‘Cuando yo muera voy a poder decir que pude filmar Megalópolis’, entrevista con Francis Ford Coppola
El director estrena esta controversial propuesta cinematográfica y en VANGUARDIA tuvimos oportunidad de conversar con él sobre su carrera y ambiciones
Tuvieron que pasar nada menos que 40 años para que Francis Ford Coppola estrene recién ahora Megalópolis. Y después de hipotecar sus viñedos de California, porque ningún estudio quiso respaldarlo, pagando hasta el último centavo de sus propios bolsillo, finalmente llega al cine la superproducción de 120 millones de dólares que cuenta con un elenco de estrellas como Adam Driver, Shia Labeouf, Dustin Hoffman y Jon Voight, Foreat Whitaker, Laurence Fishburne y hasta la hermana Talia Shire. Aunque está programada la función especial en el Festival de Toronto, el estreno mundial ya había pasado por Cannes y aunque las críticas fueron divididas entre los que les encantó y quienes se decepcionaron, nadie puede negar la ovación que duró nada menos que 10 minutos, en el mismo Palais de Festivals, donde 45 años antes también había recibido la Palma de Oro por ‘Apocalipsis Now’.
¿Cómo vivió la noche del estreno mundial en el Festival de Cannes, después de haber esperado nada menos que 40 años para traer al cine una superproducción como Megalópolis?
Fue una combinación de alivio y alegría. No lo puedo definir con una sola palabra. Pero fue una coronada alegría por tantos años de haber tenido una idea que me costó construir en diferentes momentos que incluso llegué a abandonar, hasta que me dije “No, no deberías abandonar nada”. Por eso fue tan hermoso el sentimiento de un alivio, por haber conseguido algo que me costó tanto.
¿El hecho de haber financiado la producción con su propio bolsillo deja afuera la presión de un estudio de cine o genera más miedos?
Es que yo no podía decir que se parecía a nada porque no existía ningún ejemplo. Es como yo sentí que tenía que ser y... como estaba pagándola, quise hacer lo que yo quería.
La idea resulta una total fantasía con la historia que en ciertos momentos parece un capítulo de Matrix incluyendo la voz de Laurence Fishburne, donde se mezcla la imaginación de Star Wars al contar con Adam Driver convirtiendo Nueva York en una futuristica ciudad inteligente. Tampoco falta la comparación de un estilo de El Padrino ‘político’ donde Shia Labeouf vendría a ser una especie de Michael Corleone con aspiraciones de ‘Calígula’ y un poco menos de sexo. Lo cierto es que Francis Ford Coppola bien pudo haberse retirado con sus multimillonarios viñedos con la fortuna que había ganado con la trilogía de ‘El Padrino’. Pero con Megalópolis decidió volver a apostar por el cine, en una ruleta que solo el público podrá girar con la última palabra.
¿En algún momento dudó en invertir la fortuna que le costó producir Megalópolis?
Al final de cuentas, hay mucha gente que al punto de morir piensa “Me hubiera encantado hacer esto o me hubiera encantado hacer aquello”. Pero cuando yo muera voy a poder decir qué pude filmar Megalópolis. Pude ver a mi hija con un Oscar en la mano y pude fabricar mi propio vino. Pude hacer todo el cine que quise hacer y estoy tan preocupado en todas las cosas que hice que cuando muera ni siquiera me voy a dar cuenta.
¿Y por qué cree que los estudios de cine se negaron en un principio a financiar Megalópolis? ¿Se hubiera negado a pasar por una plataforma de streaming en vez del cine?
El streaming en realidad es lo que antes llamábamos Home Video. No sé por qué llaman streaming lo que antes era un DVD. ¿Y sabes quién inventó el streaming? La liga de beisbol, lo inventó. No fue el cine. Y yo amo ver una hermosa producción de cine en una enorme pantalla como el teatro de hace miles de años, con 100 personas alrededor, porque es lo que pasa con el cine y el teatro. Lamentablemente, la industria del cine hoy se preocupa más por tratar de pagar las deudas, porque los estudios de cine están todos endeudados. Y el trabajo ya no se trata de hacer buen cine, lo único que les importa es pagar las deudas que tienen. Y obviamente las nuevas compañías como Amazon, Apple y Netflix cuentan con el dinero que los otros estudios ya no tienen. Y ed muy posible que los estudios del cine que conocemos desde hace tanto tiempo, los más grandes y maravillosos, a lo mejor ya no sigan estando en el futuro.
Lo que muy pocos saben es que para filmar Megalópolis, Coppola construyó también su propio Megalópolis: un verdadero hotel dentro de un estudio de filmación en Atlanta, que ahora él también abrió al público con el nombre The All Movie Hotel, controlado como un negocio aparte por la familia. Diseñado por él mismo, cuenta con 27 habitaciones bautizadas con nombres como Suite de las Estrellas (donde durmió Adam Driver) además de la suite Francis Ford Coppola donde los huéspedes pueden vivir en el mismo lugar donde él había vivido durante el rodaje, incluyendo la infaltable silla de director, tapizada con terciopelo, frente a la misma pantalla privada de cine donde el revisó las primeras imágenes de Megalópolis.
¿El hecho de haber filmado una historia sobre Nueva York, en otro lugar cómo Atlanta, en el estado de Georgia, también tuvo que ver con la financiación?
La verdad es que los subsidios de Nueva York no son para nada atractivos porque requieren demasiadas cosas para hacer en los estudios de Nueva York o instituciones que están sobrevaluadas. Y en cierto sentido te dan dinero, pero te lo vuelven a quitar. No hay nada que se pueda comparar con el subsidio de Georgia. Es muy generoso porque te permite incluir todos los costos, como el sueldo de los actores que es lo más caro. El tema de los subsidios es muy complicado, pero no hay dudas que Georgia es la más generosa.
¿Y si no logra recuperar la fortuna que invirtió?
No me preocupa. Nunca me preocupó. Una de las grandes razones por las cuales tuve una línea de crédito que me permitió filmar Megalópolis es porque en el año 2008 durante la crisis financiera pedí prestados 20 millones de dólares para construir un viñedo donde los niños pudieran ir con sus padres, con piscinas y juegos, donde pudieran disfrutar mientras los padres tomaban vino sin ellos. Y terminaron yendo hasta con los abuelos. Ese riesgo de 20 millones de dólares hoy lo copian otros viñedos para que la familia entera pueda pasar el día en el lugar. Y de esa misma inversión, tomé el dinero para financiar Megalópolis, volviendo a arriesgar como había hecho la primera vez. Mis hijos, sin excepción, Sofía y Román tiene carreras maravillosas. No importa lo que pase, sacando otro viñedo que seguimos teniendo, estamos todos bien. Listo. Ya no importa. El dinero no es lo importante. Lo importante son nuestros amigos, porque un buen amigo nunca te va a defraudar. Y el dinero... se evapora.
Es curioso ver que Francis Ford Coppola no consiguió el financiamiento para el rodaje de una superproducción como Megalopolis, cuando Apple Tv gastó 200 millones de dólares para el fracaso de ‘Napoleon’ de Ridley Scott con Joaquín Phoenix o las diez nominaciones al Oscar que perdió ‘Asesinos de la Luna’ de Martín Scorsese con Leonardo Di Carpio. Sin embargo, Kevin Costner está en la misma situación de Coppola después de haber hipotecado algunas de sus casas para invertir 38 millones de su dinero solo en la primera parte de la historia del Lejano Oeste ‘Horizon’, sin conseguir financiar las últimas dos que él mismo va a dirigir. Pero Costner ya había hecho lo mismo cuando hipotecó su casa para conseguir los 50 millones de dólares que le costó el Oscar de ‘Danza con Lobos’. Quentin Tarantino también necesitó la ayuda de Harvey Keitel para filmar la primera ‘Reservoir Dogs’ y Spike Lee es otro director que suele financiar sus propias producciones como ‘Malcolm X’. Incluso Nicole Kidman buscó la libertad de solventar su primer trabajo como productora de cine con ‘Rabbit Hole’ (aunque se ahorró el millonario sueldo de su actuación). Y Mel Gibson con ‘La Pasión de Cristo’ gastó casi 45 millones de dólares cuando al ser considerado como antisemita tampoco consiguió el respaldo de ningún estudio, pero no le salió tan mal la jugada cuando las recaudaciones del cine superaron los 600 millones de dólares. Ahora, claro, Francis Ford Coppola necesitará que ‘Megalopolis’ recaude por lo menos 240 millones de dólares para recuperar su inversión, porque el 50% queda en las salas de cine y la distribuidora.
¿Cómo se le ocurrió una fantasía de ciencia ficción con tantos tonos políticos y sociales como Megalópolis?
Quería filmar una historia épica romana en tiempos modernos de Estados Unidos. Y cuando mucha gente me lo cuestionó insistí en que Estados Unidos se había fundado con las ideas de la República Romana. No queríamos un rey, igual que Roma. Y por eso crearon una nueva forma de gobierno llamada República con un Senado y leyes romanas. Hasta nuestras ciudades se construyeron tan parecidas a Roma, como la Estación de Tren de Pensilvania que después tiraron abajo. Siempre quise filmar una historia así, sin tener en cuenta que situación política actual iba a ser tan relevante.
¿En cierta forma también trata de imponer sus ideas políticas con el cine?
Nuestra democracia es exactamente como Roma cuando también perdió su república miles de años atrás. El paralelo es real. Nuestras políticas nos han llevado al punto de vivir también el riesgo de perder nuestra propia república porque no creo que los políticos actuales tengan ninguna respuesta. Los artistas creo que tienen el poder de iluminar nuestra vida contemporánea gracias a las luces que nos iluminan. Y para un artista que no lo haga, es como hacer una hamburguesa sin ningún tipo de nutriente, algo que también está pasando. Por eso, mi sueño y mi gran esperanza es que los artistas de nuestro país iluminen con su trabajo lo que nos está pasando,para permitir que la gente se de cuenta de lo que no ve.
¿Más allá de la esperanza que sugiere en el cine, qué futuro imagina en la realidad, con la posibilidad de volver a tener un presidente como Donald Trump?
Por suerte, Donald Trump todavía no está en el gobierno, pero el mundo entero vive un cambio hacia lo Neo, incluyendo la tradición fascista que da miedo porque cualquiera que vivió la Segunda Guerra Mundial vio los horrores que cometieron. Es por eso que el artista necesita mostrar lo que está pasando en el mundo. Pero lo bueno de nuestro equipo de filmacion es que todos reflejan diferentes ideas políticas, no solo una.
¿Se puede comparar a Adam Driver o Shia Labeouf con Al Pacino de El Padrino?
Te diría que Megalópolis fue realmente una colaboración conjunta donde no puedo decir que yo la hice solo. Porque la verdad es que una producción así, honestamente, nadie sabe cómo hacerla. Y se hizo solo con la participación de todos. La hicimos juntos. Antes del cine, yo había dirigido teatro y solo sé trabajar con actores de la forma que se trabaja en el teatro, donde se ensaya, se actúa y se prueban locuras. Así fue como filmamos Megalópolis. Y la actuación de Adam es hermosa, pero también me ayudó en la edición, decidiendo lo que deberíamos filmar o lo que deberíamos dejar afuera. Me dio un millón de sugerencias y te diría que la dirigimos juntos.
¿Quiere decir que Adam Driver bien pudo haber sido el director en vez de usted?
Históricamente, si me preguntas cual es el trabajo que tiene más éxito en el cine podrás pensar que es el director o el editor o el guionista pero lejos en toda la historia del cine, los actores son los mejores directores de cine porque entienden las partes realmente esenciales del cine: la actuación y los diálogos. Y la actuación es algo que lleva mucho tiempo aprender. Es por eso que los mejores directores de cine, incluso en la era del cine mudo, siempre fueron actores.
¿Cómo lo llaman adentro del estudio? ¿Señor Coppola? ¿Señor a secas? ¿Se nota el respeto en la forma que lo llaman?
No, todos me llaman Francis. Que nadie me llame Señor Coppola . Hasta los hijos de los actores me llaman tío Francis. Así se hace cine, llamando al director por el primer nombre. Nada de “Señor”, siempre por el primer nombre.
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¿Le gustaría volver a editar Megalópolis dentro de unos años para corregir o agregar algunas escenas, como hizo con otras producciones?
La gran razón por la cual suelo volver a editar mis producciones de cine es porque son mías, soy el dueño (Risas). Y si me preguntas como es que soy el dueño de ‘Apocalypse Now’ es porque tampoco nadie quiso producirla. Cuando eres el dueño de una producción de cine sueles entenderla mejor con el paso del tiempo, aunque yo nunca editaría las conversaciones porque me gustan como las filmé en su momento. Nunca volví a editar El Padrino, aunque algún día me encantaría agregar alguna escena que no te pienso decir (Risaa). Cuando Caterina Dominici se casó con el Rey de Francia, llevó a Leonardo Da Vinci y sus 40 mulas, con todos sus aprendices y su trabajo. Llevó una pintura que no había terminado y ese cuadro resultó ser La Mona Lisa, que al terminar se la regaló al Rey de Francia por ser su anfitrión. Lo que quiero decir es que si dentro de 20 años pienso que puedo mejorar algo, lo voy a intentar. Pero por ahora queda como está, porque ya empecé a escribir el guión de otra película. Y esa es una buena señal, porque significa que todavía no terminó mi trabajo con el cine.
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