El valor del dinero
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El dinero como elemento material y como concepto, es anterior a los mercados financieros contemporáneos. Nació como un mecanismo de control y de transacción social, dictado por las fuerzas de poder que, si revisamos en la antigüedad, eran tres básicamente: la iglesia, los reyes y gobernantes. Este poder era usado también para controlar a naciones o territorios colonizados.
Y estamos en 2022, en donde, sigue el Estado en su papel de dueño del monopolio para emitir la moneda que se usa. El dinero, al decir de Pavlina Tcherneva, ha jugado un papel clave en la transferencia de recursos reales entre todas las partes sociales, así como en la distribución del excedente económico, también llamado bienestar total. Esto último, el excedente, es resultado de la diferencia del gasto y el ingreso, por lo que está relacionado, entre otras cosas, con el nacimiento al ahorro acumulado en arcas nacionales, privadas o familiares.
Se mira el dinero como una moneda, como un billete, o como imagen en sus migraciones del mundo material al virtual. Actualmente, sigue siendo el Estado el dueño de este mecanismo que le permite que se agencie una parte de la producción económica generada por empresas tanto creadas por el propio estado, o privadas. Por tanto, sigue vigente la frase del dinero como criatura del Estado.
Por su parte, Heródoto escribió en la antigüedad, en el siglo VIII antes de la era cristiana, uno de los puntos de origen del dinero; lo ubicó en Lydia, un pueblo de Asia Menor. Allí, escribió, se generaron monedas hechas de una aleación llamada electrón, resultante de la mezcla de oro y plata, sobre la que se imprimía un León, símbolo de aquel pueblo.La palabra moneda proviene, de la diosa romana Juno, a quien se le apodaba “moneta”, pues era en su templo donde se acuñaba cada una de ellas. En nuestro país, fue en la Casa de la Moneda, a partir de 1535, que se acuñaron monedas de plata.
A los chinos se les atribuye la creación del papel moneda, alrededor del año 1000 en la provincia de Sichuan, China para sustituir el uso de monedas de oro y plata. Y no era precisamente de papel, sino de un elemento de la biodiversidad de la que nace el papel: una lámina de corteza de árbol a la que se le agregaba la firma de varios funcionarios y el sello rojo del emperador Kan.
El papel moneda fue usado con profusión, en Europa durante el siglo XVI. En nuestro país, así como en otras culturas prehispánicas de América, anterior a la colonización, se usaba como muchos saben, el cacao como moneda. Y es en esta imagen del cacao en la que deseo detenerme, pues el cacao, al ser una semilla que debe ser cuidada, simboliza claramente el valor de sí misma solo si hay quienes la cuiden, cultiven y extraigan.
Curiosamente, hoy pareciera que el dinero material es sucio y lo mejor es tenerlo como bits corriendo en cuentas virtuales. Sin embargo, en la historia reciente de nuestro país, las monedas tenían otro valor y un peso o cinco pesos eran una fortuna, dignos de ser tenidos en el bolsillo y hacerlos sonar. Hoy, tomar un peso entre las manos, representa poco, nada o curiosamente, pobreza.
Aún con todas las devaluaciones sufridas, las empresas estatales o privadas, son puestas a funcionar por ciudadanos y niños, y es la ciudadanía (incluidos los niños que trabajan en forma clandestina aún y cuando por su edad no puedan llamarse ciudadanos) la que da soporte al funcionamiento de todas las empresas y por tanto, la que materializa los bienes, productos o servicios que adquieren valor, y por tanto son dinero.
El valor del dinero entonces está en la fuerza laboral, como se ha insistido desde los 1800 en adelante, aún y cuando el dinero parezca ajeno, lejano en su abundancia, o solo visible en las manos de unos cuantos.