Familias condenadas a la pobreza y marginación, por el salario mínimo y la informalidad
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Para trabajadores formales el salario mínimo es precario, una explotación. Trabajadores informales no ganan ni el salario mínimo. Las familias de ambos están condenadas a la pobreza y la marginación.
Los latinoamericanos que tienen la “oportunidad” de trabajar en la economía formal, reciben solamente el 25 por ciento del salario promedio de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esto a pesar que desde 2003 esta brecha salarial ha venido disminuyendo.
Y si bien quienes trabajan en la economía formal reciben salarios muy bajos en comparación con trabajadores de otros países, los latinoamericanos tienen un beneficio: seguridad social a bajo costo solventada con base en subsidios de los gobiernos.
El “pero” de estos servicios de salud, es que, en general, son de muy baja calidad y cuestan vidas.
En contraste con este segmento de latinoamericanos que poseen un trabajo formal (seguridad social de baja calidad y salarios bajos), está el segmento más vulnerable de todos los países de Latino América, el de los trabajadores pertenecientes a la economía informal.
La vulnerabilidad de los trabajadores informales, radica en que en promedio reciben ingresos más bajos que los ya de por sí salarios precarios de los trabajadores formales, con lo cual si los trabajadores informales pagaran los impuestos correspondientes para recibir seguridad social, consumirían gran parte de su ingreso.
Por ejemplo, para el grupo más pobre de latinos que trabaja en la economía informal, el costo por recibir seguridad social sería de tres cuartas partes de su ingreso (si pagaran la proporción correspondiente que pagan quienes tienen un trabajo formal y ganan el salario mínimo).
En 5 de 18 países en las cuales se enfocó este análisis, a los trabajadores informales más pobres les costaría más del 100% de su ingreso recibir seguridad social, es decir aun invirtiendo todo su ingreso en su seguridad social, no les alcanzaría.
En complemento, para los trabajadores informales de Latinoamérica la seguridad social solventada por cuenta propia de manera privada, es mucho más cara que la recibida por los trabajadores formales, esto debido a que los informales se les cobran más impuestos por recibir algunos servicios privados de salud, créditos para vivienda, ahorro para el retiro, seguros por discapacidad y desempleo, entre otros. Siendo así es que están condenados a la marginación social.
Ante esto, la recomendación que hace la OCDE para generar desarrollo, es que los países subsidien la seguridad social por completo para aquellas personas que ganan el salario mínimo o menos, a la par de que se induzca a que las personas a integrarse a la economía formal.
Sin embargo, el ingresar a la economía formal, está lejos de ser una opción viable para los latinoamericanos con menos ingreso, ya que los beneficios de pagar impuestos son muy limitados, además de que esto les implicaría erogar hasta un 75 por ciento de su ingreso, y en cinco países de Latino América esto les implicaría más del 100 por ciento de su ingreso. Con información de The Economist.
Entre los países que forman la OCDE están: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Corea, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Grecia, Hungría, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia, Suiza, entre otros.