La reseña del iPhone SE de Apple que no puedes perder ¿Lo barato sale caro?
La falta de compromiso del nuevo iPhone SE es lo que lo hace extraordinario. Apple tomó todas las mejores partes de sus iPhone caros —como un procesador veloz y una cámara excelente— y los metió a la fuerza en la carcasa de un iPhone antiguo con un botón de inicio y una pantalla más pequeña.
El iPhone SE que Apple acaba de lanzar al mercado por 399 dólares marca un punto de inflexión en la tecnología de consumo. Es un teléfono inteligente que tiene toda la tecnología que nos importa, sin que tengamos que pagar un ojo de la cara.
Muchos de nosotros estábamos esperando este momento. Hace mucho tiempo, las tecnologías de los televisores y las computadoras personales se volvieron un lugar tan común que los buenos aparatos de televisión y las buenas computadoras personales se volvieron asequibles para las masas. Supusimos que el ubicuo teléfono inteligente sería el próximo.
En cambio, conforme el teléfono inteligente fue madurando a lo largo de la década pasada y un poco más, sucedió lo opuesto. El precio del iPhone, el teléfono más popular del mundo, alcanzó alturas que nunca habríamos imaginado. Los nuevos iPhone del año pasado llegaron a costar 1449 dólares, en comparación con los 599 dólares de 2007. Sin embargo, los teléfonos de precio menor, entre 200 y 400 dólares, tenían desventajas importantes como terribles cámaras y microprocesadores lentos.
La falta de compromiso del nuevo iPhone SE es lo que lo hace extraordinario. Apple tomó todas las mejores partes de sus iPhone caros —como un procesador veloz y una cámara excelente— y los metió a la fuerza en la carcasa de un iPhone antiguo con un botón de inicio y una pantalla más pequeña. Al mismo tiempo, logró incluir funciones útiles que antes eran exclusivas de los teléfonos nuevos y sofisticados, como la resistencia al agua, la carga inalámbrica y el llamado modo retrato.
Esto quiere decir que la tecnología de punta de los teléfonos inteligentes por fin ha bajado a un precio modesto. Ya era hora.
Después de probar el nuevo SE durante unas semanas, puedo decir con confianza que este dispositivo es ideal para mucha gente, en especial para la que piensa en comprar tecnología solo cuando siente que debe hacerlo.
Justin Adler, de 33 años, es una de esas personas. Durante años, tuvo el primer SE, que salió a la venta en 2016, por lo cual fue objeto de burlas de sus colegas del sector tecnológico en San Francisco, quienes tenían teléfonos mucho mejores. Hace poco se compró el último SE.
“Simplemente nunca quise gastar 1000 dólares para reemplazar algo que funcionaba a la perfección”, comentó. “Yo era justo el tipo de persona a la que, si no había comprado un teléfono nuevo, me ofrecían la carnada más barata posible”.
Este nuevo teléfono también podría funcionarte. He aquí lo que debes saber.
Enfoquémonos en la cámara
Con el SE, Apple tomó el procesador de 699 dólares del iPhone 11 —el más veloz del mercado— y lo metió en un cuerpo que casi es el mismo del iPhone 8 de 2017. En el proceso, la empresa también realizó cambios significativos en la cámara del SE, la cual tiene un solo lente, pero ahora depende de software y de inteligencia artificial para que las fotos se vean mucho mejor.
En las versiones pasadas de los iPhone de gama alta, los dispositivos tenían dos lentes que trabajaban juntos para producir el popular efecto conocido como modo retrato, el cual enfoca un objeto mientras difumina un poco el fondo.
Sin embargo, en el iPhone XR de 2018, Apple usó aprendizaje automático —con computadoras que analizan imágenes a fin de reconocer personas y enfocarlas apropiadamente mientras difumina el fondo— para producir retratos de la gente con un solo lente.
Apple ha utilizado un enfoque similar de inteligencia artificial en el SE que posibilita los retratos de la gente con un solo lente en un dispositivo más barato. En mis pruebas, los retratos lucían excelentes: a la par de fotos similares tomadas con el iPhone 11. Esta característica es significativa para un dispositivo de este precio (el Pixel 3A de Google de 399 dólares, mi teléfono Android favorito, también es excepcional por esta capacidad de tomar retratos, aunque ese teléfono es mucho más lento).
Hablemos de la pantalla y el botón de inicio
La otra característica que hace que el SE sea más barato es lo primero que ves: la pantalla.
Con un tamaño de 4,7 pulgadas, el monitor es más pequeño que la pantalla jumbo de 6,1 pulgadas del iPhone 11. No obstante, esto podría tener un beneficio. Las 4,7 pulgadas caben mejor en una mano, por lo tanto es fácil usar tu pulgar para pasar del botón de inicio a cada esquina de la pantalla. Otra cosa importante es que, como el teléfono tiene un cuerpo más pequeño, cabe mejor en el bolsillo.
El segundo gran rasgo que te permite ahorrar con el SE es el uso de un botón de inicio para desbloquear el dispositivo, en vez de los escáneres faciales de los teléfonos inteligentes modernos. Los escáneres de huellas digitales del iPhone siempre han sido rápidos y confiables, y sucede lo mismo con este.
Tal vez sería atractivo tener un escáner facial, pero probablemente muchos de nosotros estaremos contentos sin la función si esto significa ahorrar dinero. En comparación, le he quitado puntos importantes a los teléfonos de 1000 dólares, como el Samsung Galaxy S10, por tener un terrible lector de huellas digitales y un escáner facial de inferior calidad.
Pongamos en perspectiva el valor del iPhone SE
Para entender por completo el valor del iPhone SE, es importante destacar que no es la primera vez que Apple se lanza al ruedo con un iPhone más barato. Esos modelos anteriores no eran tan cautivadores al compararlos con sus equivalentes más costosos. Es decir:
— El iPhone 5C de 549 dólares, lanzado en 2013, venía en un plástico colorido y se sentía más barato y lento que el iPhone 5S, el modelo con un cuerpo elegante de aluminio que costaba 100 dólares más.
— El iPhone SE de 399 dólares de 2016 tenía el diseño de iPhone más viejos, con el mismo poder de cómputo de modelos más nuevos de la época. No obstante, ese SE tenía una cámara notablemente inferior y una pantalla menos brillante que su equivalente de aquel momento de 649 dólares y con una pantalla más grande: el iPhone 6S.
En esta ocasión, lo que se sacrificó en el SE parece trivial. ¿No hay escáner facial ni se toman fotos en la oscuridad con una pantalla gigantesca? Esas son inconveniencias menores cuando pagas el 40 por ciento menos que por un iPhone 11.
Voy a destacar una gran desventaja: la batería del SE tiene una duración significativamente menor que la del iPhone 11.
Después de pasar un día tomando fotos y haciendo malabares con tareas del trabajo, tuve que recargar la batería del SE a la hora de la cena. Con el teléfono más caro, tuve más del 25 por ciento de la batería para cuando me fui a dormir. Por lo tanto, la gente que trabaja horarios extensos y depende de sus teléfonos podría ser más feliz con uno de gama alta.
Entonces, ¿quién es el comprador potencial?
No soy el sector demográfico para el que va dirigido el SE, pues estoy dispuesto a pagar por funciones más sofisticadas. Hace dos años, despilfarré 999 dólares en el iPhone XS porque me encanta tomar fotografías de comida y de mis perros.
Sin embargo, hubo algo único en el anuncio del SE que encontré fascinante durante una pandemia que ha enfriado el entusiasmo de la gente por comprar cosas lindas.
Cuando se develan los nuevos iPhone, mis amigos del sector tecnológico que están embelesados con los nuevos dispositivos resplandecientes me suelen hacer preguntas. Con el SE, me llegaron mensajes de texto de gente que odia hablar sobre tecnología: una amiga que tiene 60 y tantos años y se autoproclama “ludita”, y un familiar que es ambientalista. Los dos usan teléfonos iPhone que al menos tienen cinco años de antigüedad, y ambos sintieron alivio de que su próximo teléfono no fuera a costar más de un mes de hipoteca.
“Es un aparato que irá gustando poco a poco y ayudará a Apple a renovar su base”, comentó sobre el SE Carolina Milanesi, una analista de tecnología de consumo en la firma de investigación Creative Strategies.
Aquí se incluye a la gente que se aferra a sus teléfonos durante tres o cinco años y la que usa de segunda mano, mencionó Milanesi.
Ahora que lo pienso bien, es la mayoría de la gente que conozco.