Russell y su devoción por Manú

LOS ÁNGELES.- D’Angelo Russell tenía que decir algo. Después de todo, su jugador favorito estaba ahí, a pocos metros de distancia, en la misma cancha. Alguien a quien había estudiado durante años, devorando incontables horas de video, retrocediendo y reproduciendo las imágenes una y otra vez, antes de tratar de imitarlo en la cancha.

Durante años, la familia y los amigos de D’Angelo no lograban entender muy bien su devoción.

El jugador al que había admirado durante años, no era una de las estrellas más grandes de la NBA, jugaba para una franquicia de una ciudad con un mercado no muy importante, ni siquiera era titular.

Pero, para D’Angelo, nada de eso tenía importancia y, cuando la acción del juego se detuvo para un par de tiros libres durante uno de sus enfrentamientos la temporada pasada, el base de Los Ángeles, novato en aquel entonces, decidió actuar y acercarse a su ídolo del mismo modo en que lo haría un aficionado.

“Oye”, le dijo D’Angelo al escolta de los Spurs, Manu Ginóbili, “es un placer estar en la cancha contigo”.

Russell no recuerda lo que Ginóbili le respondió pero, para D’Angelo, el momento fue genial.

“Pensaba, ‘Increíble’”, dijo D’Angelo, “porque era uno de mis jugadores favoritos cuando era niño”.

Antonio Russel Jr. creció en Louisville y, al igual que muchos jóvenes de su edad, le prometía lealtad a Kobe Bryant, pero cuando llegó el momento de elegir, su hermano menor tomó un camino distinto.

“Solía decirme que su jugador favorito era Manu Ginóbili”, recordaba Antonio Jr. “Siempre decía, ‘Manu Ginóbili, Manu Ginóbili, Manu Ginóbili’”.

La respuesta de Antonio Jr.: “Vaya”.

Durante años, Antonio Russell Sr. consideró a su hijo de 6’5” (1.96 metros) como una mezcla de Jalen Rose y Lamar Odom, dos zurdos de gran tamaño que podían manejar el balón y hacer un poco de todo.

Pero Antonio Sr. pronto se dio cuenta de que D’Angelo no estaba tan interesado en esos jugadores -de hecho en ningún otro jugador- como lo estaba en Ginóbili, un acrobático zurdo con visión de juego y, sobre todo, un carácter intrépido.

“Con el paso del tiempo, observé cómo modelaba su juego emulándolo y haciendo algunas de las cosas que Ginóbili hacía”, dijo Antonio Sr.

D’Angelo estudió videos de Ginóbili, con la intención de aprender lo más posible.

“Sí, prácticamente todo lo que Ginóbili hacía”, dijo Jamie Johnson, un amigo de la infancia. “Trataba de observar a Ginóbili moverse sin la pelota, simplemente observaba todo, en lo que respecta a IQ también, porque Ginóbili, desde luego, no es el jugador más rápido. [D’Angelo] comprendió que él tampoco era rápido, así que buscó jugadores que fueran similares a él”.

Y quizá esa sea la razón más importante por la que D’Angelo empezó a admirar de gran manera a Ginóbili tanto: estaba convencido de que podía emular el estilo de Ginóbili porque sus cuerpos, condición física y destrezas parecían similares.

“Mira, es distinto cuando preguntas quién era tu jugador favorito, puedes decir que aquellos jugadores estadounidenses que se dieron a conocer, como Kobe, Allen Iverson y Shaq, y esa clase de jugadores”, explicó D’Angelo.

“Pero lo pienso y digo, si pudiera modelar mi juego emulando a alguien (sería Ginóbili)”.

D’Angelo explicó además que si un jugador quisiera imitar a, digamos, Dwyane Wade, quizá se enfocaría más en hacer fintas de tiro y tiros en suspensión de media distancia. Si ese jugador admirara a Kobe Bryant, la precisión del juego de pies sería una prioridad. Todo depende de lo que mejor se adapte a ese jugador en específico.

“Tratas de ir a lo que estás acostumbrado”, agregó D’Angelo. “Y Manu nunca fue tan atlético, pero era realmente bueno pasando la pelota. Podía encestar y era simplemente tan impredecible, además de que era zurdo, así que me sentía orgulloso de llegar a ser ese tipo de jugador”.
A lo largo de la juventud de D’Angelo, los Spurs parecían siempre llegar a las finales de la NBA y Ginóbili parecía siempre influir enormemente al entrar desde el banquillo para añadir algo de chispa al equipo, y desde que se incorporó al equipo en el 2002, San Antonio ha ganado cuatro campeonatos.

Así que durante años, D’Angelo siguió de cerca al astuto argentino, preguntándose cómo Ginóbili se mantenía tan cómodo como reserva y parecía tan listo al entrar a la cancha, desbordando energía.

“Cuando entra a la cancha, es como si fuera un juego completamente distinto”, comentó D’Angelo. “Pensaba, vaya, si pudiera enorgullecerme de ser un jugador como él, simplemente siendo tan impredecible que incluso a su edad actual (39), es tan difícil de defender”.

Además, Russell dijo que Ginóbili había sido uno de los primeros jugadores en popularizar el “Eurostep”. “Y desde entonces, realmente todo el mundo empezó a hacerlo”, dijo D’Angelo.

Cuando era novato, personal de los Lakers le mostraron a D’Angelo videos de Ginóbili, en especial cómo los Spurs realizaban jugadas para darle la pelota, un trabajo que no requería mucha persuasión.

“Era simplemente tan apasionado y hace jugadas ganadoras. Además, es tan impredecible que es difícil para los equipos estudiarlo”, comentó D’Angelo con entusiasmo.

D’Angelo espera desarrollar todas esas cualidades de su ídolo, pero hay una, que quiere más que nada.

“Simplemente la energía que tiene”, dijo D’Angelo. “Cuando llega al gimnasio, no lo sé, está siempre listo. Es difícil salir desde el banquillo y estar listo todo el tiempo. Está siempre listo y esa es una habilidad”.