por mi hijo con discapacidad. Se me dificultaría ir, tengo que estar al pendiente. Es cansado, una hora de ida y otra de vuelta, y aparte de que ya trabajé muchos años hasta Torreón”, argumenta Luz Verónica Becerra.
La madre de 43 años asegura que no se quiere demorar mucho en conseguir trabajo, sobre todo porque quiere contar con el seguro para su hijo con discapacidad, pues meses antes del cierre de la planta, a su hijo lo operaron.
“Casi, casi eso era por lo que más estaba. Con otra sorpresa pues tendría que pagar seguro, pagar medicamentos, pagar todo”, platica con preocupación.
Para la directora de San Pedro, Alejandra Babún, ante la falta de nuevas inversiones, lo que buscan es que se instale una empresa “del giro que sea”. La intención, dice, es aprovechar las naves que quedaron vacías y que se ocupen por inversionistas interesados.
“La intención es que haya empleos suficientes”, recalca.
Para Daniel González, economista, apostar por una empresa del ramo textil ya no es viable porque no se tienen las características de competitividad, sobre todo con una tendencia de incremento de los salarios mínimos.
Dice que ahora, si se quiere dar el brinco hacia una actividad más desarrollada, como lo relacionado con la economía digital, el tema del salario no es una fortaleza, porque industrias como la textil su principal característica es el bajo costo.
Critica que como región no se tiene una empresa tractora que integre todos los procesos productivos, pues refiere que ya de por sí estas industrias estaban aisladas en municipios pequeños que al migrar, tienen un impacto importante.
Así lo ve en estos momentos la directora del área económica de San Pedro, Alejandra Babún, pues señala que en un principio no se sintió el impacto económico por las liquidaciones, pero en estos momentos ya se empieza a sentir el golpe en el comercio local. “No es algo extremo, pero ya se empieza a notar”.
Daniel González añade que para un municipio como San Pedro, que debe tener unos 10 mil empleos formales, una empresa de esta naturaleza genera un impacto muy importante.
“El reto está en qué características, qué cualidades va a desarrollar cada uno de los municipios de la Comarca para definir una nueva dirección en la materia”, cuestiona.
UNA NUEVA APUESTA
El economista Daniel González considera que las pocas empresas textiles de Coahuila tenderán a desaparecer porque la principal condición tiene que ver con tendencias de reivindicar los salarios mínimos.
Además, la industria textil no se compara con los nuevos hubs económicos donde se logran integraciones regionales a partir de la inversión y desarrollo de talento tecnológico, como ya se hace en ciudades como Querétaro, Guadalajara o Ciudad de México.
“Están dejando ya atrás estos sectores industriales de base tradicional por nuevas tecnologías”, subraya.
La tendencia, dice, será ver cómo incorporar las nuevas industrias que tienen que ver con ecosistemas de innovación, centros de datos y de generación de desarrollo de inteligencia artificial, como impulsores de la economía en la nueva dinámica mundial.
El secretario Luis Olivares apunta la necesidad de apostar por industrias tecnológicas o de manufactura, con operaciones especializadas que deben de tener más estabilidad en su esquema de costos, a comparación de la industria textil.
Sin embargo, en las comunidades de Urquizo o Concordia, en San Pedro, lo que quieren es trabajo y por mucho tiempo estuvieron contentos con todas las prestaciones de empresas como Wrangler.
Por lo pronto, la señora Luz Verónica Becerra pide a la gente con trabajo que lo cuiden, que no renieguen de él porque son los que sacan adelante a las familias.
La señora espera en enero ir a pedir trabajo a una maquila que hace bolsas de carro en Francisco I. Madero, pero sabe que el ingreso será menor del que tenía en Wrangler.
Cecilia Mota comenta que piensa buscar trabajo las últimas semanas del año, pues cree que para enero todas y todos estarán en la búsqueda. Por lo pronto emplea su experiencia de costurera en hacer trabajos a la familia, a conocidos.
La señora Cecilia Mota dice que le gustaría que hubiera más fuentes de empleo, pues asegura que en la comunidad son trabajadores y todos se echan la mano.
“Me encantaría que volviera a abrir otra empresa, ya sea costura, el ramo automotriz”.
