En Tlaquepaque, Jalisco intentan prevenir embarazos de adolescentes con "muñecos simuladores"

Nacional
/ 28 septiembre 2015

Sandra" no quiere ser madre todavía, tiene 14 años y prefirió "devolver" a su hijo al DIF municipal porque cuidarlo implicaría dejar de ir a fiestas y no poder salir con su novio.

Tlaquepaque, Jalisco.-Según el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM), en lo que va de 2014 la Secretaria de Salud atendió a 32 mil 120 mujeres embarazadas, pero de ellas 8 mil 565 son menores de 20 años y 401 tenía entre 12 y 14 años.

El hijo que "Sandra" devolvió al DIF no es real, es un muñeco que forma parte de un programa implementado por el ayuntamiento de Tlaquepaque, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, para intentar prevenir los embarazos en adolescentes.

"Al iniciar la administración metimos un proyecto para conseguir recursos y comprar muñecos simuladores, pues en el trabajo de campo detectamos que había muchas menores de edad embarazadas (...) hoy a través de donaciones tenemos 19 muñecos con los que el año pasado atendimos a 2 mil 366 adolescentes entre 11 y 17 años", explicó Julia Braba Mariscal, presidenta de DIF en Tlaquepaque.

Aunque las autoridades municipales no cuentan todavía con un estudio completo que les permita medir el impacto de este programa, hay un indicio que les hace pensar que está funcionando: durante el año 2012 el Hospital Materno Infantil registró que atendió a poco más de mil 500 adolescentes embarazadas, mientras que el registro de 2013 fue de mil 40.

"Consideramos que en el municipio este problema se ha mitigado en 30%, pero es muy difícil tener un dato fidedigno porque en los distintos centros de salud no hay registros específicos sobre la procedencia de las adolescentes; además todavía hay adolescentes que tienen a sus hijos en el anonimato o incluso deciden abortar", indicó la funcionaria.

"Claudia" es una chica que a los 15 años mantiene relaciones sexuales con su novio y ha pensado en irse a vivir con él; no explica cuántos años tiene el chico del que está enamorada, pero asegura que él ya le ha dicho que pueden vivir juntos, que la apoyará, pero también le advirtió que si se embaraza no se hará cargo del niño.

Datos del Colegio de Médicos Gineco-obstetras del Estado de Jalisco A.C. indican que dos de cada 10 mujeres inician su vida sexual entre los 12 y los 19 años, y el 50% ellas corre el riesgo de tener que dejar sus estudios para atender a sus hijos.

"Sí es bonito tener un hijo, pero a esta edad mejor no; me tocó cuidarlo con alguien que se enojaban mucho cunado lloraba y yo tenía que cargarlo todo el tiempo y arrullarlo (...) me decía que era mi bebé y que yo tenía que cuidarlo, pero yo creo que él también tendría que cuidarlo porque él también fue responsable del acto que tuvimos", dice "Claudia" después de la experiencia con uno de estos muñecos.

El trabajo que el DIF Tlaquepaque hace con adolescentes incluye a los varones y, por lo común -asegura la presidenta de la dependencia- se nota un rechazo aprendido hacia el trabajo de cuidar a los niños.

"La mayoría no los quiere ni cargar y se lo dan a las mujeres; es raro el que quiere estar con el muñeco, y eso a ellas las hace pensar que estarán más solas a la hora de cuidar a los niños. Mientras se esté hablando de sexualidad todos los varones están muy atentos, pero a la hora de tener que cuidar a los niños ya no quieren", indicó Barba Mariscal.

MUÑECOS

Cada uno de los muñecos simuladores con que cuenta el DIF Tlaquepaque cuesta al rededor de 23 mil pesos y tienen diversos programas que los hacen llorar por hambre, sueño o dolor; las parejas de adolescentes que cuidan a estos muñecos deben aprender a descifrar lo que les ocurre a los muñecos para calmarlos.

Además, tienen que ser alimentados y se les debe cambiar el pañal.

Todo lo que hacen los adolescentes para cuidar a los muñecos queda registrado en la memoria del simulador y los encargados del programa lo recuperan a través de una conexión USB para analizar los datos.

Entre las cosas que se pueden saber están los intentos por apagar el muñeco, las veces que lo alimentaron e incluso si fue golpeado, pues hay algunos que están programados como si fueran niños maltratados o que padecen síndrome de abstinencia por ser hijos de padres adictos a las drogas.

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