AHMSA: no es sólo una empresa privada
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Se ha dicho en múltiples ocasiones y en todos los tonos posibles: el destino de la Región Centro de Coahuila está estrechamente vinculado al de la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) que, siendo una empresa privada, tiene una influencia determinante en el devenir de la zona donde se ubica.
No es casual que las cosas sean así: la acerera constituye el corazón económico de Monclova y los municipios que rodean a dicho municipio porque casi todas las actividades económicas giran alrededor de la industria del acero.
Por ser esta la realidad imperante, los gobiernos de todos los órdenes deben tener cuidado con las acciones que toman para regular el funcionamiento de dicha industria. No se trata, desde luego, de otorgarle a sus propietarios licencias que son indebidas, pero sí de proteger una fuente de empleo de la cual dependen miles de familias.
Los propietarios de AHMSA pueden ser individuos que han violado la ley y, a partir de dicha condición, deben ser tratados conforme lo que indican las leyes vigentes. Pero que hayan cometido irregularidades que merecen ser castigadas no puede –ni debe– traducirse en acciones gubernamentales que pongan en riesgo la estabilidad de la Región.
El comentario viene al caso a propósito de la preocupación que impera en la Región Centro de Coahuila debido a la más reciente crisis por la cual atraviesa la acerera luego de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) decidió cortarle el suministro eléctrico.
“A todos nos conviene que a Altos Hornos le vaya bien. De alguna forma a todos conviene que esta economía vaya caminando. No nos iría nada bien si la empresa se declarara en quiebra o cierra sus operaciones” ha dicho Mario Coria Rohell presidente de la Coparmex Monclova.
Tiene razón el líder empresarial y no pueden sus palabras ser interpretadas como una argumentación en defensa de quienes encabezan la empresa, sino en defensa de los intereses regionales.
Muchas polémicas se han ventilado públicamente alrededor de las conductas de Alonso Ancira, la cabeza visible del grupo de accionistas que controla AHMSA. Su arresto y permanencia en prisión entre 2019 y 2021 –en México y España–, así como el acuerdo que estableció con la Fiscalía General de la República para restituir cientos de millones de pesos al erario son muestra de una conducta alejada de la legalidad.
Sin embargo, la conducta personal de quien encabeza al grupo de accionistas de AHMSA no puede traducirse en acciones gubernamentales que pongan en riesgo el motor económico de una región.
Cabría esperar por ello que el Gobierno de la República sea capaz de encontrar una ruta que concilie la búsqueda de la justicia, castigando a quien haya cometido delitos, con la preservación de una fuente de ingresos y empleos para una zona estratégica de la entidad.