Evalúan normativa "a la medida" para impulsar a banca pequeña

Nacional
/ 27 abril 2019

Plan de SHCP, CNBV y Banxico. Buscan elevar el crédito entre población y empresas durante el sexenio para dar más fortaleza al sistema financiero y brindar las mismas oportunidades a todos los jugadores

Con el propósito de elevar el crédito entre la población y empresas durante el sexenio, dar más fortaleza al sistema financiero y brindar las mismas oportunidades a todos los jugadores del sector, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México (Banxico) estudian la implementación de un esquema de regulación diferenciada, es decir, un modelo donde las reglas sean diferentes para cada banco, dependiendo su tamaño y nicho de negocio.

Para Adalberto Palma, presidente de la CNBV, aunque el sector financiero mexicano es sólido, aún existe espacio para “afinarlo” y “mejorarlo” con base en reconocer los diferentes modelos de negocio que convergen en el sistema; es decir, identificando cuáles son los segmentos de la población que atienden las diferentes entidades financieras.

“Así podríamos ampliar de modo más efectivo la inclusión financiera y apoyar la actividad productiva de medianos, pequeños y microempresarios, donde existe un claro potencial de crecimiento”, expresó en su momento el titular del organismo regulador y supervisor.

“Se tienen que reconocer modelos de negocios distintos y por lo tanto la aplicación de regulación diferencia es lo mínimo que uno puede considerar. No es ni siquiera una idea muy original, en Estados Unidos los Community Banks sí tienen una, aquí en México los bancos de riesgo sistémico (los más grandes) tienen normas diferentes”, detalló.

 

Patricio Diez de Bonilla, director general de Compartamos Banco, entidad enfocada en los microcréditos, destacó que varios países operan con una regulación diferenciada, lo que ha ayudado al crecimiento de bancos de nicho o especializados: “Las normas tradicionales de una banca universal suelen ser no solo complejas, sino que son costosas y claramente poco efectivas”. 

Explicó que en el caso de Compartamos, al ser una institución bancaria regulada, tiene que cubrir costos normativos y de cumplimiento, los cuales suelen ser mayores a los que solventan sus competidores, que muchas veces son instituciones no reguladas. Para Jorge Sánchez Tello, investigador de la Fundación de Estudios Financieros, en el tema de la regulación diferenciada el vínculo más cercano es Estados Unidos, donde existen dos regulaciones a las que responden los 7 mil 836 bancos que operan, liderados por JP Morgan, Bank of America y Citigroup; sin embargo, dijo, el modelo no puede ser replicado con exactitud. 

Explicó que en el caso de México ningún banco reúne las características para ser considerado dentro de la regulación de “bancos grandes” de Estados Unidos. Aun cuando BBVA, Santander y Citibanamex son los de mayor tamaño en México, no obstante, solo se asemejan a los medianos estadunidenses. 

Enfatizó en que una regulación diferenciada en México permitiría a los bancos otorgar más créditos, y a los medianos y chicos disminuir sus costos. Beneficio para los clientes Los expertos coincidieron en que una regulación de este tipo, además de ayudar al desarrollo de los bancos, traerá beneficios que se verán reflejados en los clientes, como el aumento en el otorgamiento de crédito y la reducción en los costos de algunos de los servicios que adquieren. 

Para Sánchez Tello, lo que los bancos que operan en el país necesitan es que les bajen el nivel regulatorio para que puedan prestar más, acompañado de que ya no aumenten las tasas de interés “Los bancos van a poder competir más, van a ofrecer más crédito, en el caso de los mercados de nicho se podrán enfocar en diferentes ofertas de negocio y las empresas y personas van a poder tener más opciones a mejor precio. 

Al contrario de si no se diera una regulación adecuada los costos estarían reflejados en el precio que paguen las personas por los productos”, dijo. Para el analista se debe buscar un incentivo adicional para que los pequeños bancos puedan seguir creciendo e inclusive ayudarles a captar más clientes a través del crédito. Si bien analistas e instituciones reguladoras consideran que la normativa diferenciada llevará tiempo, coinciden en que será un cambio positivo que puede materializarse durante la actual administración. 

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