“Las cosas que suceden se pueden repetir si no las nombramos”, dice el poeta Lázaro Izael sobre la línea que su libro “Mamá, el campo”, un poema de largo aliento que se desdobla desde la figura de una mujer para explorar temas como la migración, el abuso y el silencio.
Este libro, editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), fue reconocido con el Premio Iberoamericano de Poesía Joven Alejandro Aura 2022 y ahora se presentará este sábado 14 de octubre en la Feria Internacional del Libro Monterrey 2023 (FILMTY) a las 19:30 horas en el Stand de la UANL.
“Al momento de hacer este poema pensaba cómo México es uno de los países donde hay más abuso a las infancias, más abuso sexual a las infancias, y por lo general estos abusos se dan dentro del seno familiar y casi no hablamos de eso, no se toca porque sucede en el seno más íntimo”, explicó el poeta en entrevista con VANGUARDIA.
“Pensaba en el poder que tiene la poesía para nombrar las cosas que no hablamos, o hacerlas visibles, entonces un poco este poemario toca ese tema pero al mismo tiempo toca el tema de la migración, que en el norte de México nos es muy común. La voz poética acompaña la vida de esta mujer que además de sufrir este abuso se va a Estados Unidos huyendo de este pasado”, agregó.
La monumentalidad del texto, señaló, fue producto de una exploración a partir de la obra de autores como José Gorostiza o el argentino Ricardo Zelarayán, una búsqueda “sostenerlo” en toda su extensión y observar su despliegue entre cada verso.
A su vez, el poema también revisa la tradición literaria del norte de México, tomando como base a poetas como Minerva Margarita Villarreal, José Javier Villarreal, Carolina Olguín y Claudia Berrueto, con la intención de encontrar esa “voz en el desierto, de la flora y la fauna, lo que está en nuestro estado, como intentar buscar esos toques regionales”.
Además, mencionó que existen en el poema distintos saltos temporales guiados por la voz de la hija y el hijo de la mujer, inspirados en textos de Sarah Kane, donde los recuerdos se traspasan entre generaciones y lo que fue puede volver a ser.
“La poesía puede ser una especie de conjuro para que al momento de nombrar se hagan visibles los abusos e impidamos que se repitan”, compartió, “el secreto no permite que hagamos un duelo o que curemos o sanemos eso”.
Revisión del pasado
Lázaro, antes de obtener de la beca de la Fundación para las Letras Mexicanas, ganó en 2019 el Premio Nacional Dolores Castro de Poesía por su libro “Envilecidas como hienas miramos la espesura del cielo”, ahora regresa a las librerías con una edición bilingüe —con traducción de José Antonio Gaar— bajo el sello de Los Libros del Perro.
Aprovecha los últimos días de preventa de _Envilecidas como hienas miramos la espesura de ese cielo_ de Lázaro Izael, un libro de poesía bilingüe, traducción al inglés de José Antonio Gaar.
— Los libros del perro (@librosdelperro) July 19, 2023
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“Con esta reedición te das cuenta de que a pesar de que sigue siendo el mismo, porque no sufrió muchos cambios, sí cambia y cambia desde el posicionamiento político. Está escrito en una voz completamente femenina y al momento de escribirlo pensaba en la importancia de hacerlo así, como una postura política que se escribiera desde la feminidad porque como estudiante de letras me daba cuenta que eran muy pocos los libros que se escribían desde un yo femenino, siempre se apostaba por esa neutralidad de lo masculino”, explicó, “me preguntaban si pensaba en cambiarlo a masculino por motivos de mi transición y no, nunca lo pensé porque me importa también dejar ese registro, los libros son un archivo de nosotros”.
Voces políticas
Como miembro de la comunidad LGBT+, Lázaro también se sumó a las voces que reprueban la censura contra el evento “Cuenti Drag”, cancelado por la FILMTY al ceder ante la presión de amenazas discriminatorias.
“Siempre en la comunidad estamos pensando en lo importante que es nombrarnos, que es ocupar los espacios y me gusta cuestionar eso. Cómo le damos ese poder a las instituciones de nombrarnos, de darnos cabida, esas discriminaciones positivas donde nos dan espacios limitados a la comunidad y que entiendo que es importante en relación a que tenemos que ocuparlos y me interesa desde el momento en que nos hacemos presentes y no nos callamos e incomodamos con nuestra presencia”, expresó.
“Estoy muy de acuerdo que estas figuras se hayan bajado del barco de la FIL, me parece una acción contundente, porque estamos dentro de la FIL o no, porque las instituciones tienen este discurso de apostar por la diversidad pero luego nos damos cuenta que en el acto no es así. Un amigo me cuestionó que también debería bajarme, por ser parte de la comunidad, dar esos espacios como protesta, pero sí creo que los autores de las editoriales independientes lo que tenemos que hacer es tomar esos espacios y decir, voy a incomodar con mi presencia, para hablar y para hacer un postulado desde ahí”, concluyó.