Reclamo nacional por los 43

Nacional
/ 29 septiembre 2015

Miles de mexicanos y ciudadanos del mundo llevan a cabo más de 200 actos de protesta por los 43 normalistas

Saltillo, Coahuila. Como nunca en las últimas cuatro décadas, la sociedad civil mexicana salió a las calles de las ciudades más importantes para exigir el esclarecimiento definitivo de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, con manifestaciones radicalizadas por una rabia que incendió ayer la memoria revolucionaria del País.

A pretexto del espíritu de Zapata, Villa y otros héroes de nuestra historia, miles de  manifestantes eligieron este 20 de noviembre para llevar su furia con el reclamo a las autoridades, sumándose así a la caravana de familiares de los desaparecidos, quienes cargan una hoguera errante por todo México para exigir justicia.

Y el fuego de la exigencia fue alimentado ayer desde Europa, Asia y muchos países de América, donde miles de voces se sumaron también al Vivos se los llevaron, vivos los queremos, en una jornada con más de 200 actos de apoyo por todo el mundo.

En la Ciudad de México, las protes tas de más de 200 mil personas –algunos dicen serían 500 mil- fueron iluminadas por antorchas y bombas molotov. El saldo: 30 detenidos por actos vandálicos tras enfrentamientos con granaderos que recuperaron el Zócalo; en otras ciudades fueron saqueados e incendiados varios comercios.

Mientras los afligidos familiares revelan supuestas irregularidades en la investigación que alimentan las esperanzas de encontrarlos con vida, en medio del escándalo de la Casa Blanca, que obligó al Presidente a  publicar su patrimonio, Enrique Peña Nieto llama al orden y revela que hay personas que quieren desestabilizar al País.

Por su parte, el prestigiado periodista Raymundo Riva Palacio difundió que, al parecer, la desaparición de los normalistas tiene un origen resuelto ya, pero que de ser aceptado por el Gobierno Federal traería un lapidario costo político y social.

Otros dicen que esa es una moneda de cambio que no está dispuesto a apostar: 17 de los estudiantes pertenecerían a un grupo delictivo y la venganza hacia ellos llevó a la masacre. De esto, no habría más prueba que la confesión del crimen organizado.

Hace semanas, trascendió que 10 de los grupos guerrilleros más radicales de Guerrero pactaron acciones subversivas para exigir el regreso de los normalistas. Hace dos días la caravana de padres de familia recibió el apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas, donde por cierto, la turba enardecida causó serios destrozos en el corredor turístico de San Cristóbal de las Casas.

Desde que el 26 de agosto desaparecieron los 43, continuamente se ha señalado que entre los manifestantes que hasta antes de ayer hacían sus movilizaciones con tranquilidad, había infiltrados encargados de los actos de violencia para desprestigiar el movimiento. Otros en cambio, más que infiltrados, serían simples delincuentes que aprovecharon la muchedumbre.

Lo cierto es que la sociedad civil mexicana y simpatizantes de todo el mundo se movilizaron como nunca antes en 40 años por estas causas; importantes organismos internacionales, como el Banco Mundial y prestigiados medios de comunicación de Estados Unidos y otros países han hecho pronunciamientos para dejar en claro que Ayotzinapa es prioritario para la estabilidad de México, ésa que Peña Nieto ha construido en dos años de pactos políticos y reformas constitucionales. ¿Estabilidad que podría ser alcanzada por la hoguera de la indignación?

¡Fuera Peña!, gritaban miles de manifestantes ayer en las calles de la Capital del País, al momento en que exigían revolución. Cambio, no guerra. De pronto, alguien recordaba que en las últimas horas los partidos políticos definían el método de selección de sus candidatos para el proceso de elección de diputados federales, ése que recién inició y concluirá el próximo mes de julio.




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