Indigna a colonos abandono de obra de pavimentación en Torreón
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El gobernador Rubén Moreira Valdez declaró que el presupuesto de 60 millones de pesos para esta obra se asignó al edificio de la Sedena en San Pedro, en virtud de que el Gobierno de Chihuahua no aportó la parte que le correspondía.
Torreón, Coahuila.- Vecinos de las colonias Jacarandas y Alamedas manifestaron su indignación por el abandono de las obras de pavimentación en el Paseo Álamos, por parte del Gobierno del Estado, que desvió el presupuesto que tenía destinado para aplicarlo en la construcción del cuartel militar en San Pedro.
Manifestaron que por casi seis meses han batallado por el pavimento destruido, lleno de pozos, acumulamientos de tierra y tubería abandonada, porque los recursos fueron para parar a las instalaciones militares, según lo declaró el gobernador esta semana en la última visita a esta ciudad.
Después de haber raspado el pavimento y sin ningún aviso de por medio, en el mes de abril de este año la compañía constructora a cargo de los trabajos decidió retirarse dejando la vialidad llena de hoyancos y montones de tierra y piedra en las bocacalles.
Esta semana, el gobernador Rubén Moreira Valdez declaró que el presupuesto de 60 millones de pesos para esta obra se asignó al edificio de la Sedena en San Pedro, en virtud de que el Gobierno de Chihuahua no aportó la parte que le correspondía.
La indignación de los vecinos de Jacarandas y Alamedas radica en que no solo sufren por las consecuencias de la deuda de Coahuila, sino ahora también por los presuntos actos de corrupción que se dieron en el gobierno priista de César Duarte en el vecino estado de Chihuahua.
Piden se investigue si se pudiera esto tipificar esto como desvío de recursos, porque se supone que todos los proyectos de obra en la ciudad tienen que estar respaldados de un presupuesto.
Algunos comerciantes prefieren regar la avenida con agua para evitar la polvareda provocada por el tránsito vehicular y señalan que el panorama diario lo constituye el desorden y el caos vial, ante la indiferencia de las autoridades estatales.
Además de calles intransitables, el abandono de los trabajos dicen les ha traído también afectaciones económicas a negocios y padecimientos como alergias e infecciones producto del polvo, todo ello agravado por las lluvias.
Desde finales de agosto, los vecinos habían externado su intención de manifestarse como medida de presión, desesperados ante la falta de explicaciones.
El pasado 27 de Septiembre realizaron la protesta y más tarde, el gobernador Rubén Moreira explicaba el por qué de los retrasos y ofrecía lacónicas disculpas asegurando que no se trató de un abandono de los trabajos y que para finales de año la obra estará concluida.
“Que nos disculpen, pero creímos que era importante terminar el cuartel para no tener la violencia. Creemos que es prioridad la seguridad, pero para finales de año vamos a tener las calles y el cuartel, que va a impedir que regrese el narcotráfico”.
Para el diputado local panista, Jesús de León Tello, la explicación del gobernador es un “discurso tramposo”, pues aun cuando no hay constancia de que el gobierno de Chihuahua no abonó su parte, el dinero destinado a servicios básicos no debía ser tocado, sobre todo cuando el gobierno de Coahuila no se ha caracterizado necesariamente por su austeridad y transparencia.
Dice: que por tratarse de recursos estatales, el gobernador podía, sin necesidad de plantearlo al Congreso, redistribuir el dinero a las obras que considerara prioritarias, aún en detrimento de otras, como fue el caso.
Sin embargo, aunque no se trata de una irregularidad, sí representa un retraso legislativo el hecho de que no haya candados en los presupuestos aprobados para obra estatal, como sí ocurre en los programas federales, que tienen dinero etiquetado e intransferible.