Esterilización contemporánea o el 12 de octubre
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Los mexicanos somos herederos de convulsas mezclas en donde las matanzas y el racismo estuvieron presentes. Somos resultado de esto. Reconocerlo no nos hace rencorosos, sino abiertos a una verdad que en sus oscuridades y en sus luces, ha estado presente en el camino hacia la mexicanidad contemporánea.
El llamado Día de la raza, incluye también ficciones interesantes: la “raza blanca” o “pura” de los españoles no fue tal, ya que ellos han estado atravesados por la presencia de los árabes durante siglos -entre otras naciones- y estos a su vez tuvieron interacciones con otras latitudes más lejanas que tienen información genética de mayor riqueza. Así, su diversidad en este sentido, es mayor incluso a la encontrada en estas tierras.
La superación del trauma causado por este choque al que se sometió a las poblaciones originarias de lo que ahora conocemos como México, no se ha dado en su totalidad. De ello da cuenta el racismo practicado por los mismos mexicanos. Es como si se huyera de un horror en forma constante para evitar ser repudiado. En las familias inclusive se deja escuchar todavía un: “cásate para que mejores la raza”, refiriéndose a la selección de una pareja de piel menos oscura.
Incluso el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional llegaron en un pasado contemporáneo reciente, a condicionar el préstamo de dinero a la nación mexicana, a cambio de emprender programas de esterilización en los estados con mayor presencia indígena en el sur del país. Mujeres que fueron a parir a hospitales, se despertaron ya esterilizadas. Estas acciones terribles fueron realizadas sin el consentimiento de las mujeres.
En otro escenario, veamos la distribución de los trabajos asignados en distintas empresas, oficinas de gobierno y centros de trabajo. En su mayoría existe una clara distinción: entre mejor pagado sea el puesto, se elige por lo general a personas con la piel más clara, incluso los grupos cercanos a la persona directiva se escogen con este mismo criterio, no así al personal de limpieza y de trabajo físico, para esto se selecciona por lo general a personas con piel más oscura.
Esta descripción de los hechos que ocurren en la república mexicana no termina aquí. El término prieto se usa en forma despreciativa, así como se emplea la palabra indio o negro.
Si cada población tiene el derecho de cambiar su historia o elegir recordar otras cosas, México y el mundo se encuentran en un momento en el que las narrativas sobre este día chocan de forma intensa.
Obviamente se mantiene el privilegio dado por el color de piel, pero cada vez es más absurdo que prevalezca, ello ante las luces que han otorgado los conocimientos que las civilizaciones han acumulado en su mezcla, conocimientos que si se consideran, permiten que el racismo se perciba cada vez más como lo que es, una muestra de ignorancia y un deseo de establecer diferencias para que siga funcionando un modelo socioeconómico y político, sumamente desigual.
El vocablo prieto significa “apretado, denso, moreno, casi negro” y proviene del latín appectorare que refiere a ceñir o estrechas contra el pecho.