Viaje al corazón de un hijo

Politicón
/ 23 octubre 2016

No hay más grande dolor para un padre que bajar al sepulcro el cadáver de un hijo. Biológicamente estamos preparados para ver partir a los más viejos, no a quienes están llenos de futuro. La muerte repentina de un hijo, o de un hermano menor, es un golpe contundente al plexo solar, ese casi mítico punto del cuerpo humano que sólo conocen los pugilistas asesinos.

Hace algunas semanas, le marqué por teléfono a las 6 de la mañana al periodista Wicho Mendoza para tratar un asunto. De entrada me disculpé por la hora, él me respondió que ni siquiera había dormido. Los editores y directivos de un periódico terminan su turno pasada la media noche.

Me confió que llevaba meses sin dormir, pensando en su hijo que se marchó
repentinamente.

Nos quedamos hablando más de una hora.

El libro es la historia de una familia que hacía una vida feliz, hasta que una noche Luis Eduardo fallece en un accidente. Así, de repente, como suelen ocurrir los grandes sucesos.

Es una novela que narra en once capítulos la convivencia entre el fallecido, su padre y los demás miembros de la familia. Hasta que la muerte sin avisar, se llevó al primogénito cuando todas los asuntos en su casa marchaban de la mejor manera.

La novela que Wicho Mendoza ha escrito en memoria de su hijo, refleja en cada página el enorme cariño con el que se vivió una aventura por la vida y que parecería que nadie perturbaría. Narra toda una travesía al lado de su hijo del mismo nombre.

Refleja la felicidad del primer bebé del matrimonio formado por Luis Eduardo y su esposa Magdalena. “Viaje al corazón de mi hijo” es el resultado de muchas noches de insomnio y lágrimas. Ahí están descritas las últimas horas de vida de Luis Eduardo.

Destaca el autor cómo Luis Eduardo hijo, aprendió de sus padres a tener una familia y luchar por sus hijos y cuidarlos. Da cuenta del crecimiento del hijo, quien a los 16 años se convirtió él mismo en padre, con un enorme deseo de formar su propia familia.

Luis Eduardo fue transformando su vida gracias a los consejos de su padre y a la dedicación a su familia. Había iniciado una carrera universitaria en ciencias de la comunicación, precisamente buscando seguir los pasos de su padre en el periodismo.

El libro es la historia de una tragedia familiar narrada en primera persona. La muerte del hijo, a veces provocó que los demás miembros de la familia le perdieran el sentido a la vida, y describe esa herida que llevará la familia.

Hace un relato en sus páginas de cómo fue su última Navidad, la de 2014: dos meses después murió Luis Eduardo Mendoza Estrada.

Recrea las visitas a la playa que hicieron juntos y el gusto de su hijo por jugar en la arena a la orilla
del mar.

Después de la muerte de Luis Eduardo, Wicho Mendoza inicia un viaje al corazón de su hijo y escribe la historia de su familia y el dolor terrible de haber perdido a
su primogénito.

carranzainforma@gmail.com 

El dato
> “Viaje al corazón de mi hijo” se presentará en la Feria del Libro de Monclova, el 5 de noviembre a las 6 de la tarde, en el Museo Biblioteca Pape.

 

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM