Airbnb niega que haya cambiado su política sobre asentamientos en Cisjordania

San Francisco (EU.).- El portal de alquiler de casas y habitaciones entre particulares Airbnb aseguró hoy que las informaciones que se han publicado en Israel en relación a un supuesto cambio de criterio que permitiría volver a anunciar casas en asentamientos israelíes en Cisjordania son "incorrectas".

"Las informaciones publicadas hoy son incorrectas. Airbnb expresó su rechazo inequívoco al movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel) y comunicó su compromiso de desarrollar negocio en Israel", indicó la empresa en un comunicado remitido a Efe.

La noticia que la compañía con sede en San Francisco (California, EE.UU.) desmiente fue publicada el lunes por el diario israelí Haaretz, según el cual Airbnb había decidido dar marcha atrás en su política de no permitir en la plataforma alojamientos que se encuentren en colonias israelíes en Cisjordania.

Haaretz incluso citó al ministro de Turismo de Israel, Yariv Levin, quien se había reunido previamente con representantes de la multinacional estadounidense, y que indicó al diario que la supuesta medida de Airbnb era "un paso en la buena dirección".

La compañía no negó el encuentro con el ministro, pero dijo que sus representantes se hallan en Israel para "reunirse con varias de las partes afectadas" y que como resultado de esos encuentros tienen "un conocimiento incluso más profundo de que se trata de una cuestión increíblemente compleja y emocional".

El pasado 19 de noviembre, la empresa de San Francisco anunció que sacaría de su listado de ofertas los alojamientos que están en asentamientos israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania.

"Hay opiniones encontradas sobre si las compañías deberían hacer negocios en territorios ocupados que son sujetos de disputas históricas entre israelíes y palestinos", expuso entonces la empresa, que detalló que han revisado su política al respecto.

Hace dos años se abrió en la región el debate sobre las ofertas en colonias, que provocaron fuertes protestas de movimientos propalestinos y defensores de los derechos humanos.

Estos denunciaron que los turistas, en ocasiones, desconocían que su destino estaba en territorio ocupado porque la página lo registraba como Israel y que, además, de este modo se ayudaba al crecimiento económico de los asentamientos, uno de los principales escollos para lograr la paz entre israelíes y palestinos.