Galeano, una vida entre el compromiso político y fantasías futboleras

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aleano se convirtió en un referente para varias generaciones gracias entre otros a su aclamado ensayo "Las venas abiertas de América Latina".
Montevideo, Uruguay .- El escritor uruguayo Eduardo Galeano, que murió hoy en Montevideo a los 74 años, tuvo muchas pasiones en su vida, pero entre ellas destacaron dos: sembrar palabras a través de la literatura y "limosnear fantasía" en los estadios de fútbol, deporte al que dedicó numerosos escritos.
Intelectual comprometido, Galeano se convirtió en un referente para varias generaciones gracias entre otros a su aclamado ensayo "Las venas abiertas de América Latina", en el que denuncia la explotación a la que fueron sometidos los países de la región desde la llegada de los colonos españoles.
"La independencia es todavía una tarea por hacer. Así fue en toda América, de norte a sur. Todas nuestras naciones nacieron mentidas. La independencia renegó de quienes peleando por ella se habían jugado la vida. Y las mujeres, los jóvenes, los indios y los negros no fueron invitados a la fiesta", dijo en 2011 con motivo del Bicentenario de la independencia de algunas de las naciones sudamericanas.
Nacido en Montevideo el 3 de septiembre de 1940, Galeano dio sus primeros pasos como periodista en el desaparecido semanario "Marcha", al que también estuvieron vinculados desde Juan Carlos Onetti -era secretario de redacción- a Hugo Alfaro, Arturo Ardao, Homero Alsina Thevenet, Alfredo Zitarrosa, Salvador Puig y Mario Vargas Llosa.
Aquella generación se destacó por su fuerte compromiso político. Muchos de ellos participaron en el proceso que condujo a la unidad de la izquierda y la formación del Frente Amplio (FA) en 1971, lo significó para algunos la prisión, la clandestinidad o el exilio.
Ese fue el caso del propio Galeano, que tras el golpe de Estado de 1973 se exilió primero en Argentina y después en la costa de Cataluña, hasta con el retorno de la democracia pudo volver a Uruguay.
Eduardo Galeano tuvo posiciones cercanas a las del Partido Socialista de Uruguay (PSU), de definición marxista-leninista, pero en los últimos años estuvo más cerca del sector que lidera el ex presidente y actual senador José Mujica, que participó de la guerrilla armada en la década de 1960 hasta inicios de 1970, cuando fue desarticulado el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
El escritor uruguayo era fanático del fútbol, una pasión compartida con su colega Mario Benedetti (1920-2009), e hincha del club Nacional de Montevideo, uno de los clubes más populares de Uruguay junto con Peñarol. Reflejo de esa pasión fueron entre otros los libros "Su majestad el fútbol" y "El fútbol a sol y sombra".
Galeano siempre criticó a intelectuales de izquierda y de derecha que consideraban que el fútbol desviaba a los pueblos de sus destinos revolucionarios. "Una estupidez total, y los hechos demostraron que no tenía nada que ver con nada. Yo sigo siendo un apasionado del fútbol y a mucha honra", expresó Galeano, quien se consideraba además un "completo pata de palo" para el deporte.
Sin embargo, en los últimos años había decaído su entusiasmo. En alguna de las entrevistas que concedió cuando aún se mantenía activo, confesó que recorría estadios del mundo "limosneando alguna fantasía" sobre el campo de juego.
"Uno siente que un libro le anda dentro como un niño en el cuerpo de una mujer", dijo hace unos años en una entrevista con dpa. Prueba de ello es su extensa producción literaria, entre la que además de "Las venas abiertas de América Latina" destacan también su trilogía "Memorias del fuego" o "El libro de los abrazos", una colección de relatos breves en la que pone de manifiesto su amor por las palabras.