Denuncias de acoso alcanzan a funcionario de cultura en Coahuila #MeTooSaltillo
Un funcionario de la Secretaría de Cultura quien aseguró que el hombre, de nombre de pila Pedro y quiene era su jefe directo, realizó por varios meses coqueteos y aproximaciones incómodas haciendo caso omiso de sus reiteradas negativas.
Luego de que esta casa editorial destapara los casos de violencia sexual en la UADEC, VANGUARDIA abrió un buzón de denuncias y a nuestra redacción se acercó una artista que decidió permanecer anónima y que trabajó como subordinada para un funcionario de la Secretaría de Cultura quien aseguró que el hombre, de nombre de pila Pedro y quiene era su jefe directo, realizó por varios meses coqueteos y aproximaciones incómodas haciendo caso omiso de sus reiteradas negativas.
En entrevista con este medio ella comentó que luego de haber aceptado el puesto, en mayo de 2018, al final de una jornada de trabajo él la invitó a cenar a un bar del centro de la ciudad y aceptó.
“Ahí habló acerca de que yo le gustaba mucho, pero que tenía conflictos internos sobre si me había contratado por eso, porque me quería ligar o por mi trabajo”, aseguró.
“Así quedó la situación. Posteriormente, en junio-julio, aproximadamente, salimos a comer porque era su cumpleaños y entonces insistió en el hecho de que yo le gustaba mucho y yo pues ‘no, gracias, estoy saliendo con alguien y no me interesa’. Fue insistente en que podía protegerme, podía darme lo que necesitara, para recorrer el mundo de las artes. Obviamente yo me negué y eso generó una situación de demasiada tensión en el trabajo”.
“Muy seguido me daba invitaciones, que porqué no quería ir a beber algo con él, y demás. Yo dejando muy en claro que no, que lo que me interesaba era el trabajo y en realidad pues la relación laboral, porque había una admiración laboral”.
“Casi todos los días de la semana era, ‘te llevo a tu casa’, esa insistencia de llevarme, de moverme, que fuéramos juntos a comer a tomar algo, estar en todos mis eventos aunque no se requiriera y pues me mandaba mensajes los fines de semana de ‘te extraño’ y eso a pesar de mi negativa fue algo que sucedió a lo largo de seis meses”.
“Yo creo, por mi manera de ser, no trascendió a nada, pero sí se dio la situación constante de querer estar en mi vida, de sentirse con la libertad de acercarse a mi vida personal con una insistencia en su enamoramiento por mi”.
Le preguntamos a la entrevistada si esta situación de acoso llegó a algo físico y aseguró que no, más allá de “su insistencia o darme un abrazo, siempre fue ‘de dame un abrazo’, Y yo le respondía ‘no gracias, estamos aquí, no necesito un abrazo, no me agrada’. El tipo de acoso fue mucho verbal y por mensajes de texto”. Esto llevó a afectar su desempeño y cuando comenzó a considerar la idea de renunciar (algo que ya hizo) nos contó que la actitud de Pedro cambió. “Se volvió frío y pues siempre estaba molesto conmigo. Estaba muy enojado y eventualmente según él, al final todo era por mi apoyo y crecimiento, ese era el argumento que dio todo el tiempo”.
“Fue muy curioso porque no fue una situación de así de ‘me atraes’, él lo manejaba como un enamoramiento”.
Asimismo también afectó su desempeño en el puesto porque “yo ya no tenía total confianza para expresarme. Porque no sabía qué cosas se iban a apoyar como ideas o propuestas y qué cosas simplemente me decía que sí porque era yo”.
“Aparte era el no querer verlo para evitar situaciones de que me quisiera dar un abrazo o hablar de eso. Mayormente fue eso, el sentirme coartada por sus emociones o supuestos sentimientos. Porque a final de cuentas si le dices que no a alguien es un no y el respeto debe existir. Ya será asunto (del agresor) lidiar con sus sentimientos y tú no tienes nada que ver en eso, sobre todo siendo una relación laboral jerárquica”, concluyó.