Escoge tus problemas. Si no lo haces de seguro cualquier problema te escogerá a ti. Mejor de una vez convierte los problemas en objetivos
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Me acabo de encontrar un vello largo en mi mejilla. Me acordé de un comediante que bromeaba que con la edad perdía cabello y le brotaba vello en los lugares menos oportunos. Él se cuestionaba, “¿De qué sirve pelo en el c&%$? En este caso es en la mejilla, y no hablaré de otras apariciones o desapariciones, solo de cambios. Tengo muchas amistades que llegan a sus 30 años, bien a los 40, y notan que la vida, incluyendo el aspecto físico, ya no es igual. Desde pandemia, por ejemplo, hemos notado menor deseo de desveladas. Sí, incluso lo observo en mis amistades mucho más jóvenes que yo. Una etapa de la vida no es igual a otra.
Si recordamos la manera en que vivíamos de niños y adolescentes, veremos que no hacemos, pensamos, sentimos, ni creemos lo mismo que antes. Solteros, casados, estudiantes, profesionistas, madres, padres, tíos, abuelos...pasamos por etapas y actividades, por edades, por...pues por todo...
En mi trabajo acompaño a otros a crecer, a madurar, a conocerse, a aceptarse, a adaptarse a los cambios, a trascender las etapas de la vida, y mientras los acompaño, hago el trabajo mío.
Cada etapa tiene sus características específicas (tanto a la etapa como al individuo) y sus retos particulares. Un buen ejercicio es hacer una lista de esos retos, convirtiéndolos en metas y objetivos. Uno de mis maestros, en algún momento, nos dio una tarea. “Escoge tus problemas.” Viendo nuestros ojos de asombro y confusión, repitió su instrucción y aclaró que si no escogíamos nuestros problemas, los problemas nos escogerían a nosotros. Ya intrigada, y percibiendo que tenía mucha razón, me acordé del precepto de limpieza de espacios. Se limpia con el humo de hierbas de limpia (romero, salvia, ruda), pero no se deja el espacio en vacío nunca. Al dejar el espacio en vacío cualquier energía puede llegar a ocupar ese espacio. Al hacer la limpia, se termina con la quema de hierbas dulces para poner y proponer la intención que tenemos para ese espacio. Entonces, parece sumamente inteligente escoger nuestros problemas.
Disculpen, pero tengo una lista que hacer.