Detrás de la gran muralla
Apuestan a la desmemoria. Después de todas las rodillas del planeta las doblaron. Desde los laboratorios clandestinos nada escapa de la guillotina.
Su destino en oriente es de dominar toda la estructura mundial. Sus productos ya no son de baja calidad. Los de alta gama en tiempo récord.
Por encima de cualquier maquiladora en los países del tercer mundo. Incluyendo México.
China debe responder a las preguntas de los investigadores, a los científicos y a los economistas, de las implicaciones de la posibilidad de una nueva cepa determinante.
La barcaza de las economías para el 2023 hacen agua. Las cuarentenas en el interior de China no alientan en nada. Desfondan las posibilidades de paliar las diferencias entre quienes poseen algo y de quienes solo sobreviven con aire.
El seudosocialismo o comunismo impositivo de China exacerba. Llegarán olas siniestras. Desollaran los últimos treinta años de neoliberalismo.
Cada crisis sanitaria es una bomba nuclear. Las granjas, las producciones agrícolas, el suministro de las líneas de alimentos adolecen de repuestos humanos.
Ni siquiera las visas de trabajo, de atraer a quienes siembren, levanten las cosechas y los conduzcan, son garantía de vida.
Esa es la siguiente revolución humanitaria. En los campos de reeducación china. Honrando a la palabra con limpiar el régimen oscuro de un país no alineado.
