Trump busca una amenaza sanitaria con la que pueda justificar su represión de la inmigración

Internacional
/ 11 enero 2025

La última vez que Trump invocó las restricciones de salud pública, conocidas como Título 42, fue en 2020, en los primeros días de la pandemia, cuando el coronavirus asolaba el mundo

WASHINGTON - Es probable que el presidente electo Donald Trump justifique sus planes de sellar la frontera con México argumentando que los inmigrantes provocan una emergencia de salud pública porque traen enfermedades a Estados Unidos.

Solo le falta encontrar la enfermedad.

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La última vez que Trump invocó las restricciones de salud pública, conocidas como Título 42, fue en 2020, en los primeros días de la pandemia, cuando el coronavirus asolaba el mundo. Ahora que se prepara para entrar de nuevo en funciones, Trump no tiene ninguna catástrofe de salud pública que culpar.

Pero sus asesores llevan algunos meses tratando de encontrar la enfermedad adecuada para basar su caso, según cuatro personas enteradas de las conversaciones. Han considerado la tuberculosis y otras enfermedades respiratorias como opciones y les han pedido a sus aliados de la Patrulla Fronteriza ejemplos de enfermedades que se están detectando entre los migrantes.

$!Migrantes esperando en un campamento improvisado en El Paso, Texas, en mayo de 2023.

También han considerado la posibilidad de racionalizar el Título 42 argumentando a grandes rasgos que los inmigrantes que llegan a la frontera proceden de diversos países y pueden ser portadores de enfermedades desconocidas, una afirmación que se hace eco de la noción racista propagada desde hace mucho tiempo en Estados Unidos de que las minorías transmiten infecciones. El equipo de Trump no respondió a una solicitud de comentarios.

El plan de invocar las restricciones fronterizas con base en casos esporádicos de enfermedades o incluso en un vago temor de enfermedad (y no en un brote grave de alguna enfermedad o una pandemia) equivaldría a un uso radical de la medida de salud pública con el propósito de reprimir la inmigración. Incluso cuando el coronavirus se estaba propagando, el uso de esas facultades sanitarias para impedirles el ingreso a los inmigrantes suscitó el escrutinio de los tribunales y los funcionarios de salud pública.

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Pero los asesores de Trump en materia de inmigración, encabezados por Stephen Miller, su candidato a jefe adjunto de Gabinete, creen que están entrando en un entorno político abierto a una aplicación más agresiva de la ley en la frontera, sobre todo porque algunos demócratas ya aceptaron utilizar restricciones como el Título 42, según personas familiarizadas con la planificación. El presidente Joe Biden lo utilizó para rechazar a miles de inmigrantes, aunque a fin de cuentas decidió levantarlo, mucho después de que sus asesores de salud pública le indicaron que las restricciones ya no servían para detener la propagación de enfermedades.

El Título 42, que forma parte de la Ley de Servicios Públicos de 1944, les otorga facultades a las autoridades sanitarias para impedir la entrada de personas en Estados Unidos en casos en que sea necesario evitar un “peligro grave” planteado por la presencia de una enfermedad transmisible en países extranjeros.

$!Migrantes caminan al inicio de una caravana que se dirige a la frontera norte de México en el municipio de Tapachula en Chiapas.

Desde hace mucho tiempo, Miller está convencido de que el Título 42 es una herramienta clave para su objetivo de cerrar la frontera a la inmigración. Esencialmente, ha dedicado varios años a encontrar suficientes ejemplos de enfermedades entre los migrantes que justifiquen el uso de la ley.

Incluso antes de la propagación del coronavirus, Miller les pidió a sus colaboradores que vigilaran a las comunidades estadounidenses que recibían a inmigrantes para ver si allí se producían brotes de enfermedades. Aprovechó un brote de paperas en los centros de detención de inmigrantes en 2019 para impulsar el uso de la ley de salud pública con el propósito de sellar la frontera. En la mayoría de los casos, los secretarios del Gabinete y los abogados lograron disuadirlo, hasta que apareció el coronavirus.

A los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), y no a la Casa Blanca, les corresponde evaluar si la norma de salud pública es necesaria en la frontera. E incluso cuando la pandemia se extendió por Estados Unidos, los funcionarios de los CDC rechazaron la postura de la Casa Blanca de Trump de que rechazar a los inmigrantes era una forma eficaz de prevenir la propagación de enfermedades.

Martin Cetron, director de la División de Migración Global y Cuarentena de la agencia, declaró ante un comité de la Cámara de Representantes que la propuesta de aplicar las restricciones fronterizas “vino de fuera de los expertos en la materia de los CDC” y “nos la turnó” la Casa Blanca.

Cuando Biden asumió el cargo, en un principio mantuvo la norma de salud pública en vigor en la frontera, incluso cuando los funcionarios de los CDC les informaron a sus principales asesores que no había ninguna razón clara de salud pública para mantener la frontera cerrada a los solicitantes de asilo. Tanto el gobierno de Biden como el de Trump argumentaron que la norma era necesaria para evitar la propagación de enfermedades en los centros de detención de la frontera. Pero a puertas cerradas, a los principales asesores de Biden en la Casa Blanca les preocupaba que el levantamiento de la norma provocara un aumento en la inmigración.

El plan de Trump de impedir la migración por motivos de salud pública, incluso sin una enfermedad clara que justifique el uso de esa norma, es tan solo una pieza esperada, entre toda una oleada de órdenes ejecutivas para el primer día de Trump en la presidencia, que su equipo está desarrollando con la intención de tomar medidas enérgicas contra la inmigración.

Otra opción que han evaluado los asesores de Trump es declarar una emergencia nacional para liberar fondos del Departamento de Defensa y trasladar personal militar, aviones y otros recursos a la frontera. También quieren reactivar una política que obligaba a los migrantes a esperar en México, en lugar de en Estados Unidos, hasta su cita en el tribunal de inmigración, aunque necesitarían que México aceptara tal acuerdo.

Los asesores de inmigración de Trump recibieron una sesión informativa sobre dichas restricciones fronterizas, así como sobre el uso de las restricciones en caso de emergencia de salud pública, durante una reunión reciente con funcionarios de seguridad nacional como parte de la transición entre administraciones, según una persona al tanto del asunto. Tras salir de una reunión con los republicanos del Senado el miércoles por la noche, Trump dijo que cerraría la frontera en su primer día de mandato.

Algunos expertos en inmigración han cuestionado la eficacia de la norma de salud pública para reducir los cruces fronterizos.

Desde que se emitió la orden basada en el Título 42 en 2020 hasta que se levantó en 2023, los agentes fronterizos expulsaron a personas más de 2.5 millones de veces. Los funcionarios del gobierno de Biden han indicado en declaraciones públicas que el uso del Título 42 en la frontera sur provocó un aumento en los migrantes que intentaban cruzar la frontera varias veces, una práctica conocida como reincidencia.

Blas Núñez-Neto, funcionario de la Casa Blanca, explicó que, en ese sentido, el Título 42 en realidad “puede haber” provocado un aumento en los cruces fronterizos que la administración tuvo dificultades para gestionar.

La situación actual en la frontera ha sido de especial tranquilidad, sobre todo si se compara con las cifras de hace un año. Los agentes fronterizos efectuaron más de 47,000 detenciones en diciembre, según un alto funcionario del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU., lo que supone un descenso importante con respecto al año anterior, cuando se efectuaron casi 250,000 detenciones de este tipo.

Los funcionarios de Biden pusieron en marcha el verano pasado una medida que prohíbe que se les otorgue asilo a quienes crucen la frontera sur ilegalmente. Solo podrá levantarse si el número de cruces desciende a un determinado umbral durante varias semanas, algo que aún no ha sucedido. c.2025 The New York Times Company.

Por Zolan Kanno-Youngs y Hamed Aleaziz, The New York Times.

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