Nancy Tamez estudió derecho, pero incluso cuando su vida la llevó a tomar esta decisión para su formación profesional la literatura nunca se alejó de su lado, por lo que en 2017 retomó su relación con las letras. Una pandemia después presenta dos poemarios.
“Blue Velvet” (UANL, 2022) y “Culto al cemento” (DPC-UAdeC, 2022) son producto de su pasión por la particular por la poesía, pues si bien ha explorado otros géneros este en el que mejor se desenvuelve y en el que más prolífica es.
El primero de los libros inició como una autopublicación, que pronto arropó la Universidad Autónoma de Nuevo León, mientras que el segundo fue seleccionado para integrar la colección Celosía de la Coordinación General de Difusión y Patrimonio Cultural de la UAdeC.
Ambos los presentará este lunes a las 17:00 horas en el Stand UANL, institución invitada la Feria Internacional del Libro Coahuila 2023, con comentarios de la poeta Claudia Berrueto.
“Siempre me gustaron las letras y pasó bastante tiempo y en 2017 retomé ese gusto. Estuve en diplomados, no solo de poesía, sino de creación literaria en general [...] Cuando empieza la pandemia tomo un taller de poesía con la poeta saltillense Marlen Curiel-Ferman”, recordó la autora en entrevista con VANGUARDIA.
A pesar de que los poemarios suelen ser extensos estos sí dada la interconexión que la Tamez hace con las otras expresiones del arte que la inspiran, como la música, la plástica, la fotografía y hasta la arquitectura.
“Adentro también incluyo fotografías que yo tomé, me gusta mucho, no soy fotógrafa profesional pero de repente capto muchísimas. Está la poesía, hay frases de artistas, pintores, escultores, me gusta mucho la historia del arte y lo plasmo en mis poemas. Me gusta mucho la música y cada poemario tiene un QR con música, una playlist en Spotify, y ya si escuchas la música te darás una idea de qué encontrarás en el libro”, explicó.
Si bien ambos mantienen una esencia similar —la nostalgia y la melancolía atraviesan los dos textos—, dado que fueron escritos a la par y, de hecho, considera a uno secuela del otro, “Blue Velvet” se concentra más en los pensamientos y emociones que fueron producto de la pandemia, mientras que “Culto al cemento” se remonta a su juventud, específicamente su vida en Ciudad de México y el barrio de Tlatelolco.
“Está inspirado en ese lugar previo al terremoto. Originalmente se iba a llamar ‘Culto al brutalismo del hormigón’, porque me gusta mucho esa corriente arquitectónica, sobre todo la rusa”, recordó la autora.
“Hay una intercalación también con la película 8 1/2 de Fellini, algo de Patti Smith, es una mención de artistas, de canciones, de lugares y de momentos, entonces es como si fuera un poemario en blanco y negro, que a mí me gusta mucho esa combinación”, agregó.
“No he podido dejar de escribir hasta la fecha. Viendo una película, escuchando una canción, viendo una pintura, viendo al jardinero cortar el zacate me inspira muchísimo. Igual y puede ser un enchufe quemado, una cortina rasgada, todo eso a mí me dice mucho y pienso que es porque me trae muchos recuerdos, entonces inmediatamente agarro, ya sea la pluma o en el celular me agarro a escribir”, concluyó.