Derecho de piso
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Que a las artesanas de Isla Mujeres se les cobre derecho de piso es inaudito como lo es el que los delincuentes del área de Urique, Chihuahua, hayan matado a un guía de turistas por no querer pagar este infame costo.
¿Cuál es el futuro del turismo en México? El paradigma que pareciera existir en la autoridad federal de que los turistas seguirán visitando nuestro País aunque se carezca de promoción internacional no es el más correcto. Muy a mi pesar la realidad es otra, pues está resultando peligroso para el turismo internacional, y para el nacional, transitar por México.
No tengo duda alguna de que una poderosa llave para el desarrollo humano en México son las actividades turísticas que conllevan en su cadena de valor empresas lideradas mayormente por mujeres, lo que nos habla de la gran potencialidad que existe en este campo de actuación para la redistribución del ingreso.
Pero si en la realidad objetiva los pequeños, medianos y grandes entes económicos que participan en la oferta de productos y servicios turísticos le están pagando un derecho de piso a representantes de mafias delincuenciales que amenazan su vida −y aparentemente las cosas siguen en marcha con ese “oxígeno”− ciertamente el turismo está colgado de pinzas. La situación es muy delicada y una de sus últimas expresiones fue la persecución a un guía de turistas, quien se negó a pagar derecho de piso, por parte de un delincuente apodado “El Chueco” y que culminó con la muerte de dos jesuitas en el atrio de un templo, en el municipio tarahumara de Urique, Chihuahua.
Cuando la delincuencia organizada de los distintos cárteles que existen en México pide un derecho de piso a los micro, pequeños y medianos empresarios su intromisión forma parte de los costos de los productos y servicios turísticos, lo que suma a su encarecimiento. Como parte del aumento podría llegar un momento en que, por motivos de miedo, los oferentes turísticos abandonen el mercado, lo que significará que a menor oferta será mayor el precio de los servicios y productos.
La inseguridad en los destinos turísticos mexicanos, sumado al encarecimiento de sus productos y servicios, genera un escenario poco atractivo para el turismo.
Estados Unidos ya ha señalado que la mayor parte de las entidades federativas de México no deben ser visitadas por sus ciudadanos, esto, aunado a la inminente recesión que sufrirá, podrá afectar al turismo mexicano dado que sus mayores clientes son los estadounidenses.
Para el caso de los Pueblos Mágicos, la situación parece también muy compleja en materia de inseguridad y cobros de piso. En menos de un mes han ocurrido actos de violencia en Mazamitla, Jalisco; San Cristóbal de las Casas, Chiapas; Valle de Bravo, Estado de México; Huauchinango, Puebla, y de alguna manera en Creel, Chihuahua, porque allí se encuentra el centro criminal de los delincuentes de la sierra tarahumara. Las anteriores municipalidades tienen el distintivo de Pueblos Mágicos.
¿Seguirá el futuro inmediato del turismo mexicano en manos de los delincuentes? ¿Seguiremos callados los ciudadanos ante esta situación? ¿Las autoridades federales harán algo al respecto para detener el infame pago por el derecho de piso para productos y servicios turísticos que exige la delincuencia organizada?
Ya hay una mujer nacida en Monclova, Coahuila, al frente del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Clara Luz Flores Carrales conoce del tema. Espero que en su gestión se pueda hacer algo en torno a la tercera pregunta del párrafo anterior.