Las mantas y el obispo
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En el barandal de la Catedral aparecieron 4 mantas en días pasados. Una decía "Queremos un obispo Católico." El Papa ha definido en ese aspecto la labor de la Iglesia: "La justicia es labor del Estado, no de la Iglesia. La iglesia puede y debe ayudar a formar, a purificar la razón y las conciencias de lo que es la verdadera justicia." De acuerdo a este criterio el Obispo es un verdadero católico.
Su discurso va dirigido a crear conciencia sobre esa justicia. Defiende los derechos de los trabajadores, de los migrantes, de los mineros, de personas desaparecidas, etc. También algunas de sus acciones van encaminadas a la defensa de los derechos humanos. Otra de las mantas decía "Queremos que el obispo sólo hable de religión". Hasta donde sé las mantas fueron anónimas. Sin embargo es claro que el discurso del Obispo es incomodo para el gobierno de cualquier nivel, ya sea estatal o federal.Â
Entonces, cuando dicen "queremos", suena a que las mantas son de autoría del gobierno. Con la colocación de esas mantas se pretende acallar una de las pocas voces críticas que aún quedan. Las mantas tienen un olor a represión y están escritas con la tinta de una pluma dictatorial. Podrá uno estar de acuerdo o no con los comentarios del Obispo, pero no se le puede negar el derecho a la libertad de expresión.Â
Los sacerdotes siguen siendo ciudadanos, aunque en el pasado retrograda se les hayan negado derechos como votar, llevar hábitos en público, realizar actos de culto fuera de los templos. Reprimir al clero no es sano, incluso en un estado laico. Es claro que para algunos es mas cómodo que el obispo se dedicara solo a rezar y a estar enclaustrado. Sin embargo, su trabajo no es tratar solo con divinidades, sino con seres humanos y sus necesidades.
Por tanto, tiene que estar con los pies en la tierra, en asuntos mundanos. Incluso los mismos gobernantes han criticado y culpado a la Iglesia Católica cuando no interviene en necesidades materiales y espirituales de la población. Entonces hay una contradicción. Por un lado le piden que dé asistencia material y que intervenga en la formación de valores. O sea que cumpla su misión de "purificar la razón y las conciencias sobre la verdadera justicia." Pero cuando la Iglesia les abre los ojos a la población sobre la injusticia de un gobierno, ahí ya no les conviene. Es cuando le piden que "solo debe hablar de religión", como rezaba la manta. Por otro lado hay un límite que impone la Iglesia Católica y los Papas que la han gobernado. Ellos afirman que, en esa búsqueda de justicia, no se recurra a la violencia.
No creo que sea lo que busca el Obispo, porque tiene ideales de paz y de derechos humanos. Aunque en sus sermones y declaraciones señale las desigualdades económicas que existen. Los papas advierten del error de la teología de la liberación: Crear una lucha de clases fomentando el odio entre ricos y pobres. Es el mismo error que comete la izquierda y el marxismo. Caer en ese error, en lugar de abonar a la paz y a la justicia, crea odio y violencia. Y eso es precisamente lo que se quiere evitar.