De gira por Sinaloa, donde supervisó el avance de la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, López Obrador decidió hacer una pausa -y olvidar la 'sana distancia'- para saludar a la madre de Joaquín Guzmán Loera. El gesto del mandatario resulta incomprensible, entre otras cosas, porque antes se ha negado a recibir activistas o padres de niños que requieren atención médica, pretextando que debe 'cuidar la investidura presidencial'