Construir la confianza

Politicón
/ 2 abril 2018
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Formo parte de Méxicos Posibles. Un espacio paritario de diálogo en el que cerca de cien personas de distintas edades y de orígenes muy diversos, llevamos a cabo una reflexión compartida acerca de dónde está México y los escenarios posibles para 2030.

Quedamos muy satisfechos con el nivel de comunicación logrado y comprobamos que, a pesar de las diferencias, es posible hacer trabajo en común. La comunicación no es fácil cuando cada quién está en su mundo, con su propia agenda, con su propia visión de las cosas, considerando relevante sólo aquello que le afecta o en lo que tiene interés por razón de su trabajo diario.

La primera tarea de Méxicos Posibles fue facilitar el conocimiento del otro. Hablar con quién estaba sentado junto a ti, verlo a los ojos y descubrir lo que tenías en común; luego, hacer el mismo ejercicio en pequeños grupos para ir sumando visiones y experiencias que de personales se tornaron colectivas.

Los diferentes, nos reunimos en un plano de igualdad, más allá de los grados universitarios; del rango en el trabajo; del impacto en un medio de comunicación; de la posición en la jerarquía militar o religiosa. Todas las voces tenían que terminar valiendo lo mismo, porque, al inicio, había algunas más potentes que otras, no en función del tono, sino de su resonancia.

No es lo mismo haber tenido la oportunidad de que tu espacio haya sido el aula universitaria, o la cabina de radio o el foro empresarial, que haber ido alzando la voz poco a poco —o descubrir que la tenías— mientras limpiabas la cocina de una casa ajena; ponías orden en el cuarto de unos niños que no eran tus hijos o acomodabas productos, en su mayoría inaccesibles para ti, en la alacena o el refrigerador.

Después de escuchar a Marcelina o a Marilú en su lucha por la dignidad de las trabajadoras del hogar, nació la empatía y el convencimiento de que podíamos empezar a trabajar en algo concreto en lo que ya éramos capaces de incidir como grupo.

La experiencia nos mostró que sí es posible conocernos y reconocernos. Que los círculos en los que cotidianamente nos desenvolvemos pueden entrelazarse. Que sí es posible ver que hay mundo más allá de nuestro mundito. Que puedo ponerme realmente en tus zapatos y pasarte los míos para intercambiar perspectivas, esto es, que puedo, aunque sea por unos instantes, colocarme en tu lugar y enriquecer mi punto de vista. Que puedo pasarte mis anteojos y recibir los tuyos para que nos platiquemos después, cómo vemos lo que antes creíamos que era la realidad, nuestra realidad. Pero más que todo, ante la crisis de confianza, pedirte que la construyamos. No podemos llegar al México responsable del "todos ponen" sin la confianza mutua, sin confiar en nosotros y en los otros.

Ese México deseable es un lugar con espacio para todas y todos en el que es requisito indispensable el respeto mutuo. El ejercicio mostró, como escenarios posibles, el México que se mantiene en la inercia o en el pasmo pero también el peor: el México fallido.

Méxicos Posibles busca replicar la experiencia grupal reciente para compartirla con todos los que nos sentimos incómodos en este México desgarrado, adolorido, resentido e impotente porque estamos convencidos de que aún es posible rescatar al país entrañable en el que nacimos y crecimos: el de las raíces profundas, el solidario; y que esta tarea no podrá darse sin que seamos capaces primero, de hablarnos y de valorarnos sin excluir ni menospreciar a nadie.

Méxicos Posibles ha sido un laboratorio que demuestra que, con trabajo integrador y reflexivo, el proceso de transformación es posible y que hay maneras de potenciar los esfuerzos solitarios. No queremos más jóvenes en el fondo de las barrancas; los queremos en la cima con un mejor horizonte. Es posible.

Twitter: @leticia_bonifaz

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