Concluyen ‘The Crown’ y ‘Senda Prohibida’

En días pasados plataformas de streaming como Netflix y Vix estrenaron las últimas temporadas de dos de sus mejores series, ambas coincidiendo también en aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”.

La primera de ellas se trata de ‘The Crown’, serial de manufactura británica que desde el estreno de su primera temporada en el año 2016 se impuso como una de las grandes favoritas no solo de los suscriptores de Netflix sino de la crítica y las asociaciones de premios como los Emmys a lo mejor de la televisión de los cuales, hasta el momento de escribir estas líneas y previo a su próxima entrega en el próximo mes de enero debido al retraso que tuvieron por las huelgas de actores y escritores de Hollywood, ha ganado 21 premios, otorgados tanto a varios de sus actores como a los creadores y escritores entre los que destaca el nominado al Oscar Peter Morgan por la historia relacionada a su vez a la corona inglesa “La Reina” (“Stephen Frears, 2006) protagonizada por Helen Mirren.

No es para menos, ya que si bien se valieron de una cronología histórica muy fidedigna a partir de la coronación de la Reina Isabel (Claire Foy) y hasta el fallecimiento de la monarca (Imelda Stauton) acontecido el mes de septiembre del 2022 cuando se filmaba coincidentemente la sexta y última temporada, como buena ficción que es se tomaron muchas licencias, y entre ellas, por ejemplo, el mismo Peter Morgan jugó entre la mencionada “La Reina” y “The Crown” con personajes como el primer ministro Tony Blair, quien en la primera “gestionó” con la monarca interpretada por la ganadora del Oscar Helen Mirren cómo manejar el asunto de la muerte de la princesa Diana con el pueblo británico y en la segunda cómo lidiar con “la Corona” en medio de su “crisis existencial” tras ese evento.

De cualquier manera, aunque a diferencia de la primera parte de esta última temporada “The Crown” tuvo un mejor posicionamiento entre las series más vistas a lo largo del mes pasado por Netflix que la segunda parte a pesar de que el protagonista de esta última etapa es “el fenómeno” del príncipe heredero Guillermo (Ed McVey) no desmerece en nada frente a todas las temporadas anteriores, y sobre todo como cierre “con broche de oro” en el significado de la corona que da título a la historia de frente a un nuevo milenio y los tiempos revoltosos y caóticos que nos rodean donde la modernidad parece ganarle a la tradición, pero haciendo énfasis como mencionamos al inicio de este comentario que por algo las instituciones tienen cimientos firmes y si se preservan aseguran un futuro estable.

En este sentido, vaya desde aquí también un aplauso de pie para la productora Giselle González (“Para volver a amar”; “Caer en tentación”), quien desde la primera temporada dio mucho más respetabilidad y majestuosidad como el homenaje que también es a una autora vital para la telenovela en México, Fernanda Villeli, con su adaptación de “Senda prohibida”, que lo que hizo José Alberto Castro con otra célebre historia de su autoría, “El Maleficio”, al respetar la esencia de aquel melodrama que a su vez era desde su versión original un atentado a una sólida institución tradicional de la sociedad mexicana como la familia ubicada en el año de 1958 cuando vio su primera luz como la primera telenovela de la historia pero mostrando una alternativa original y muy bienvenida para el determinismo femenino de entonces.

Así, haciendo a su vez un homenaje a las historias clásicas del cine mexicano que se daban a su vez por aquellos años, el actor saltillense Alfredo Huereca, dueño del cabaret “Paradise” donde se desarrolla en forma paralela la historia original, mira con nostalgia el fin de toda una época, mientras la esposa engañada de esta versión interpretada por Ileana Fox en lugar de agachar la cabeza acaricia su libertad.

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