Ciberguerra y ciberterrorismo: ¿futuro o presente?
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A pesar de que en los últimos años las cuestiones de seguridad internacional se han concentrado en las “pequeñas guerras”, una tercera guerra mundial no es imposible de suceder, nos explican Singer y Cole en The Telegraph. En sitios como Europa, el Pacífico o Siria, las naciones más poderosas peligrosamente se rozan los talones. Pero si eso llegara a ocurrir, sería una guerra muy diferente a las guerras que conocemos. Además de la lucha por el control de los aires y los mares, como se ha visto en el pasado, los poderes combatirán por el control de otro espacio, el virtual. De hecho, podríamos decir que esa otra guerra, la ciberguerra, ha iniciado ya tiempo atrás.
El problema es la dependencia en infraestructura tecnológica que hemos desarrollado, lo que se traduce en una gran vulnerabilidad: quien quiera ejercer daño sólo tiene que penetrar o golpear el ciberespacio, física o virtualmente. El NYT detalla la preocupación que existe en Washington debido a buques espías y submarinos rusos que operan cada vez más en las cercanías de cables que llevan 95% de la comunicación que circula a través de internet, además de operaciones económicas por 10 billones de dólares diarios. Se sospecha que se podría atacar dichos cables encubiertamente.
Hace poco, una firma llamada Mandiant detallaba las potenciales ligas del ejército chino con 90% de ciberataques efectuados contra empresas e instituciones estadounidenses. Cuando la Casa Blanca acusó a China por estos ataques, Xi Jinping se defendió argumentando que China era la víctima de una desmedida ciberguerra, situación que posteriormente Snowden confirmaría.
Esos episodios revelan que: (1) en la anarquía del espacio virtual todos pelean contra todos, en la medida de sus posibilidades, (2) todos buscan desarrollar capacidades de ataque y de defensa, y (3) por ahora las potencias parecen haber sido mucho mejores para desarrollar herramientas de ataque que de defensa. Hoy sabemos que, sin haber sido detectados por un año, hackers chinos ejecutaron un sofisticado ataque contra la Oficina de Dirección del Personal de EU.
Hasta hace poco, la ciberguerra se ubicaba esencialmente en el campo de la lucha entre los Estados. Esto podría estar cambiando. El ciberterrorismo es el empleo de herramientas virtuales para la provocación de un estado de terror colectivo con el objeto de transmitir reivindicaciones políticas utilizando a ese terror como canal, para así, inducir afectaciones a opiniones, conductas y/o toma de decisiones. De acuerdo con CNN, la División de Hackeo de ISIS está buscando penetrar los sistemas de compañías energéticas estadounidenses y robar información de personal de seguridad de ese país. Dadas las vulnerabilidades existentes, hoy eso se vuelve altamente factible.
No estamos hablando de las guerras del futuro sino del presente. La transferencia de situaciones de conflicto hacia ese otro reino, el virtual, con el objetivo de infligir el mayor daño posible, ya está ocurriendo y, por tanto, así como se está desarrollando conocimiento para ganar la ciberguerra, irá siendo hora de pensar en estrategias alternativas para la resolución de conflictos en esa otra esfera de enfrentamiento.
Twitter: @maurimm