A ellas, las madres, y a todas las mujeres
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Llama siempre a tu madre cuando sufras
que vendrá muerta o viva,
si está en el mundo a compartir tus penas,
y si no, a consolarte desde arriba.
Olegario Víctor Andrade
Hoy es un día emblemático en este país, regalos materiales, abrazos, besos, flores. Día de la Madre. A la mujer que no tuvo hijos se le dice que no dio fruto; dentro de las clases sociales populares se le compadece y se le estigmatiza, la mujer sin hijos está incompleta. Tener hijos era algo que la humanidad en algún tiempo consideró fundamental, ahora se cuestiona dado que hay un exceso de población a la que al planeta Tierra le es muy difícil sostener y mantener, hay escasez de agua para el consumo humano y nuestro diario da cuenta de ello.
De manera que el control de la natalidad se extiende y desciende en todo el mundo. El estudio Carga Mundial de Enfermedad en 2017 revelaba que la fertilidad se había recortado a nivel mundial en un 50 por ciento desde 1950. En Estados Unidos y otros países la tasa de natalidad está en mínimos históricos, hasta en China.
¿Qué sucede? Resulta que no se trata de irresponsabilidad de las mujeres jóvenes. La preparación profesional de las mujeres avanza con rapidez y crece la conciencia de lo que representa la crianza de los hijos: darles una vida digna, cálida, de bienestar económico y social. Durante la segunda mitad del siglo pasado y lo que va del 2021, las mujeres saben que el gasto medio por hijo que sostienen los padres desde el nacimiento hasta que cumple 17 años supera los 230 mil dólares, sin incluir los gastos de universidad.
A muchas les apasiona su trabajo y no dudan en irse donde encuentren un empleo que les satisfaga. Aunque perciben que la sociedad las juzga, y las persigue el estigma de no acoger el instinto maternal o no sentirlo. Las mujeres que se niegan a procrear se perciben en cierto modo como “una amenaza”. Desafían la expectativa general de lo que “debe” hacer o desear una mujer.
El incremento mundial de mujeres trabajadoras –o que son el sostén principal de la familia– conlleva también que muchas se muestren reacias a dejar el trabajo, ya que no siempre hay garantía de poder recuperarlo a su vuelta.
Las mujeres contamos ahora con muchas más alternativas, y para muchas es simplemente una opción como cualquier otra. Sin embargo, la idea de que las mujeres tienen que tener hijos sigue tan profundamente arraigada en nuestra conciencia colectiva que aquellas que deciden no tenerlos suelen levantar ciertas sospechas. La colectividad percibe que las mujeres sin hijos suelen ser menos felices que quienes los tienen, además de que suele presentarse cierto rechazo social a esos casos, al considerar que el ser padres es una experiencia vital indispensable.
La conciencia colectiva sigue siendo rígida hacia las mujeres solas y sin hijos, no obstante, a la mayoría de ellas no les importa, saben en lo que están. La mercadotecnia refuerza desempeños de género y fortalece la visión tradicional de que el ámbito de la mujer es el doméstico y el de los varones el público; de ello dan cuenta campañas en medios de comunicación, promociones y regalos. Mujeres madres, felicitaciones.
Y en esta fecha insigne, por decreto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), terminó la pandemia de COVID-19, sin embargo, mantengamos algunas reservas, pues los contagios no se extinguen.