En su 447 aniversario, VANGUARDIA documentó y mapeó todas las esculturas, estatuas, bustos y obeliscos con los que la ciudad rinde homenaje a sus ilustres, momentos históricos... políticos y familiares de políticos
Múltiples expertos coinciden en que la historia es cambiante, se escribe y se lee todos los días a partir de sus símbolos.
Con motivo del 447 aniversario de Saltillo, VANGUARDIA en colaboración con historiadores y docentes locales, realizó un esfuerzo por documentar y mapear todas las esculturas, estatuas, bustos y obeliscos a través de los cuales la ciudad ha rendido sus homenajes.
Desde la tesis de Anabel Fuentes para graduarse de la licenciatura en Artes Plásticas en 2011 y que recopiló poco más de medio centenar, la ciudad no cuenta con algún documento que englobe todas sus expresiones escultóricas, por lo que este es un primer esfuerzo de esta casa editora.
En esta ocasión, VANGUARDIA pudo obtener imágenes actualizadas de 66 estatuas, bustos, conjuntos escultóricos y obeliscos.
A través de sus imágenes, los saltillenses han apreciado a gobernadores, presidentes, héroes de la patria, policías, animales, conceptos, deidades, un periodista y un científico.
“El conjunto de esculturas de una ciudad habla de su identidad, sus tradiciones, sus aspiraciones y rencillas políticas. En Saltillo, como en todo México, la escultura civil en homenaje a héroes y personajes públicos inició después de la Reforma y casi todas representan a los héroes de la Patria, con excepción de las colocadas en las últimas décadas”, destacó la historiadora Esperanza Dávila Sota para VANGUARDIA en 2020.
Por su parte el historiador Carlos Recio Dávila explicó que las esculturas obedecen a momentos históricos y a intereses particulares de los gobernantes que han destacado las características de algunos personajes.
El académico Alejandro Pérez Cervantes, recordó las palabras de John Berger en su libro ‘Modos de ver’: “desde la antigua Roma, el arte ha servido también como una herramienta de la mistificación del pasado: tiene detrás razones políticas y sociales. A través de él, una minoría privilegiada se esfuerza por justificar el papel o importancia de sus clases dirigentes”.
SOLO DOS MUJERES
Dentro de la lista de personajes que se han manifestado a través de la escultura, destaca que solo hay dos mujeres representadas a diferencia del resto de homenajes masculinos. “Coahuila se tardó en reconocer públicamente a sus mujeres”, dijo Dávila Sota.
Si bien hay esculturas con figuras femeninas como la diosa Themis, la diosa Atenea, la madre o la escultura Gaia, Carmen Guerra de Weber y Sor Juana Inés de la Cruz son las únicas mujeres que tienen esculturas en su nombre.
Guerra fue la primera directora de la Academia de Teatro y Danza de Saltillo. Su escultura de cantera, la muestra danzando y oleando su vestido, aunque no tiene alguna placa que muestre su nombre, su trayectoria o la fecha en que fue inaugurada su estatua.
Para Pérez Cervantes, la escultura es un reflejo del poder político enfocado en hacer homenaje a sus propios familiares, a sus ancestros, y desestima la importancia de los verdaderos símbolos de la ciudad, pues recordó que a Carmen Guerra se le homenajeó cuando su sobrino, Armando “Chino” Guerra fue Secretario de Educación.
En el caso de Sor Juana Inés, su busto está ubicado en el lado norte de la Alameda Zaragoza. Según el docente de la UAdeC, Marco Flores Verduzco, “está hecho de bronce, soportado en un pedestal con recubrimiento de mármol color café y con una placa con su nombre y las fechas de su nacimiento y muerte. Hasta el momento no se ha localizado algún registro de cuál fue el motivo de su colocación, pero coincide con los 300 años de su fallecimiento. Esto es mera especulación”.
LA MÁS ANTIGUA Y LA MÁS NUEVA
Según los registros, la más antigua de las que aún pueden visitarse es la dedicada al General Ignacio Zaragoza, ubicada al centro de la Alameda y que data de 1897.
Es obra del hidrocálido Jesús F. Contreras, está fabricada con bronce y muestra al militar a caballo. “Está colocada sobre un pedestal rectangular hecho de mármol de Carrara y circundado por un brocal de fierro fundido. En los laterales del pedestal se localizan dos espectaculares sobre relieves de metal con escenas de la Batalla de Puebla contra el ejército francés” de acuerdo a Flores Verduzco.
Por su parte, la más reciente es la familia de osos que se instaló este 2024 en Paseo Capital, la cual muestra a tres ejemplares de osos negros obra de los escultores Alejandro Fuentes Gil y Alejandro Fuentes Quezada.
Tiene una altura de 2.5 metros y un peso de más de una tonelada, siguiendo el estilo de escultura natural de Fuentes Gil.
EL MÁS HOMENAJEADO
La figura que más veces se repite entre las esculturas de Saltillo es la de Venustiano Carranza, revolucionario coahuilense al que se le dedicaron dos esculturas y un busto.
Una de ellas, con característica de ser ecuestre, se encuentra en la glorieta Carranza en el límite entre Saltillo y Ramos Arizpe. Otra más representa al antirreeleccionista sentado en el vestíbulo del Palacio del Congreso.
El busto fue inaugurado en la década de 1950 y está postrado por una base de mármol negro. Las letras que tenía adosadas fueron ya robadas en varias ocasiones, por lo que no existen actualmente; se ubica en la rotonda sur, frente a la biblioteca pública y presenta algunas marcas de grafiti.
MÁS POLÍTICOS QUE CIENTÍFICOS Y ARTISTAS
Si bien en las esculturas saltillenses hay expresiones culturales como el sarape, periodistas como Efraín López Cázares o maestros como un conjunto de bustos en honor a profesores normalistas, estrictamente solo hay cuatro artistas: Manuel Acuña, Sor Juana Inés, el danzante matlachín y un grupo de mariachis.
En cambio --y con amplitud en el espectro ideológico que va desde Manuel Pérez Treviño u Óscar Flores Tapia hasta José Martí-- hay 21 homenajes a políticos.
“Esta reiteración de personajes corresponden a criterios estrictamente políticos, a agendas institucionales que muchas veces privilegian ciertos discursos, ciertos personajes y se olvidan otros”, dijo al respecto Pérez Cervantes.
En ese sentido, el académico puso como un claro ejemplo de la prioridad que se le dio a los políticos sobre los artistas en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, donde la escultura es hacia Flores Tapia y no hacia el propio Soler.
“Son criterios de las autoridades que no toman en cuenta ni a la ciudadanía, ni a los especialistas, ni a los historiadores. Desde Flores Tapia la escultura y los espacios públicos empezaron de alguna manera a definir a partir de caprichos de los gobiernos en turno.
“Durante el sexenio de Rosa del Tepeyac (como directora del Instituto Coahuilense de Cultura) la hija de Flores Tapia, manda poner la escultura de su padre en la entrada del Teatro Fernando Soler, cuando el teatro se llama Fernando Soler y no hay una escultura de Fernando Soler, hay una escultura de un exgobernador”, expuso.
Además destaca que --si no se cuenta a la tauromaquia como deporte-- no hay deportistas y solo hay un científico, Albert Einstein, que se ubicaba en el extinto Museo El Giroscopio y ahora lo hace en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la UAdeC.
LOS QUE FALTAN
Para Recio Dávila, en Saltillo no hay una cantidad distinguida de esculturas que tengan valor por sí misma, que no solamente hagan referencia a héroes, a diferencia de Monterrey, Monclova o Torreón, por mencionar ciudades cercanas.
En cuanto a personajes, mencionó que faltan dos hombres importantes para la ciudad como son Alberto del Canto y Francisco Urdiñola como fundadores tanto de la Villa de Santiago del Saltillo y del pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala.
Además, Pérez Cervantes dedicó en 2019 toda una columna en honor al olvido que se ha hecho de Oliverio Martínez de Hoyos, escultor nacido en Piedras Negras y quien ganó el concurso para realizar las esculturas que terminaron adornando el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México.
Según cuenta el académico, Martínez de Hoyos realizó bustos en honor a Manuel Acuña y Julio Torri, mismos de los que hoy en día se desconoce su ubicación.
Asimismo ha señalado que no existe alguna escultura del poeta y “víctima del protopriísmo”Otilio González ni del general Francisco Murguía ni del filósofo y vagabundo Adrián Rodríguez.
LA ‘H’ DEL SARAPE, ENTRE OFICIALIDAD Y UBICACIÓN POPULAR
La escultura de mayor altura de la ciudad es la “H” ubicada al centro del Distribuidor Vial “El Sarape”, fue inaugurada en 2011 como parte del proyecto vial y es dedicada, según una placa --de la que se conserva la mitad-- a Horacio del Bosque.
“Lacho” del Bosque fue el Secretario de Obras Públicas que comenzó el proyecto y falleció en 2010 derivado de un accidente aéreo del que también fue víctima el entonces alcalde de Piedras Negras, José Manuel Maldonado.
No obstante, es común que la población relacione la escultura con el exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, quien fue el principal impulsor de la obra.
“Todo mundo sabe que esa figura no tiene ninguna función estructural ni ninguna justificación dentro del conjunto del distribuidor”, mencionó Alejandro Pérez Cervantes.
“La H en el distribuidor vial me parece un acto de vanidad que debería ser destruido. No debe ser incluida en la lista de esculturas (de VANGUARDIA) porque no tiene ningún valor escultórico. Es una estructura que representa la soberbia y altanería de un gobernante”, señaló Recio Dávila.
(Con información de Esperanza Dávila Sota, María C. Recio, Carlos Recio Dávila , Ariel Gutiérrez Cabello, Alejandro Pérez Cervantes, Marco Flores Verduzco)