Costo de la deuda en el 2022 será mayor a lo aprobado
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Se esperaba un gasto por 791,463 millones de pesos; sin embargo, en los Precriterios 2023 ahora se prevé que los recursos destinados a este rubro sumen 869,337 millones de pesos
Los altos niveles de inflación, que a su vez han llevado a los bancos centrales a aumentar las tasas de interés, pasarán factura al costo financiero de México este año, de acuerdo con los Precriterios Generales de Política Económica 2023, entregados la semana pasada al Congreso por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 aprobado, la dependencia consignó un gasto de 791,463 millones de pesos para el rubro del costo financiero; sin embargo, en los Precriterios 2023 ahora prevé que los recursos destinados sumen 869,337 millones de pesos.
De esta manera, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador destinará 77,873 millones de pesos extra a los aprobados este año al costo financiero. Este monto, por ejemplo, es ligeramente mayor a los recursos que fueron aprobados para el programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Laboral, que son 77,572 millones de pesos.
“El aumento se encuentra asociado a mayores tasas de interés y a un mayor tipo de cambio al previsto originalmente”, expuso la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O.
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El tipo de cambio fue una de las variables macroeconómicas con menor modificación en los Precriterios, al pasar de un promedio de 20.3 a 20.6 pesos por dólar para este año.
En tanto, en la proyección de la tasa de interés la estimación para el Cete a 28 días pasó de 5.3 a 7.8%, al cierre del 2022.
“Derivado de la mayor persistencia inflacionaria a la prevista en Criterios Generales de Política Económica del 2022, se estima que el Banco de México (Banxico) continúe con los ajustes al alza en la tasa de interés para garantizar el anclaje de las expectativas, no obstante que las presiones inflacionarias seguirán reflejando afectaciones y choques por factores externos”, señaló la dependencia federal.
No obstante, para algunos analistas la tasa de interés se ubica por debajo de las estimaciones del mercado.
Por ejemplo, Citibanamex tiene una expectativa de que la tasa de fondeo de Banco de México se ubique de 8.25%, similar al estimado de Scotiabank, J.P, Morgan y Banorte.
“(La expectativa de Hacienda) es menor al apretamiento esperado tanto por el mercado como por nosotros, especialmente ante las condiciones adversas para los precios y el entorno financiero actual. Para el 2023, aumentaría a 8.0%”, destacó Banorte.
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Sensibilidad del costo financiero
Si bien el pronóstico del costo financiero fue corregido al alza, éste aún podría ser mayor si se cumplen ciertos supuestos que tienen su efecto en las finanzas públicas, como lo son la inflación, el tipo de cambio y la tasa de interés.
Por ejemplo, una variación de 100 puntos en la tasa de interés tendría un efecto de 34,700 millones de pesos extra, lo que equivale a 0.11% del Producto Interno Bruto (PIB). En tanto, la apreciación de 20 centavos en el tipo de cambio sería de 0.01% del PIB.
La inflación, por su parte, de aumentar en 100 puntos base repercutiría en 1,100 millones de pesos el costo financiero previsto en los Precriterios 2023.
“El gasto no programable podría verse más presionado, a través de un incremento todavía más agresivo a lo planteado en las tasas de interés. Entonces, y con el fin de respetar el compromiso con la estabilidad fiscal, no podemos descartar recortes en el gasto programable”, señaló Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más (Bx+).
Déficit primario 0%
Otra de las modificaciones realizadas por la dependencia para este año fue respecto al balance primario de las finanzas públicas, el cual pasó de un déficit de 0.3% del PIB a prácticamente un déficit cero. No obstante, para el 2023 Hacienda prevé que registre un superávit de 0.4% del PIB.
Respecto a los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), Hacienda estiman que se ubiquen en 3.7% del PIB al cierre de este año, mientras que el balance público, excluyendo hasta 3.1% del PIB de inversión presupuestaria, se mantendrá en equilibrio de acuerdo con lo que fue aprobado el año pasado por el Congreso de la Unión.
El Saldo Histórico de los RFSP, es decir, la deuda en su medida más amplia, fue modificado a 49.6% del PIB, menor en 1.4 puntos porcentuales a lo que se pronosticó en el Paquete Económico 2022, “manteniendo así una trayectoria de la deuda pública decreciente y sostenible con el compromiso” del gobierno.
Con información de EL ECONOMISTA