La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Ucrania y de Europa, volvió a quedar fuera de servicio dejando sin electricidad a los territorios controlados por Ucrania.
La agencia ucraniana de energía atómica retrató una imagen inquietante de la amenaza al publicar un pronóstico de los lugares a donde podría extenderse la radiación de la central nuclear de Zaporiyia, de la cual Rusia tomó el control poco después del inicio de la guerra.
Esa situación viola otro de los considerados siete pilares básicos de seguridad nuclear, el de mantener comunicaciones fiables entre el regulador nuclear y el operador de la planta