- 12 octubre 2024
Criseida Santos Guevara conversará ‘en clave queer’ en la FIL de Coahuila
La autora regiomontana se unirá este domingo a los escritores y editores Astor Ledezma y Elsa Tamez en la mesa de diálogo ‘Literatura en clave queer’, en el marco de la Feria Internacional del Libro Coahuila 2024
Ser escritorx queer lleva apellido, dice Criseida Santos Guevara. Para la mayoría de quienes hacen narrativa, o poesía, o cualquier otro género literario, su identidad no impacta la clasificación o divulgación de su obra, pero no así para los gays, las lesbianas, las personas trans o no binarias.
La escritora (lesbiana) regiomontana, autora de libros como “Rhyme & Reason” (Tierra Adentro, 2008) y “La reinita pop no ha muerto” (Random House, 2022), se unirá este domingo 15 de septiembre a los escritores y editores Astor Ledezma y Elsa Tamez en la mesa de diálogo “Literatura en clave queer”, para conversar sobre las implicaciones de escribir desde la diversidad, la trinchera, la disidencia.
“Yo desde muy joven supe que quería ser escritora, desde antes de publicar, hacía ensayos, textos [...] Pero desde el inicio tuve la pregunta de si mi preferencia sexual iba a importar o no a la hora de escribir. Para mí fue, y sigue siendo, un proceso complicado, porque a veces no quisiera reducir mi exploración literaria, y no lo digo de forma peyorativa, a mi preferencia sexual. Esa fue mi primera duda”, comentó en entrevista con VANGUARDIA.
La charla, que se llevará a cabo en la Sala Julio Torri de la Feria Internacional del Libro Coahuila, en punto de las 19:00 horas, abordará la identidad y la representación de la diversidad LGBT+ en el proceso creativo, así como en las dinámicas de la industria editorial.
“Yo quiero que mis personajes se desenvuelvan como si fueran mis amigos, o como si fuera yo, o como si fuera el mundo en el que vivo, y ahí es que empecé a escribir personajes que tenían vivencias, relaciones y mortificaciones propias de los LGBT”, compartió, “yo era no solo abiertamente lesbiana, era activista. Yo tuve hijos en el 2006 y para mí fue una salida definitiva del clóset, porque tuve hijos con otra señora, entonces siempre sale la pregunta de ‘¿y el papá? No hay’. Entonces estaba fuera del closet, es un clavado, así va a ser el resto de mi vida y eso se va reflejando en el tipo de textos que empecé a escribir”.
La regiomontana recordó que su primera publicación llegó justo en un momento de transición, donde escribir sobre experiencias queer encontraba puertas cerradas en el mercado literario y poco a poco comenzó a ocurrir un boom de aceptación mainstream de este tipo de historias.
“Yo pienso que sí hay un sector, hablando estrictamente de quién lee, interesado en ese tipo de literatura y situaciones, pero no encaja, no empata exactamente con lo que busca lo LGBT, porque son temas más profundos, son discriminaciones más profundas, problemáticas más profundas. Ser gay o lesbiana, o género fluido, en un contexto urbano, de clase media, es hasta bien visto, porque te da cierto caché, pero ser un cuerpo no hegemónico, en un contexto menos urbano, o que no tiene que ver con el arte, si te vas a trabajar a las fábricas, porque así es la realidad, no creo que sea tan color de rosa, sino no existiría la lucha, la resistencia y no habría este foro, esta necesidad de seguir hablando el tema”, explicó.
En ese sentido, aunque así como las personas LGBT+ han podido encontrar coincidencias con tramas y personajes escritos desde la hegemonía heterosexual y cisgénero, y reconoce que las personas heterosexuales y cisgénero pueden llegar a identificarse con elementos de sus novelas, al final el lector común elegirá la historia convencional.
“No sé cuántos ejemplares se han vendido comparado con una historia que habla de lo mismo en un contexto heterosexual. Y yo creo que seguimos en desventaja porque si una persona que ha sido formada de manera heterosexual, con lo que implica: homofobia, este tipo de respeto que sí, pero nomas no se me acerque, o en su casa, se pasea frente al estante y ve ‘La reinita’ al lado del otro libro, yo creo que va a agarrar la versión heterosexual, porque no se va a permitir conectar con un personaje queer. Seguimos en desventaja y los casos como ‘El vampiro de la colonia Roma’, que se sigue imprimiendo, son excepcionales”, dijo.
TE PUEDE INTERESAR: Voces Espectrales, un encuentro con el más allá en el teatro llega a la FILC
Esto también se suma a la representación de las historias lésbicas en la literatura, que también se encuentra en desventaja ante las tramas con personajes homosexuales, que son los más populares.
“Me siguen faltando títulos o historias de lesbianas, no de bisexuales, no de género fluido, no de ya me confundí y me voy con mi amiga [...] Cuando escribes desde ahí, con personajes de la diversidad, tienes que medir que te toca ir de subida y te va a tocar ir de subida toda la vida y si tienes suerte le das por ahí, metes un gol, pero si no esto va para la actualidad, para los que sí les interesa, porque también es un ejercicio individual y a ver qué le puedes dejar a las generaciones que vienen, pero pensar en ser un best seller es incompatible con haber escogido escribir desde una trinchera”, señaló.
“Hay que trabajar en el sentido de perfeccionar el oficio, para ganarse un lugar en donde estás. Y sí, siempre estaremos inconformes si tenemos el reconocimiento o no, si tenemos el premio o no, si tenemos la publicación o no. Son situaciones que definitivamente nos van a acompañar si queremos ser escritores profesionalizados, porque para ser escritor solamente hace falta la pluma y la libreta. Y de cierta manera nunca hay que perder la vista que sí lo hacemos como profesión, por propuesta literaria, pero también sigue ese escritor medio ingenuo que es feliz con una pluma y un cuaderno”, concluyó, “México, con sus críticas, tiene una infraestructura muy interesante, porque tiene becas, premios, encuentros, muchos mecanismos para que te incorpores a la escena literaria, aunque de pronto sí te sientas como LGBT+ como una cuota, como el que todavía le ponen literatura con apellido, literatura queer. Aunque sigas nadando esas aguas y aunque le pongan apellido al menos hay una ruta que se puede seguir para incorporarse”.