‘La Bella y la Bestia’, lo mismo, pero malo
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¿Para qué hacer de nuevo esta película? El resultado es demasiado similar a la original, al grado de que se vuelve mediocre
Calificación: 6 de diez
Una mala copia. En esas pocas palabras se puede resumir esta nueva versión de “La Bella y la Bestia” (“Beauty and the Beast”). ¿Qué más puedo decir? Está de moda hacer clásicos animados de Disney con efectos por computadora y actores de carne y hueso. Ya les gustó la fórmula, funciona en la taquilla y así se ahorran el trabajo de tener que pensar en una historia original. El ejercicio aquí me parece ya bastante cínico. En un intento por rendir homenaje a la cinta de 1991, terminan haciendo una especie de clon deforme, sin ningún propósito. ¿Tiene esta cinta algo nuevo que mostrarnos que valga la pena? No muchas cosas. Quizá su mayor aportación sea que den ganas de ver la versión animada, que es muy superior.
Ya saben de qué trata. En un pequeño pueblo vive Bella, una jovencita que todos ven raro porque le encanta leer. Ella es acosada por el galán Gastón, un tipo machista y sin intelecto por el que todas se vuelven locas, menos Bella. Un día su padre se pierde en el bosque y encuentra un castillo sombrío, repleto de muebles que hablan y se mueven, cuyo principal habitante es un enorme ser peludo con cuernos y colmillos. Esta Bestia es en realidad un hombre maldito por no darle ayuda a una anciana, quien lo embrujó a él y a sus sirvientes. Ahora deberán permanecer así, a menos que él pueda encontrar el amor y ser amado de vuelta, antes de que caiga el último pétalo de una rosa.
La única razón de peso para hacer un remake es que haya algo nuevo que aportar. Al menos en gran medida. Esta cinta parece que ni se esfuerza. Aunque Emma Watson, quien protagoniza esta versión, hace un buen papel, está atrapada en un cuento tan conocido y recurrente que no puede hacer mucho con el papel. Ni ella, ni nadie. Los que se debieron poner a trabajar fueron los guionistas y el director Bill Condon. El asunto aquí es muy simple para Disney: tomar una historia ya conocida y rehacerla con la intención de llegar a un público ya cautivo. Todos conocen la historia y ya saben qué esperar, además de que la nostalgia juega un papel muy importante.
Esfuerzos como “Maléfica” (2014), “Cenicienta” (2015) y, más recientemente, “El Libro de la Selva” (2016), ya demostraron ser exitosos. Debo decir que estas dos últimas cintas no fueron tan mal logradas, supieron desviarse de la versión animada lo suficiente, tratando de darle su propio tono, lo cual dio como resultado películas más sólidas. Basta con empezar a ver la nueva versión de “La Bella y la Bestia” para darse cuenta que el esfuerzo es mínimo en ese sentido. La trama transcurre casi tal cual la recordamos, con una cantidad descarada de guiños a la otra versión, que ya no parecen homenaje sino una vil y sencilla copia.
Sinceramente no creo que haya muchas oportunidades de hacer mucho con esta historia, ni me parece que sea una buena idea esta moda de remakes de Dinsey. Pero si Kenneth Branagh logró hacer una versión bastante decente de “Cenicienta”, quizá no todo estaba perdido. Lo que duele es ver que casi no le pusieron empeño. Además de la trama, también tenemos una morbosa cantidad de las canciones originales aquí, con números musicales casi idénticos. No está mal, supongo, si le gustan las canciones, si las escucha y siente un cosquilleo al volver a su infancia. Si le agrada ver esos momentos representados con efectos por computadora mucho más sofisticados, me imagino que cumplirán su cometido. Pero mi gran pregunta es: ¿para qué?
La cinta sí tiene un par de nuevas canciones, además de unos ligeros giros, o adiciones a la historia. Las nuevas canciones son lo menos memorable y no aportan nada, pasando casi desapercibidas. Los giros en la trama son tan mínimos y torpes, que hasta parecen hechos nada más para que dure más.
Como un relleno, para que (gente como yo) no digan que es lo mismo que ya vimos. Por ejemplo, se muestra la historia de la madre de Bella, lo cual es la cosa más gratuita y sin sentido que se puedan imaginar. Hay también un aspecto polémico, que es hacer de LeFou (Josh Gad), según se dice, el primer personaje abiertamente gay de Disney. Es interesante, pero es un agregado un tanto obvio, que en realidad no se explora más allá.
Entre el elenco también tenemos a Luke Evans, quien interpreta a Gastón, pero lo más llamativo es el desfile de personalidades que dan vida a los muebles de la mansión: Ian McKellen, Ewan McGregor y Emma Thompson. Todos ellos hacen un buen trabajo, pero como ya mencioné con Watson, no logran salvar a la película. Es decir, sí, está muy bien todo visualmente, los números musicales y etcétera, pero no logro dejar de pensar que todo es una copia y bastante mediocre. ¿Para qué gastar en ver esto si se puede ver la original? Creo que es el mejor consejo que les puedo dar, ya que esta cinta se siente como un remake muy inútil.
El dato
> Director: Bill Condon.
> Elenco: Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans, Josh Gad, Ewan McGregor, Ian McKellen, Emma Thompson.
> Género: Fantasía.
> Clasificación: A
> Duración: 132 minutos