‘Jamás podría imaginar cómo era ser gay en México en los 50’s’: Daniel Craig habla sobre su papel en ‘Queer’

En entrevista con VANGUARDIA el actor británico platicó sobre su experiencia en el rodaje de esta cinta Luca Gudagnino que sucede en nuestro país

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/ 12 enero 2025
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Es difícil imaginar un James Bond besando apasionadamente a un hombre. Pero es exactamente lo que tanto asombra de la actuación de Daniel Craig en el rol completamente diferente de un norteamericano que se enamora de un soldado naval, en una época donde las relaciones sexuales entre hombres sorprendía todavía más en la década del 50, en México. Hasta el título ‘Queer’ hoy es considerado en Estados Unidos como un término ofensivo en la comunidad gay y jamás hubiera podido relacionarse con el Agente 007... hasta ahora. La mejor sorpresa: Daniel Craig habla un perfecto español, en el cine. Tan perfecto que aparece leyendo un periódico en nuestro idioma y dentro de un viejo bar, por la ventana que incluso muestra.un cartel de publicidad del periódico Excélsior. Justamente, la historia está ambientada en la ciudad de México, en la década del 50, aunque realmente fue filmada en los estudios Cinecitta de Roma, con el director italiano Luca Guadagnino y el inglés Daniel Craig, con acento norteamericano.

¿James Bond habla el español como tu personaje en ‘Queer’?

No lo sé, es una buena pregunta (Riendo)

¿Y en tu caso hablas bien el español en la realidad?

No, no, para nada, todo lo que digo en ‘Queer’, figuraba en el guion.

¿Pero cómo es que apareces hablando tan bien el español y sin casi nada de acento?

Lo fantástico es que tuve un maestro brillante de dialectos que nació en España y es por eso que todo lo que hablamos en español es un español correcto, aunque tuvimos que hacerlo en un castellano mexicano, en vez del acento español.

Desde el movimiento #MeToo, el mundo del cine impuso un coordinador de intimidad para las escenas de sexo subidas de tono ¿Ustedes también lo necesitaron, siendo dos hombres?

Creo que le prohibieron la entrada al estudio (Riendo). El director dijo que estaba bienvenida... a quedarse en otra habitación (Risas). Pero fueron escenas en las que trabajamos con una coreografía, por meses.. Para el día que necesitamos filmar, ya no había mucho más que cambiar tampoco. Simplemente tuvimos una conversación con el director y filmamos lo que figuraba en el guion. Hicimos lo que teníamos que hacer como actores: tratar de hacer lo que teníamos que hacer, lo más real posible.

¿Hubieras hecho una película así, con un personaje homosexual, durante la época de James Bond?

A lo mejor la hubiera hecho, para llamar la atención de un cambio, pero nunca lo voy a saber... porque no lo hice.

¿Y cómo fue que aceptaste un rol tan diferente?

Con el director, Luca Guadagnino, nos habíamos conocido hace 20 años en una fiesta frente al Coliseo Romano, nos sentamos a hablar por un largo tiempo. Y en algún momento hablamos de trabajar juntos y esta vez me ofrecíó un personaje complicado que me pareció fascinante. No es muy común encontrar un rol con tantas capas diferentes como este.

Es importante aclarar que la historia de ‘Queer’ está basada en la verdadera vida del autor del mismo libro, William S. Burroughs, aunque la segunda parte del guion es una total imaginación del director Luca Guadagnino. Ahora, más allá de llevar siempre una pistola encima (y sin decir tampoco por que la lleva), Daniel Craig justamente hace todo lo que James Bond jamás haría (o al menos no lo sabemos): Se inyecta heroína, aspira cocaína, toma tequila, mezcal, ron con cola, cerveza Don Quijote y Tecate, aunque aparezca en alguna escena con el clásico martini del Agente 007. Es en esas situaciones donde se resalta la actuación con la naturalidad de actuar como si estuviera realmente borracho, drogado o plenamente enamorado de un hombre mucho menor que él. Y en ese nivel de actuación, tan diferente a James Bond, Daniel Craig tiene otra misión secreta de ser considerado para el Oscar como Mejor Actor.

¿Estas preparado para el Oscar?

No lo sé, no quiero pensar en el tema.

¿Por qué?

Porque en el Festival de Venecia, cuando estrenamos estaba nominado para el León de Oro y ganó Pedro Almodóvar con ‘The Room Next Door’.

¿Y si al menos te nominan como Mejor Actor?

Me encantaría, cualquier reconocimiento siempre es bienvenido pero prefiero no pensar en el tema.

¿Es posible describir las claves que se necesitan para que una actuación sea premiada para el Oscar?

Es difícil ser específico, pero nadie sabe de donde viene la magia de los grandes actores. Es algo muy profundo que hay dentro de ellos, con las experiencias de vida que reflejan dentro de un estudio de cine. Es algo que siempre me interesó. Pienso que una parte muy importante de mi trabajo pasa por estar bien abierto y receptivo, porque si me pierdo algo, sería muy triste.

Y ahora al menos... ¿Cómo fue la preparación para interpretar la vida del verdadero William S. Burroughs?

Traté de sumergirme lo más que pude en él. Leí su biografía y hablé con expertos que lo conocieron que incluso me dijeron que todo lo que pasa en la historia es pura imaginación. Es por eso que yo también traté de crear un personaje con mayor libertad, en vez de tratar de imitarlo. También vi videos no tan públicos donde se lo ve drogado, pasándola bien. Y se me ocurrió que por ahí pasaba también la actuación. Ahora, la forma en que hablo, se la debo al director, porque es algo que descubrimos en el estudio, no tanto el acento de la época, pero la forma en que se comportaba. Esa parte de la actuación la fui descubriendo a medida que filmamos en Roma.

¿Por qué crees que el verdadero William se drogaba o tomaba tanto alcohol?

Supongo que era una forma de buscar sus propias respuestas en la vida, con las drogas... no lo sé. Pero sé que usaba drogas como una forma de encontrar respuestas. Tal vez suene algo muy simple, pero yo creo que era una persona que quería devorarse la vida, experimentando todo. Y las drogas eran una forma de levantarlo todavía más.

¿Llegaste a pensar lo complicado que debe haber sido ser homosexual en México, en los años 50?

Jamás lo podría imaginar, aunque es algo que me fascina. Por suerte vivimos en un país donde no es un acto ilegal. Al menos ya no lo es. La gente tampoco cambió. Sigue siendo la misma. Y la respuesta más honesta es que no tengo la respuesta. Solo pude intentar hacer justicia.

¿La escena del baile con un hombre necesitó muchos ensayos?

Te diría que estábamos los dos completamente fuera de nuestra zona de confort, pero ensayamos bastante unas dos o tres semanas antes de empezar el rodaje. Fuimos a Roma y trabajamos juntos con Drew Starkey, como una buena prueba para ver cómo nos llevábamos entre nosotros. Y fue brillante. El baile fue una buena forma de romper el hielo.

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¿Es posible reflejar la mejor química en el cine, si no existe en la realidad?

Podría nombrarte un número de películas donde los protagonistas no se llevaban bien entre ellos y sin embargo, mantuvieron magia, al verlos en el cine parecen que están enamorados. Nadie tiene que ser amigo, pero es posible conectarse de alguna forma.

¿Revelarías con quien no te llevaste tan bien en el cine?

Todo queda donde quedó. Así es el negocio del espectáculo y hay que mantenerlo así, porque si revelas todos los secretos, la magia desaparece. Es bueno mantener secretos.

¿El vestuario ayudó también con la actuación, para ambientarte en México, en la década del 50?

Si, totalmente, ahí me gustó el sombrero que usaba Burrows, aunque tampoco queríamos ser demasiado rígidos en ese look original. Pero usé traje de la época que tienen historia propia, mucha más historia que yo. Y eso ya dice bastante (Risas). El look era muy específico y el vestuario estuvo muy bien elegido.

¿La escena que más te daba miedo de filmar?

El primer día, todo lo demás viene después. Hace tiempo que dejé de mirar el guion pensando que algo puede llegar a ser más difícil o más fácil. No ayuda para nada. Solo te lleva a un sobreanálisis que te mata. Hay que tener confianza en lo que hagas, sabiendo tus líneas y con toda la preparación que hiciste, empiezas el primer día. Si tienes miedo, nada se siente natural. Te olvidas, ya no puedes actuar más. Es horrible.

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