Tuvalu, amenazado con desaparecer, pide a Trump se responsabilice con el clima

Internacional
/ 13 mayo 2017

Con solo 11,000 habitantes y 25 kilómetros cuadrados de superficie, repartidos en decenas de pequeñas islas de coral y atolones, Tuvalu está entre Australia y Hawai en el Pacífico Sur.

El cambio climático es un peligro existencial para Tuvalu"...

Tuvalu -un diminuto país insular del Océano Pacífico- puede ser el primer Estado en desaparecer a medio plazo por el cambio climático, lo que ha llevado a su primer ministro, Enele Sopoaga, a pedir al presidente de EU, Donald Trump, que sea "responsable" y no abandone el Acuerdo de París.

"El cambio climático es un peligro existencial para Tuvalu", explica a Efe en Viena el jefe de Gobierno del segundo país menos poblado del mundo, detrás del Vaticano.

Con solo 11,000 habitantes y 25 kilómetros cuadrados de superficie, repartidos en decenas de pequeñas islas de coral y atolones, Tuvalu está entre Australia y Hawai en el Pacífico Sur.

El punto más alto del archipiélago es de apenas cuatro metros, por lo que si las predicciones sobre el aumento del nivel del mar en el próximo siglo son ciertas puede ser el primer país miembro de la ONU en desaparecer por los efectos del cambio climático.

Sopoaga relata que Tuvalu ya sufre por la actual crecida de las aguas: playas que desaparecen, erosión, sequías, inundaciones marinas que salinizan los cultivos y contaminan el agua dulce, menor producción agrícola y descensos en las capturas pesqueras.

"Estamos muy preocupados, se puede ver en la cara de la gente, hemos visto una gran oleada de emigración de Tuvalu hacia Nueva Zelanda y Fiji en los últimos 15 años. Un 20 % de la población se ha ido, entre 3,000 y 4,000 personas", dice.

"Familias enteras se llevan sus cosas y se mudan. La principal causa es la incertidumbre", expone el primer ministro, que participa esta semana en Viena en una reunión de Naciones Unidas sobre acceso a la energía.

Tuvalu trabaja para impulsar una resolución en Naciones Unidas que defienda los derechos de los "refugiados climáticos", con el objetivo de que la identidad colectiva de los desplazados no se pierda cuando emigren.

"Si la gente de Tuvalu resulta desplazada necesitamos mantenernos como un pueblo unido, con nuestros derechos", explica.

"Esta gente no se va por una crisis política, lo que hacen los refugiados normalmente, sino por el cambio climático", destaca.

Y reconoce que "como isla pequeña, el cambio climático es un panorama aterrador, más amenazador y grave que para otros países”.

Pese a ello, Sopoaga se muestra "optimista" porque no hay opción a rendirse y no se plantea -por el momento- el traslado de la población a otro lugar: "Trabajamos para la protección de las islas y para que la gente pueda vivir allí”.

El primer ministro agradece el apoyo de países "progresistas" y destaca a la Unión Europea (UE) y Nueva Zelanda, pero pide que se tomen en serio las medidas del Acuerdo de París contra el cambio climático porque la mitigación y adaptación son insuficientes.

Ese acuerdo fue adoptado en diciembre de 2015 por 195 países y busca mantener la temperatura media mundial por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.

"Si no actuamos urgentemente para evitar más daños al clima, no habrá nada a lo que adaptarse, toda la tierra estará bajo el agua. Nos quedaremos sin nada", alerta sobre la situación en Tuvalu.

A corto plazo considera que la mejor solución es la ayuda internacional para proyectos de ingeniería que permitan construir diques, elevar las cotas de las islas de forma artificial y garantizar el agua potable. "Recientemente hemos iniciado un proyecto para ampliar la masa terrestre, usando la arena de una laguna para construir una nueva isla, que se adjunta a otra ya existente. Esta tecnología viene de Holanda. Es muy alentador", explica.

Al mismo tiempo, se muestra muy duro con el presidente estadounidense, Donald Trump, quien pone en duda la mera existencia del cambio climático y baraja sacar a su país del Acuerdo de París.

"Es una forma de pensar muy retrógrada y es preocupante cuando viene del líder de una economía tan grande y, también, de uno de los países más contaminantes del mundo", sostiene Sopoaga.

"Es muy desafortunado y deprimente escuchar cosas así", afirma, pero considera que los países comprometidos en luchar contra el calentamiento global deben seguir adelante sin esperar a nadie.

"Los negacionistas que sigan su camino", afirma, y vaticina que "los países que abogan por los (combustibles) fósiles serán fósiles, mientras que el resto del mundo progresará”.

Y lanza un mensaje a Trump: "Asuma sus responsabilidades, no se vaya (del Acuerdo de París), sea un ciudadano responsable del mundo". "Estados Unidos debería mostrar un fuerte liderazgo en el cambio climático", añade.

Trump ha asegurado que no tomará una decisión sobre si retirar o no a su país del Acuerdo de París hasta que regrese de la Cumbre del G7, que tendrá lugar el 26 y 27 de mayo en Italia.

"Estamos en una gran canoa. Sólo tenemos este planeta para vivir. Es nuestra responsabilidad mantener la canoa a flote porque o sobrevivimos todos a bordo de ella o nos hundimos juntos", concluye el primer ministro de la diminuta Tuvalu. 

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