Para Mario Castelán la ciencia puede inspirar al arte, y el arte despojar de certezas a la ciencia. Y cuando la gente se permite despojarse de sus propias certezas, el mundo se puede comprender de otra manera.
Castelán es originario de Veracruz, pero vive en Saltillo desde hace casi veinte años, trabaja como profesor investigador en el Posgrado de Robótica y Manufactura Avanzada del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional Campus Saltillo.
En sus espacios de trabajo es común encontrar libros de ciencia y libros de poesía. El mismo es autor de libros de poesía como “Punto en medio de un círculo” ganador del Premio Enriqueta Ochoa en 2021.
Fue en 2024 que logró unir la ciencia y el arte, a través de la exposición “Las reliquias del agua”, donde un total de 56 escritores y artistas visuales presentaron sus poemas y obras inspiradas en fotografías de muestras acuosas, que incluyen sustancias de vacunas covid, ansiolíticos, sangre y hasta una lágrima. Todas tomadas en laboratorios de México y Suiza.
La muestra “Las Reliquias del Agua” fue inaugurada el 8 de noviembre a las 7 de la tarde en el Teatro García Carrillo donde permaneció hasta el 31 de diciembre. La Secretaria de Cultura, Esther Quintana, calificó esta exposición como fantástica e indicó que el objetivo es que más artistas locales se sumen a proyectos que buscan acercar a la población al arte.
En “Las Reliquias del Agua” se unieron científicos, diseñadores gráficos y poetas para presentar, interpretar y deconstruir la ciencia. El objetivo: ver la ciencia desde el arte.
A lo largo del proceso de planeación y presentación platicamos con Mario Castelán para conocer cómo logró concretar esta exposición que ofrece la oportunidad de ver la ciencia desde el arte. Esta es la conversación que mantuvimos para A La Vanguardia.
¿Cómo uniste el arte y la ciencia?
Se trata de dialogar entre ciencia, arte visual y poesía. Y podemos decir: ¿qué tienen que ver con la parte científica?, pues se trata de tener este diálogo transdisciplinario.
¿Cómo pueden dialogar en torno a algo estas tres áreas?
Se dialoga en torno a la evaporación del agua, por eso se llama Las Reliquias del Agua, porque cuando algo se evapora te deja algo en la superficie, ese algo que no se fue y que se queda son los restos, y son como joyas o reliquias, entonces en torno, a eso se dialoga.
Las personas científicas ponían muestras acuosas, cosas que están mezcladas con agua, como sangre, una lágrima, medicamento, entonces se ponen en un portaobjetos con micropipetas y las gotitas que quedan las ponen a secar. Y el residuo lo toman en microscopio o en otros medios científicos digitales para poder ver qué se formó.
Sangre cruda, lágrimas, suero sanguíneo, plasma, antibióticos, ciprofloxacino, vacuna covid. Tenemos medicamentos y fluidos corporales.
Lo que busca este grupo de científicos es que se pueda diagnosticar enfermedades como pueden ser las cardiovasculares o cáncer a través de la sangre.
También buscan encontrar trastornos metabólicos con las lágrimas y otro de los objetivos es el control de calidad de muchos tipos de medicamentos que se encuentran en la farmacia u otros que son basados en medicina por plantas.
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TRES VISITAS
Aunque Mario navegaba entre estas dos disciplinas, el arte y la ciencia, fue en junio de 2024 que logró mezclarlas. Recuerda que visitaba el laboratorio de una compañera en Suiza para revisar adelantos del proyecto en el que participa a través de CONACYT CF-2023-G-454.
En el proyecto participan universidades como la Autónoma de Chiapas, y en Suiza en el Instituto de la Sociedad para la Investigación del Cáncer.
En este proyecto se utilizan muestras que se generan en el laboratorio y a través de inteligencia artificial busca patrones con la fiabilidad de que enfermedades como el cáncer puedan ser diagnosticadas.
El primero de junio de 2024, se encontraba en un laboratorio cerca de Basilea, en Suiza, conocida por sus museos y hermosos paisajes.
Cerca de ahí está el Goetheanum, un parque rodeado de edificios y jardines. Ahí se cultivan plantas y animales. Las personas que visitan el lugar gustan de hacer una observación profunda de esta naturaleza.
Este lugar es llamado así en referencia a Johann Wolfgang von Goethe, considerado uno de los más grandes escritores. Vivió en el siglo XIX y fue dramaturgo, novelista, poeta, y filósofo. Escribió sobre plantas y la Teoría de los Colores. Era también un científico.
¿Recuerdas cómo fue que surge la idea, qué te inspiró?
Cerca del laboratorio de Olga está esta área bellísima de escultura que tiene arquitectura bellísima dedicada a Gohete, que justamente tenía estos elementos artísticos y científicos en su vida.
Apenas ahora me estoy dando cuenta que fue inspirador. Él dibujaba botánica, era observador y también escribía. Tenía estas tres características.
En esta área (Goetheaum) se respira como todo este ambiente creativo de arquitectura y arte que es muy único en el mundo, pero también se siente como esta cosa científica del Goetheanum.
También hay cuestiones de discusiones científicas, sobre todo de medicina antroposófica que tiene que ver cómo el ser humano está incluido en la naturaleza y que desde ahí se puede hacer ciencia. Que todo nos influye. El movimiento de la tierra, las estaciones, y que todo eso influye a las plantas, en los medicamentos que se hacen.
Es como una visión muy holística de hacer ciencia, entonces ahí nació la idea de la exposición y nació el primero de junio.
¿Cómo supiste que esas imágenes tenían potencial para ser parte de una exposición?
Yo se las llevo a Antonio Ferlun, que es el curador plástico y entonces le digo: Oye, ¿Antonio cómo ves? ¿Tú crees que esto se pueda tener belleza estética para llamar la atención de la gente?
Me responde: “Mario está muy chidas y yo creo que sí tienen todo el potencial de ser parte de una exhibición artística, pero también le puedes decir a artistas plásticos para que las interpreten o sea un artista plástico, pues puede ver la imagen inspirarse y hacer algo”.
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LA TERCERA VISITA
Al ser poeta, Mario buscó a su colega Mercedes Luna, reconocida poeta saltillense, para consultarle y pedirle que se unan escritores y dialoguen con las imágenes.
¿Cómo te recibe Mercedes Luna?
Contacté a Mercedes, fui a su casa que es como su laboratorio porque ella escribe ahí. Estuve en su área de creación.
Le pedí que me apoyara seleccionando y contactando a los poetas. Entonces todos los artistas visuales son de Saltillo y los poetas son nacionales, tenemos de diferentes lugares del país.
¿Qué te gustaría transmitir a las personas en general al unir la ciencia y al arte?
Es una cuestión como de que la certezas no son nuestras mejores amigas. A veces queremos tener toda la certeza del mundo y la ciencia, a veces, pareciera que nos da todas las certeza de las explicaciones de las cosas, pero el arte como que está desnudando a la ciencia.
Yo quisiera que se quedaran con esta idea: de que el arte desnuda a lo que es aparentemente certero y frío como la ciencia, pero que a la vez la ciencia le permite al arte tener un material de inspiración y el arte despoja de certezas a la ciencia.
Yo creo que la gente, tal vez, se puede despojar un poquito de su certezas personales y cuando nos permitimos despojarnos de nuestras propias certezas hacemos espacio para comprender el mundo de otra manera, de un modo más amplio.