Científicos de la UNAM descubren toxina que mejora inmunidad a VIH y hepatitis B

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Técnica podría servir para vacunas
México DF. La proteína de un microorganismo que vive en el suelo tiene la capacidad de generar buena respuesta inmunológica al virus de inmunodeficiencia humana o de la hepatitis B, con lo que se podrían mejorar las vacunas, explicó la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Leticia Moreno Fierros, al dar a conocer los resultados de sus estudios con la protoxina y toxina Cry1Ac de la bacteria Bacillus thuringiensis.
En comunicado de prensa, la integrante de la Unidad de Biomedicina de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala explicó que la protoxina y la toxina de la bacteria, con actividad tóxica hacia varias larvas de polillas y mariposas, induce inmunidad en las mucosas nasales e intestinales.
Tras encontrar esta reacción bioquímica, la doctora en biología celular probó en experimentos la eficiencia de la protoxina y encontró que sus propiedades mejoran la respuesta inmunológica hacia diferentes antígenos, como péptidos de VIH, polisacáridos de neumococo, antígeno de superficie de hepatitis B y enfermedades parasitarias.
Al respecto, Moreno Fierros explicó que las mucosas son la principal vía de entrada de los organismos patógenos, que invaden los tractos gastro-intestinal, respiratorio y genito-urinario, pero también en ellas hay muchas células del sistema inmunológico, así como epiteliales que nos protegen.
En su trabajo de laboratorio, la universitaria logró la estandarización de metodologías para aislar los linfocitos ubicados en las mucosas, como los que hay entre las células epiteliales, los de la lámina propia, que es tejido conectivo debajo del epitelio, y de los agregados linfoides.
Con esa técnica explicó, se puede avanzar hacia una posible aplicación de mejora de vacunas. "Nos interesa dirigir la respuesta inmune hacia ciertos sitios, según la vía de infección de los distintos patógenos, y para lograrlo requerimos más conocimiento de cómo regularla en zonas específicas", abundó.
Actualmente, la investigadora y sus colaboradores se enfocan a dilucidar el mecanismo de acción de la toxina Cry1Ac en células inmunes "Buscamos a su posible receptor a nivel celular. Hasta ahora conocemos su blanco tóxico y su receptor en larvas de insectos, pero vemos que puede activar directamente células del sistema inmunológico. Con esto presumimos la existencia de algún receptor que esperamos identificar en nuestras actuales investigaciones", agregó. La investigación universitaria sobre VIH
A este esfuerzo se suman dos proyectos más, que se realizan al interior de la Máxima Casa de Estudios, para encontrar soluciones a la pandemia del VIH. En el Instituto de Investigaciones Biomédicas el científico armenio, radicado en México, Karlen Gazarian trabaja en un mecanismo para vacunas que busca copiar los epitopos (región de la superficie del virus que interactúa e intercambia con el exterior) del VIH para neutralizar sus efectos en las células y evitar daños al sistema inmunológico.
Por otra parte, investigadores del Instituto de Química, encabezados por Ricardo Reyes Chilpa, el cual tras diversos estudian las propiedades del árbol mexicano de látex de la selva alta de Veracruz, llamado Calophyllum brasiliensis, conocido comúnmente como leche maría, el cual, aseguran "tiene compuestos de efectividad contra la transcriptasa inversa, enzima encargada de copiar la información genética del VIH, que se encuentra en forma de ácido ribonucleico (ARN), a ácido desoxirribonucleico (ADN), que es como se almacena la información genética en las células humanas".
De ser así, los científicos universitarios podrían desarrollar un inhibidor de la transcriptasa inversa elaborado en base a las hojas del árbol que crece en el sureste mexicano.