‘Distrito Verde’: más calidad de vida para los saltillenses

Opinión
/ 21 abril 2022

Proyectos como el ‘Distrito Verde’ constituyen esfuerzos en la dirección correcta: invertir en proyectos que no solo implican hacer negocios, sino mejorar la calidad de vida

Las zonas urbanas de la actualidad están convocadas, sobre todo, a ofrecer una mejor calidad de vida para quienes las habitamos. Y eso implica entender el concepto desde su perspectiva más amplia, que va mucho más allá de contar con más oportunidades de empleo.

La calidad de vida implica, entre otras cosas relevantes, que las personas podamos emplear mucho menos tiempo en traslados y mucho más en actividades que armonicen el trabajo, el descanso y las actividades culturales y recreativas en el día a día.

Eso, llevado a la realidad, quiere decir que el desarrollo de las zonas urbanas debe concebirse a partir de “polos citadinos” en los cuales se encuentren contenidas la mayoría -idealmente la totalidad- de las actividades cotidianas de las personas que los habitan.

Esa es la perspectiva desde la cual se ha concebido el “Distrito Verde”, un desarrollo urbano que arrancó ayer con la inauguración de la nueva localidad de Alsuper, cadena de supermercados de origen chihuahuense que ha incursionado con gran éxito en Saltillo.

“Hoy es un día muy especial para Saltillo y en especial para esta zona de la ciudad, y es que hoy simbólicamente se le da el banderazo al nacimiento del cuarto polo en nuestra ciudad, que queremos nombrarlo como el Distrito Verde”, ha dicho Armando Castilla Galindo, director General de VANGUARDIA y uno de los inversionistas del proyecto.

Y es que el supermercado recién inaugurado formará parte de un complejo denominado “Parque AltoSur”, que aspira a convertirse en el cuarto polo citadino de la capital coahuilense, junto a los polos representados actualmente por el Centro Histórico; el Museo del Desierto y el Parque Maravillas; y Parque Centro.

Un distintivo relevante de este nuevo proyecto será la posibilidad que proporcionará a sus habitantes de mantener una estrecha comunión con la naturaleza, pues se ubica en las inmediaciones de la sierra de Zapalinamé.

Además de celebrar el surgimiento de este proyecto, resulta deseable que se conciba como un modelo para futuros desarrollos orientados a mejorar la calidad de vida de los distintos sectores urbanos de nuestra ciudad, así como las zonas que colindan con estos.

Por lo demás, se trata de un proyecto que revitalizará el sur de la capital coahuilense, un área que requiere de mayores inversiones -en infraestructura y en desarrollos comerciales- de forma que quienes habitan la zona no deban realizar largos desplazamientos para acceder a mercancías, diversión, esparcimiento y cultura.

Valdrá la pena por ello que los inversionistas locales y foráneos vean esta propuesta no solo como una oportunidad para el asiento de sus proyectos, sino como inspiración para impulsar otros desarrollos similares que mantengan a nuestra ciudad como una de las mejores para vivir.

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