Calentamiento global: en 2023 sus efectos se resintieron en Coahuila

El cambio climático es definido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos” en el planeta, los cuales pueden ser provocados por eventos naturales como variaciones en la actividad solar o grandes erupciones volcánicas, pero también por la actividad humana.

La segunda causa es la que más preocupa a la comunidad científica hoy día, pues existe evidencia de que, desde el siglo 19, el incremento de temperatura en la Tierra se debe, sobre todo, a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.

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¿Y por qué preocupa? Porque las actividades señaladas generan gases de “efecto invernadero” que impiden la disipación de la radiación térmica que se genera en el planeta y esto se traduce en el incremento de la temperatura global lo cual, a su vez, genera “sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad”.

No es un asunto trivial sino uno de la mayor relevancia, pues nosotros mismos estamos convirtiéndonos en la mayor amenaza a nuestra supervivencia porque estamos alterando el entorno de forma grave.

Tampoco es un fenómeno que esté ocurriendo lejos de nosotros o que podamos minimizar o ignorar porque sus efectos los resienten otras comunidades. El calentamiento es general y en Coahuila padecimos sus efectos de forma clara durante el año pasado.

En efecto, tal como lo reportamos en esta edición, el 2023 fue, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el año más caliente desde que se llevan registros consistentes de la temperatura ambiental. Estos registros muestran que la temperatura promedio en Coahuila fue de 23.2 grados, en la escala Celsius, por encima del récord anterior, de 22.5 grados en los años 2011 y 2017.

Se trata de un incremento promedio de siete décima de grado, una cifra que podría parecer pequeña a primera vista pero que es muy alta. Para dimensionar baste señalar que, de acuerdo con la ONU, la temperatura de la tierra ha crecido 1.1 grados desde finales del siglo 19, es decir, durante más de un siglo, y esa variación ha provocado enormes impactos a nivel planetario.

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Por ello es urgente asumir la gravedad de lo que esta ocurriendo y, sobre todo, actuar en consecuencia. El calentamiento global es una realidad que demanda acciones urgentes de nuestra parte y eso implica a las instituciones públicas pero también a cada uno de nosotros.

Si no hacemos nada, la situación seguirá empeorando y nos colocará, en el futuro cercano, ante escenarios de una complejidad tal que probablemente sea imposible resolver. Y los más afectados por tales realidades seremos los seres humanos y nuestro actual estilo de vida.

No podemos perder tiempo. El momento para comenzar a actuar es hoy y cada minuto que dejamos pasar sin reaccionar es un tiempo que nos pasará factura.