¡Caro y poco efectivo! Nuevo etiquetado también le pegará al bolsillo de la población de México

Dinero
/ 4 marzo 2021

Matar al Osito Bimbo, al Tigre Toño y a Pancho Pantera, en los productos de consumo significa la influencia del empaque de hasta un 30 por ciento en la decisión de compra: AMA

Aunque el 2021 representaba un año de recuperación económica para el sector empresarial, en una época post-pandemia el nuevo etiquetado avanza en su primera fase con pérdidas millonarias para marcas líderes en México, que coinciden en que la desaparición de los personajes de sus empaques causará pérdidas de hasta el 30 por ciento.

“Matar al Osito Bimbo, al Tigre Toño y a Pancho Pantera, en los productos de consumo significa la influencia del empaque de hasta un 30 por ciento en la decisión de compra”, advirtió recientemente César Enríquez Morán, director de la Asociación Americana de Marketing (AMA, por sus siglas en inglés).

Al registrar pérdidas las ventas de los productores, en ese mismo porcentaje se incrementará el precio al consumidor, “porque las empresas no están dispuestas a tirar dinero”, alertó el mercadólogo.

El nuevo etiquetado comenzó a implementarse el 1 de octubre del año pasado,  y en su primera etapa contempla que, a partir del próximo 1 de abril, las empresas tendrán que decirle adiós a personajes como el Tigre Toño, Gansito, Chester Chetos, el elefante Melvin, El Negrito y demás licencias de dibujos animados y deportistas en sus empaques.

Respecto a la efectividad que ha tenido estos meses la iniciativa establecida en la NOM 051, de especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, tanto encuestas como líderes empresariales señalan que solo ha sido una decisión costosa y que no ha influido en la toma de decisión de los consumidores.

“El estimado del costo de la primera etapa fue de 15 mil millones de pesos, si eso quisiéramos verlo con lo que viene de abril de quitar los personajes son más miles de millones de pesos perdidos y echados a la basura por una ideología mal entendida”, explicó Raúl Riquelme, vicepresidente nacional de Enlace Legislativo de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).

La cifra representa un 150 por ciento más, que los 6 mil millones de pesos previstos por la industria originalmente cuando inició la implementación de la normativa.

Kantar, empresa líder mundial de análisis de datos, indicó, de acuerdo a una encuesta, que en promedio se calcula que el 45 por ciento de los consumidores siguen con sus hábitos normales de compra, pese a que los productos tengan de uno a más sellos; antes de la implementación la intención de continuar las compras de productos con advertencia era del 15.75 por ciento.

“Esperábamos impactos importantes que al final no los terminamos viendo, creemos que el consumidor mexicano vio tantos sellos que realmente no hubo una oportunidad de discernir o tomar una elección”, explicó Adrián Ávalos, gerente de estudios especiales de la división Worldpanel de Kantar México.

Nielsen, otra firma estadounidense de medición de mercado, también informó que en México, cuatro de cada 10 consumidores respondieron que no cambiaron sus hábitos de alimentación, como las autoridades de salud esperaban y las empresas temían.

Al final nueve de cada 10 productos terminaron con al menos uno de los sellos o leyendas de alerta por edulcorantes estipuladas en la NOM-051 de la Ley General de Salud, sin embargo y pese a las advertencias, no hay cambios drásticos en el consumo.

El nuevo etiquetado ha causado confusión y rechazo entre la población desde su implementación, también ha sido fuente de memes, como el pasado mes de febrero cuando el Osito Bimbo se viralizó en internet y apareció como personaje de otras marcas, que reflejó el rechazo de millones de internautas al saber que el Osito se iba definitivamente de los empaques de la marca.

Al respecto, las marcas no han especificado si “rescatarán” a sus personajes en otros productos, ya que la NOM-051 establece que los dibujos animados y personajes solo serán retirados de los empaques de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, pero podrían aparecer en otros productos.

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