Cardenal Rivera llama a no convertir el poder en un dios que nos esclaviza

CIUDAD DE MÉXICO.- El cardenal Norberto Rivera hizo un llamado a la sociedad a vivir conforme al proyecto de Dios y a no convertir el dinero, los momentos de felicidad y el poder en una deidad que esclaviza para siempre.

Durante la celebración de la misa de este domingo en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo Primado de México puntualizó que aquéllos que utilizan en diversas ocasiones la frase de Cristo que dice "den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" únicamente piensan en lo que se debe dar al César y nunca en lo que se debe dar a Dios y en la construcción de un mundo con mayor humanidad.

"En estas exigencias de amar a Dios, amar al prójimo, amarnos a nosotros mismos ahí está todo el secreto para vivir una vida conforme al proyecto de Dios, ojalá y que el señor nos conceda vivir siempre con ese anhelo, con ese ideal y no convertir un puñado de monedas, no convertir un momento de alegría y no convertir el poder en un dios que nos esclaviza para siempre", concluyó el Mitrado.

Rivera Carrera destacó además que en la actualidad se habla mucho de la justicia social y los derechos humanos, exigencias que no pueden arreglarlo todo si no hay un ideal y una fuerza que los impulse.

Convocó a integrar de forma armónica el amor a Dios y al prójimo sin llegar a los extremos de olvidarse o centrarse exclusivamente en Él olvidándose de los demás.

"También el extremo se da en ese cristianismo espiritualista, en donde la vida cristiana se limita a ciertos ritos pero sin el contexto con la vida en rezar ciertas oraciones, en cumplir con ciertas tradiciones pero nada tienen que ver con el amor al prójimo", señaló.

Por otra parte la Arquidiócesis de México informó que en las delegaciones Iztapalapa e Iztacalco "un ejército de misioneros" recorre las calles con el objetivo de darle "un rostro humano a la Iglesia" y recuperar a los fieles que han buscado otra religión.

La actividad misionera en esas localidades fue creada específicamente para asumir la invitación hecha por el cardenal Norberto Rivera hace doce años al declarar a la Arquidiócesis de México en Misión Permanente.