La pobreza
COMPARTIR
TEMAS
Uno de los más grandes pensadores en la historia de la humanidad sin duda es Confucio. Su filosofía aún sigue fresca y sus enseñanzas todavía son útiles a nuestra vida cotidiana. A este sabio chino pertenece la siguiente frase: “En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza”.
Más de dos mil años pasaron ya desde que Confucio asombró a los chinos con sus ideas. De aquél tiempo a nuestro días, los seres humanos han sido capaces de conocer la ciencia y difundirla, de encontrar la cura a miles de enfermedades, de llegar a la luna, en fin, han logrado hacer descubrimientos e invenciones que son muestra clara del progreso de la humanidad. Sin embargo, a pesar de tantos adelantos y de ser cada vez más “civilizados”, aún seguimos sufriendo por la ineficiencia e injusticias del Gobierno.
Si nos apegamos a la frase de Confucio, seguramente nuestros funcionarios públicos tendrán muchos motivos para sentirse avergonzados, pues ellos han provocado que los pobres sean cada vez más pobres, y que la fortuna de los ricos aumente día con día. Resulta increíble que en nuestros días, cuando se supone que hemos aprendido de los errores pasados y hemos conocido que la verdadera justicia social consiste en no arrebatar al hombre lo que es suyo, sigan cometiéndose grandes fraudes en donde el único afectado es el pueblo.
A pesar de todo, los mexicanos tenemos muy mala memoria, y los saltillenses no estamos exentos de este tipo de amnesia. Cuando el Presidente de la República viene de visita a nuestra ciudad, aparecen policías por todas partes, se barren las calles, y Reyes Flores Hurtado, superdelegado de la 4T en Coahuila, por fin se acuerda de su puesto y se pone a acarrear a miles de porristas a la plaza principal para vitorear a López Obrador.
Si nuestros funcionarios públicos se sienten muy orgullosos por el trabajo que han hecho y ven en cada discurso la ocasión para vanagloriarse por sus logros, mi profesión como periodista me obliga a mencionarles algunos aspectos por los que deberían estar avergonzados. López Obrador se dice un enemigo de la corrupción, pero más del 70 por ciento de los contratos ejercidos durante su administración se hicieron por adjudicación directa. Y si hablamos de opulencia (pecado que le costó su chamba a uno de los pocos funcionarios que cumplían con su deber) no podemos pasar por alto que la chamarra que usa el menor de sus hijos es de un reconocido diseñador italiano y cuesta más de 120 mil pesos.
Tomando en cuenta lo anterior, puede decirse cualquier cosa, menos que AMLO haya acabado con la corrupción. Ni siquiera puede estar cerca de ello, cuando él mismo fomenta tratos y convenios deshonestos.
Los funcionarios públicos también deberían avergonzarse por el aumento de la pobreza en nuestro país, todo esto por el atraso educativo y sobre todo, por culpa de los políticos que se atreven a robar el dinero que debería estar destinado al bien de los ciudadanos. México es uno de los países de Latinoamérica con mayores índices de pobreza. En 2020 creció el porcentaje de mexicanos en situación de pobreza, es decir, 43.9 de cada cien mexicanos no tienen una alimentación balanceada, un lugar digno para vivir, carecen de los servicios básicos como el agua, la luz y asistencia médica, y además, no tienen la oportunidad de recibir una buena educación que les otorgue las herramientas para superarse.
¿Y dónde quedó aquello de que “por el bien de todos primero los pobres”? En el basurero de la retórica presidencial, quien seguramente a estas alturas ya se dio cuenta que el regalar dinero a personas mayores y a ninis en realidad no genera riqueza mientras no incentives como Gobierno más oportunidades laborales.
¿Quién no siente coraje al ver a un pequeño niño desfilar entre los coches de un bulevar en busca de unas monedas que no le servirán de nada? Debemos estar conscientes de que el hecho de que haya hombres que sufren por su pobreza no se debe al destino ni a la mezquindad de la naturaleza, sino más bien, a la injusticia de los hombres. Es tiempo de despertar del letargo en el que hemos estado y exijamos castigo a todos aquellos que al ser funcionarios públicos han encontrado la oportunidad de dar rienda suelta a su tiranía y a sus afanes de poder.
aquientrenosvanguardia@gmail.com