El Coecyt gastó dos millones de pesos en un estudio de impacto ambiental por metales pesados y en el desarrollo de una aplicación web para la comunicación en tiempo real de la calidad del aire en Coahuila. Ninguno de los dos proyectos trascendió a pesar del reporte de “enriquecimiento” de ciertos metales.
- 17 septiembre 2023
El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló en 2020 que existía un “importante enriquecimiento anómalo” de ciertos metales pesados en el aire de Saltillo, Ramos Arizpe, Monclova, en la zona urbana de la región Carbonífera, y altas concentraciones de plomo y arsénico en Torreón.
Lo anterior es parte del reporte técnico final que la UNAM entregó al Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (Coecyt) de Coahuila, dependencia que contrató a la máxima casa de estudios del país para medir los niveles de contaminación atmosférica por metales pesados en distintas regiones de Coahuila.
Sin embargo, ese estudio no fue dado a conocer a la población, no hubo seguimiento, y no se han registrado investigaciones ni consecuencias por la presunta contaminación.
El proyecto “de evaluación y difusión de la calidad del aire en tiempo real y su impacto ambiental por metales en zonas urbanas del estado de Coahuila”, fue un estudio que el Coecyt mandó hacer con el dinero que le transfieren de las multas electorales.
El estudio que realizó en un año el Instituto de Geofísica de la UNAM, costó un millón de pesos y midió la presencia de metales pesados en el aire en ciertos municipios y zonas de Coahuila.
Además, el Coecyt también pagó otro millón de pesos a la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) para que desarrollara una aplicación que midiera en tiempo real la calidad del aire en cinco municipios de la entidad y esta fuera pública para la población.
Pero ni el estudio de la UNAM trascendió ni la Secretaría de Medio Ambiente de Coahuila tiene conocimiento de la aplicación. Así mismo, las multas y sanciones a empresas contaminantes han sido mínimas, según respuestas entregadas por transparencia.

Mientras se desembolsó dos millones de pesos en dos proyectos que no trascendieron, expertos consultados coinciden que la calidad del aire se ha deteriorado.
Joel Limones Avitia, Jefe del programa de Procesos Ambientales de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), asegura que el incremento de la industria y el parque vehicular forzosamente va a traer un incremento en la contaminación ambiental, aunque aclara no tener datos.
José Ruiz Fernández, maestro en Gestión Ambiental, considera que cada vez es más el impacto en la calidad del aire originado por fuentes móviles, a lo que se le suma lo que generan las empresas, llamadas emisiones fijas.
Pedro Valdez director de la consultora SER y exsubdelegado de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) indica que habría que hacer estudios de daños y analizar cuáles son las fuentes emisoras para el detrimento de la calidad del aire.
“No sé si sea el que ha crecido el padrón vehicular o si se dejó de atender a las empresas de carácter federal. Habría que empezar hacer un trabajo medible para ver las medidas de remediación y compensación”, explica.
Mediciones es lo que pide Juana María Mendoza Hernández, Jefa del Departamento de Agrometeorología de la Narro en Saltillo, departamento que tiene a cargo el observatorio atmosférico de la UNAM.
La doctora Mendoza Hernández considera que no es para preocupar los valores de partículas suspendidas en el aire que ha medido el observatorio en Saltillo, pues asegura que es muy esporádico cuando se dan lecturas con niveles de peligro.
Sin embargo, aclara que sólo ven cuántas partículas, pero no cualifican o detallan los tipos de partículas o metales.
Recalca que lo principal es que se necesita medir más para sacar criterios. “Si no medimos no sabemos cuánto hay”, comenta.

Un estudio empolvado
El Coecyt decidió destinar dos millones de pesos del dinero que le transfiere el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) para apoyar el estudio de “de evaluación y difusión de la calidad del aire”.
Una parte, un millón de pesos fue para el estudio de metales pesados que contrató a la UNAM en 2019 y otro millón para la aplicación web y otros entregables de la UAdeC.
En el reporte final de la UNAM, obtenido por Semanario a través de una solicitud de información, se informa de distintos hallazgos hasta ahora desconocidos por la población: 13 de 17 metales analizados presentan valores de enriquecimiento más alto que 10 en la zona urbana de Saltillo. El hierro, cromo y zinc, los de más presencia.
El estudio encontró dos “hot spots” como fuentes principales de contaminantes en el norte de la zona urbana, sobre la avenida Isidro López y que corresponde a una zona “altamente industrializada”, dice el reporte.
En Ramos Arizpe se encontraron concentraciones de mercurio en el ambiente, principalmente en la parte centro-oeste, donde se encuentran basureros industriales. Las concentraciones más elevadas están en el rango de 15 nanogramos por metro cúbico según dice el reporte final.
En Monclova también se encontró un “importante enriuecimiento anómalo” en 12 de 17 metales analizados; los que más: cobre, zinc y plomo. El principal “hot spot”: la empresa Altos Hornos de México donde se halló hierro, manganeso, cobalto, cromo, níquel, vanadio y molibdeno.
En el ambiente atmosférico de Barroterán, municipio de Múzquiz, también se encontró mercurio, aunque la distribución es uniforme y las concentraciones más altas estuvieron alrededor de 14 nanogramos por metro cúbicos, detalla el estudio.
En la zona urbana de Sabinas, Nueva Rosita, Cloete y Agujita se encontró que 16 de 17 metales analizados presentan valores de enriquecimiento más alto de 10.
Mientras que en Torreón se encontró que el plomo y el arsénico presentan “concentraciones muy elevadas en comparación con otras zonas urbanas de México”, sin embargo, el reporte aclara que las muestras fueron colectadas únicamente en dos puntos urbanos.
Este informe fue presentado en 2020 y comprendió un periodo de reporte de enero de 2019 a enero de 2020, pero al menos públicamente no se ha difundido nada.
Según Mario Valdés, director del Coecyt, la Secretaría de Medio Ambiente sí ha multado a empresas a raíz del estudio.
“Ya le compete a la Secretaría. Nos presentan el proyecto, apoyamos como Consejo y la Secretaría es el usuario, el que le da seguimiento”, justifica.
Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente Estatal no realiza sanciones ni monitoreos por emisiones de metales, pues eso les corresponde a las autoridades federales.
Además, de 2017 a 2023, la Procuraduría Estatal del Ambiente ha realizado tan solo 15 procedimientos de sanción contra empresas que superaron las emisiones permitidas, según la respuesta a una solicitud de información.
Las principales sanciones estuvieron en Ramos Arizpe, donde hubo proceso contra las empresas Cemex Operaciones SA de CV, Proesa Procesos Electroforeticos SA de CV y en dos ocasiones a Vigue Relleno Sanitario SA de CV, donde le exigió que presentara un estudio de daños ambientales provocados por incendios.
Otros procesos registrados han sido contra el Grupo Foamex y Rivera Minerales en Torreón, a quien se le impuso una multa de 45 mil 290 pesos; Laminados de Barro en Piedras Negras, Industrializadora de Caliza y Begasa Triturados en Saltillo. A esta última se le impuso presentar una autorización en materia de impacto ambiental, implementar ingeniería para controlar las emisiones de partículas en el ambiente, y presentar un estudio en materia de emisiones a la atmósfera.
Dong Yang Pistón México en Arteaga, Esma Instalaciones en General Cepeda a quien se le impuso como medida coercitiva presentar licencia de funcionamiento en materia de contaminación de la atmósfera.
En cuanto a la competencia federal, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) también tiene pocas sanciones. De acuerdo con la respuesta a una solicitud de información, desde 2015 la Profepa ha realizado 760 inspecciones a empresas en Coahuila, de las cuales 216 recibieron algún tipo de multa o sanción, aunque no se especifica si son relacionadas a emisiones contaminantes u otra causa.

Joel Limones Avitia de la Narro Torreón, dice que la Profepa siempre ha estado limitada en cuanto a inspectores y no se dan abasto.
La más inspeccionada ha sido Minera del Norte S.A de C.V y sus distintas unidades.
Pedro Valdez Moncada, director de la consultora SER y exsubdelegado de Profepa, comenta que las ausencias de inspecciones se evidencian ya en la mala calidad del aire.
“Estamos viendo consecuencias mucho muy visibles, tanto Saltillo, Monclova, están con un índice de calidad de aire muy debajo de lo que se quedó en 2017, 2018. En 2017 la calidad del aire de Saltillo se entregó certificada, había constancia de que el aire estaba en los límites permisibles de la norma, y ahora no. Esto es derivado de la falta de personal, de la falta de inspecciones en los lugares”, dijo el especialista en una entrevista realizada por Semanario para el reportaje “La austeridad republicana golpea al medio ambiente”.
El ingeniero agrónomo Héctor Ricardo Salazar de León, exfuncionario de Conafor, asegura que no hay inspecciones ni monitoreos, lo que trae un deterioro al medio ambiente, tanto al aire como al agua del subsuelo.
Dice que ante la poca inspección las empresas pueden emitir gases que no están permitidos, o emitir a los niveles que ellos quieren o realizar procesos químicos que no están permitidos.
Faltan mediciones de metales
La NOM-165-SEMARNAT-2013 establece una lista de 200 sustancias químicas que integran el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC). Estas sustancias son “prioritarias” para el país por tener el potencial de ocasionar daños al ambiente, cuando son emitidas o transferidas.
La lista es aplicable a los establecimientos de competencia federal cuando emitan o transfieran estas sustancias, en cantidades iguales o mayores a los umbrales establecidos.
El maestro en Gestión Ambiental, José Ruiz Fernández, refiere que se tienen procesos de la industria metal mecánica y en algunos casos procesos térmicos o de fundición, por lo que hay posibilidad de tener partículas de metales pesados en las emisiones de estas empresas.
Dice que es un tema importante en una zona industrial donde se precisa mayor cuidado en el control de las emisiones.
De acuerdo con el artículo 109 BIS de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, las personas físicas y morales responsables de fuentes contaminantes están obligadas a proporcionar la información, datos y documentos necesarios para la integración del registro.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-165-SEMARNAT-2013 que establece la lista de sustancias sujetas a reporte para el registro de emisiones y transferencia de contaminantes, el umbral mínimo a partir del cual, los establecimientos sujetos a reporte de competencia federal deberán reportar las emisiones y transferencias de las sustancias, es de 1 kilogramo al año en emisiones y transferencias para sustancias como plomo, mercurio, cadmio o arsénico.

Sin embargo, de acuerdo con el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC) disponible en internet, en 2020, por ejemplo, Cemex reportó 29.8 kilogramos de plomo emitidos al aire en el año, John Deere, 85.7 kilos de plomo emitidos y Met-Mex Peñoles reportó 4 mil 846.6 kilogramos de plomo emitidos al aire de Torreón.
En 2021, John Deere reportó 134.32 kilogramos de plomo y Peñoles mil 595 kilogramos.
En 2020, Altos Hornos reportó una emisión de mercurio de 205.7 kilogramos en el año, para el 2021 fueron 146.18 kilos. En 2020, la Termoeléctrica José López Portillo reportó 417.8 kilogramos de plomo emitidos al aire y en 2021, 39 kilogramos de cadmio y 313.6 de arsénico.
Según la NOM-026-SSA1-1993 que establece los criterios para evaluar la calidad del aire con respecto al plomo, las concentraciones no deben de rebasar los 1.5 microgramos por metro cúbico.
“Para mí sí es mucho, el plomo es un metal muy pesado. Son partículas que pesan. Es mucho”, considera Juana María Mendoza Hernández, Jefa del Departamento de Agrometeorología de la Narro en Saltillo sobre las cantidad reportadas.
¿Y la aplicación web?
El proyecto del Coecyt incluía un contrato (firmado el 8 de abril de 2019) de un millón de pesos con la Universidad Autónoma de Coahuila para “desarrollar la aplicación web para la comunicación en tiempo real de la calidad del aire en Coahuila, con énfasis en Torreón, Saltillo, Piedras Negras, Sabinas y Monclova para que la SEMA (Secretaría de Medio Ambiente), publique en línea la información relativa a calidad del aire en tiempo real mediante su portal en la página del gobierno de Coahuila”.
Para este proyecto se integraría la tecnología Breezometer que utiliza algoritmos de dispersión espacial que realizan 7.1 mil millones de cálculos por hora para calcular la concentración de diferentes tipos de contaminantes y genera un índice de calidad del aire de alta resolución y confiabilidad.
Uno de los objetivos era comunicar en tiempo real los datos de calidad del aire para que los habitantes de Coahuila tomaran decisiones informadas acerca de su salud.

Entre otros entregables estaban un Centro de Comando y Control integrado al portal del gobierno de Coahuila, una plataforma funcional, desarrolladores de software capacitados, entre otras.
Sin embargo, Semanario preguntó por transparencia (solicitud 050098700002923) a la Secretaría de Medio Ambiente y su respuesta fue: “no contamos con ninguna aplicación web desarrollada por la Universidad Autónoma de Coahuila”.
En el entregable obtenido a través de una solicitud, la UAdeC cedió un manual de usuario para el portal de Calidad del aire, sin embargo, el enlace para consultar la calidad del aire, http://ca.apimix.org/, no sirve.
A la fecha la Secretaría estatal sigue informando a través de la página de Facebook, pero sigue limitándose a las emisiones criterio, que es el monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, ozono o partículas suspendidas.
La doctora Juana María Mendoza Hernández, Jefa del Departamento de Agrometeorología de la Narro en Saltillo, menciona que debe de haber información a la población diariamente sobre la calidad del aire, al igual que como todos los días se informa sobre la temperatura o las lluvias
Lamenta que por falta de recursos al tema del aire no se le haga caso. “Todos hablan del agua contaminada, pero de aire contaminado hay poca gente”, menciona.
En 2015, el Instituto Nacional de Salud Pública estimaba en más de 20 mil el número de muertes en México atribuibles a la contaminación del aire. Sin embargo, la cifra varía dependiendo de la fuente.
Lo que es una realidad es que la mala calidad del aire provoca enfermedades. La especialista Juana María Mendoza afirma, sin precisar datos, que hay un aumento en casos de asma y enfermedades respiratorias.
La doctora cree que como el aire no se ve, no se sabe qué tanta contaminación estamos respirando. “Si algo no lo vemos, no lo creemos”, dice.
El Programa Estatal de Cambio Climático de Coahuila 2022-2031, reconoce un deterioro de la salud de la población por la mala calidad del aire.

Rezago de estaciones y mediciones
De acuerdo con el artículo 109 BIS de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente los Estados, el Distrito Federal y los Municipios, deberán integrar un registro de emisiones y transferencia de contaminantes al aire, agua, suelo y subsuelo, materiales y residuos de su competencia.
Los expertos y experta consultados coinciden en que existe un rezago en cuanto a la cantidad y alcances de las estaciones de monitoreo ambiental.
Para Joel Limones Avitia, especialista de la Narro, es necesario contar con estaciones meteorológicas más distribuidas, pues dice que no son suficientes cuando la mancha urbana ha crecido.
“Se tienen que poner estaciones para medir contaminantes en áreas alejadas de la ciudad”, explica.
Juana María Mendoza Hernández, Jefa del Departamento de Agrometeorología de la Narro en Saltillo, reconoce que son insuficientes las mediciones, sobre todo en zonas específicas como el poniente de Saltillo.
“La gente se queja de que el aire está malo en la ciudad. Si vemos las medidas, diría que no hay problemas. Necesitamos medir en otros lugares, en el poniente no hay nada y es donde se queja la gente”, comenta.
Considera que hay estaciones más baratas que se podrían usar para ver los lugares donde más se necesita medir, ponerlas temporalmente y si se detecta, invertir para medir mejor.
El artículo 112 Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente también refiere que en materia de prevención y control de la contaminación atmosférica, los gobiernos de las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, establecerán y operarán, con el apoyo técnico, en su caso, de la Semarnat, sistemas de monitoreo de la calidad del aire.
“Los gobiernos locales remitirán a la Secretaría los reportes locales de monitoreo atmosférico, a fin de que aquélla los integre al Sistema Nacional de Información Ambiental”, establece.
Sin embargo, únicamente los municipios de Torreón y Saltillo cuentan con estaciones propias.
En Torreón hay tres equipos de monitoreo manual que miden partículas menores a 10 micras (PM10). El Ayuntamiento de Saltillo también tiene sólo tres. Sin embargo, en 2020 y 2021 se suspendió el monitoreo ambiental en Torreón y en Saltillo apenas miden desde el 2022, según respuestas a solicitudes de información.
Por parte de la Secretaría de Medio Ambiente estatal sólo hay una estación en Torreón, ubicada en el Conalep. En Saltillo está en la azotea de la Secretaría de Finanzas. En Monclova se encuentra en la Jurisdicción Sanitaria 4. En Piedras Negras está en el DIF estatal. Todas tienen un alcance de apenas cuatro kilómetros a la redonda.
Hace unos días, la Secretaría de Medio Ambiente anunció que se instalaría una nueva estación de monitoreo del aire en Ramos Arizpe, y aunque especialistas piden más estaciones, la secretaria de Medio Ambiente, Eglantina Canales, aseguró a Vanguardia que las ciudades más grandes ya están cubiertas.
Joel Limones Avitia menciona que en teoría todas las estaciones deben de tener la capacidad para medir los contaminantes más importantes que marca la normativa como el bióxido de azufre, monóxido de carbono y los óxidos nitrosos.

Dice que actualmente se desconoce si está ocurriendo una lluvia ácida, pues es lo que se provoca con la lluvia y los contaminantes.
El experto de la Narro considera que se está rezagado en la evaluación de la calidad de aire. Dice que en Torreón deberían de existir al menos cuatro, aunque lo ideal serían seis estaciones. Lo mismo opina la doctora Juana Mendoza de la Narro Saltillo sobre la cantidad que debería haber en la capital.
El problema es que las estaciones no miden contaminantes como el plomo o el metano para una región como La Laguna que cuenta con cientos de establos.
“Metano no tenemos para medir, hidrocarburos atmosféricos no tenemos para medir. Los compuestos órgano-volátiles no tenemos para medir”, critica Limones Avitia.
Para el especialista de la Narro es una laguna en cuanto a la regulación de las normas, por lo que cree que las dependencias de medio ambiente podrían basarse en normas internacionales.
José Ruiz Fernández, maestro en Gestión Ambiental dice que se tienen que hacer análisis de la calidad del aire, calidad de agua, temas de conservación ambiental o conservación vegetal para que dé luz sobre el impacto y las afectaciones.
Recalca que se necesita saber cuántas concentraciones de los distintos gases se tiene, de las distintas emisiones que pueden impactar la salud humana.
Lo principal es medir, dice la doctora Mendoza de la Narro. Pues si no se tiene el dato, cómo se puede concluir.