Dormir en la oficina logra mayor productividad
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¿Deseas que tu empresa sea más productiva? Checa la estrategia que tienen en común estas empresas y que han empleado para poder motivar a sus colaboradores.
Ciudad de México.- De acuerdo con la consultora Mercer Marsh, apenas el 26 por ciento de las empresas en el país tiene programas de flexibilidad y bienestar, de ellas, sólo el 13 por ciento cuenta con salas de descanso.
Hablemos de este pequeño porcentaje de empresas que emplean este tipo de habitaciones como detonante en la productividad de sus colaboradores.
Kueski
En 2010, Adalberto Flores era director de operaciones en México de una firma que ofrece soluciones de almacenamiento y reproducción de videos en línea; cuando terminaba su jornada laboral en la madrugada, deseaba tener una cama cerca de su escritorio, en aquel entonces, Flores no creía que valiera la pena irse a casa si su jornada empezaría en unas cuantas horas.
El directivo tenía en su poder un artículo sobre nap rooms –salas de siesta-, que son espacios en la oficina para que los trabajadores tomen una siesta, popular en algunos hospitales, aerolíneas o en la NASA, pero también en empresas como Apple o Google.
Intentó convencer al consejo de su entonces empresa, sin embargo, el espacio era reducido para poder implementar esta idea.
En 2013, Flores fundó Kueski, una microfinanciera por Internet, y lo primero que hizo fue construir una nap room, que luego terminó por ser una zen room, la cual sirve para poder tomar un descanso o hacer juntas relajadas. El resultado, gente motivada y productiva.
Unilever
Desde 2010, Unilever ofrece salas de descanso en sus oficinas de la Ciudad de México y en su planta del Estado de México esto, como parte de su plan de vida sustentable. Este plan surgió, luego de que la empresa detectó que sus trabajadores dedican hasta 3 horas en llegar al trabajo, bajo condiciones estresantes como el tránsito o la inseguridad.
Al principio, los trabajadores se opusieron a usar este espacio debido a la creencia que ausentarse del trabajo “está mal visto por los jefes”.
“Una nap room todavía no es tan común porque tiene un costo en diferentes sentidos, a diferencia de la ropa casual o el home office, que no requieren inversión”, explica Fátima Ramírez, directora de Mercer Marsh Beneficios.
Pese a que Unilever no tiene un estudio que demuestra que la siesta ha vuelto más productiva a sus trabajadores, Navarro asegura que los empleados aseguraron en una encuesta sentirse más descansados y en alerta.
“Eso les permite regresar a sus trabajos como si estuvieran empezando el día”, señala Navarro.
Inflection Point
En 2003, Carlos Montemayor fundó Inflection Point, que es una firma de desarrollo de plataformas y aplicaciones con sede en Columbia, que cuenta con oficinas en Monterrey y que ha sido nombrada durante cinco años como uno de los Great Places to Work.
Cerca del 80 por ciento de su personal trabaja en las oficinas de la capital regiomontana, donde cuenta con su propia sala de siesta.
“En México, las empresas tienen siempre a una persona revisando a qué hora llega y te vas”.
“Tener una nap room requiere confianza, en la cultura corporativa mexicana eso no sucede”, señala Montemayor.
Falta de descanso impacta a la producción
Dormir entre 20 y 60 minutos a mitad de jornada aumenta la concrentración y despierta la creatividad, señala un estudio de la Universidad de Michigan, realizado en 2015.
Los investigadores hicieron un experimento: dividieron a un grupo de personas en dos y pusieron a algunos de los participantes a tomar una siesta y a otras no; al despertar, contestaron cuestionarios y ejecutaron varias tareas.
El resultado mostró que los participantes que habían tomado una siesta habían sorteado estas actividades de manera más rápida, con más aciertos y mostraron menos frustración a equivocarse.
“En México es muy común que existan jornadas laborales de hasta 17 horas, tiempo en que las personas dejan de ser productivas y comienzan a perder el control de sus sentidos”, sostuvo la doctora Guadalupe Terán de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).