La SCJN necesita ministros que rectifiquen: Monroy
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Destaca el magistrado que está preparado para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
CIUDAD DE MÉXICO.- El magistrado Pablo Vicente Monroy, sostuvo que está preparado para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Sostuvo que en el máximo tribunal del país "necesitamos ministros y ministras que sepan rectificar sus errores, que estén a ras de la tierra, que no tengamos que jalar su toga para que nos miren a los ojos".
Así lo indicó al comparecer ante el pleno del Senado de la República, en una sesión que tuvo un retraso de cinco horas, como parte del procedimiento constitucional para elegir a los dos ministros que sustituirán a Salvador Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia, cuyas funciones concluyen el 30 de noviembre próximo
Los integrantes de la primera terna para suceder a Aguirre Anguiano iniciaron su presentación a las 16:30 horas.
El magistrado Pablo Vicente Monroy fue el primero en participar. Destacó que en este procedimiento "si se auscultó el perfil de cada candidato, la decisión debe recaer en los más capaces, sería el desenlace congruente". Dijo que "no me mueve la ambición de ser ministro a toda costa, sólo si el Senado me considera idóneo".
Aseguró que el país necesita ministros y ministras con sensibilidad social, honorables, autónomos y firmes, capaces de escuchar a los demás. Sostuvo que él se presenta sin actitudes mesiánicas, "vengo a sumar mi trabajo, Estoy preparado para asumir esta responsabilidad, debido a los aprendizajes obtenidos a lo largo de mi vida".
Durante su intervención expuso que "entiendo la evolución constitucional a partir de la relación entre los derechos humanos, estado y la democracia". Por ello, dijo que la reforma constitucional de 2011 en materia de derechos humanos "es un gran paso, y me entusiasma participar y hacer realizar estos cambios en la vida diaria de los ciudadanos, a través de nuestras resoluciones. Quisiera hacer de los derechos humanos nuestro estandarte, que sea la divisa que nos guíe todos los días en nuestras resoluciones".
El juzgador indicó que el papel que debe jugar la Corte en el seno de un estado de derecho democrático y en particular en este momento histórico "es ser un árbitro, sujeto a reglas, que debe contribuir a los otros poderes de la Unión a la gobernabilidad democrática".
Señaló que "nuestro país necesita una Corte capaz de liderar la transición jurídica mexicana, que establezca nuevos referentes colectivos (...) Concibo a un ministro como un juez constitucional que legitime sus resoluciones, que se apoye en su carrera judicial con visión de Estado".
Vicente Monroy destacó además que "toda sentencia es una acto de poder y por tanto debe legitimarse, y esto se logra a partir de su adecuada fundamentación con el marco normativo; un juez constitucional debe ser consiente de la trascendencia de su resoluciones en el ámbito económico, político y social".
Un juez, defendió actuar con "independencia, imparcialidad, objetividad, profesionalismo y excelencia, pues estamos juzgando bienes y libertades, decidimos sobre haciendas de personas, debemos cumplir a cabalidad con estos principios. La ética judicial debe ayudarnos a que la ciudadanía recupere la confianza en sus juzgadores".