Arturo Macías, fuera de peligro

Deportes
/ 22 septiembre 2015

El jefe de prensa del matador, Emilio Méndez, aseguró que Macías podría ser intervenido nuevamente y aunque su estado es delicado, no corre riesgos

Madrid, España. El matador de toros mexicano, Arturo Macías, herido el domingo "muy grave" en la plaza de El Puerto de Santa María (Cádiz, sur de España), tiene afectada y desgarrada la pleura, aunque la cornada no parece que le haya dañado el pulmón, según los resultados de la últimas pruebas médicas.

El torero de Aguascalientes, que está ingresado en el Hospital General de Jerez de la Frontera (Cádiz), ha pasado la noche sedado, con ventilación asistida y con un fuerte tratamiento de antibióticos para prevenir una posible infección, según explicó a EFE su jefe de prensa, Emilio Méndez.

Y aunque todavía no está decidido, "Macías podría ser intervenido nuevamente hoy, para determinar si los dos orificios que presenta son de cornadas diferentes o de una misma de entrada y salida", añadió Méndez.

No obstante, el periodista recalcó que "el diestro está fuera de peligro", como ya avanzaron los médicos una vez que se concretó que no hay afectados órganos o estructuras vitales, decidiéndose así su traslado desde la enfermería de la plaza al hospital donde se encuentra ahora.

Pero "su estado es muy delicado, es evidente", opinó el periodista, y en consecuencia es muy probable que Macías no pueda cumplir con su próximos compromisos del 1 y 2 de agosto en Azpeitia (Guipúzcoa, norte de España) e Iscar (Valladolid, centro), respectivamente.

Arturo Macías vivió con ese toro quinto de la tarde que le hirió la cara y la cruz de "la Fiesta", al pagar el triunfo con sangre, ya que previo a tan dramática cornada en el momento de entrar a matar ya había cuajado una importante faena que a la postre se premió con un trofeo que recogería uno de sus subalternos.

El jefe de prensa del torero explica que "se tiró a matar con toda la verdad, poniendo el pecho por delante".

El parte facultativo firmado por el doctor Julio Mendoza detalla lo siguiente: "cuadro torácico en distintas partes del cuerpo, precisa anestesia general y se le exploran dos heridas en la cara lateral del hemitórax derecho, que se comunican entre ellas, con un trayecto que atraviesa la pared torácica y le produce un neumotórax.

Se le deja un tubo de Neratón en el hemitórax derecho, se le explora por parte del anestesista y se comprueba la reexpansión del pulmón derecho. Pronóstico muy grave. Trasladado al hospital general de Jerez".

Previo al percance Macías había realizado una faena de mucho mérito, sobre la base del valor y la firmeza, cualidades que cobran mayor importancia teniendo en cuenta que el toro era de los que en el argot se dice que tenía "peligro sordo".

Se lució el espada hidrocálido en un quite por chicuelinas muy ceñidas y consiguió momentos de brillantez al inicio de la faena con tres péndulos y sobre todo al torear por el lado izquierdo con muy buen trazo.

Un bonito y emotivo trasteo que fue subiendo de tono hasta el final, con espeluznantes bernadinas antes de pasar a la suerte suprema, cuando dejó la estocada hasta las cintas pero quedándose en la cara del astado que hizo por el aparatosamente. El torero cayó en los medios quedando inconsciente, y así fue trasladado a la enfermería de la plaza.

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