Entran en vigor en Brunéi leyes que castigan con lapidación la homosexualidad y el adulterio
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Pese a la condena internacional y el boicot a sus cadenas de hoteles, el país asiático implementa las leyes islámicas más extremas
BANGKOK, TAI.- La ejecución mediante la lapidación o la mutilación de extremidades son castigos basados en la ley islámica o sharía que entraron hoy en vigor en el sultanato de Brunéi, entre campañas de boicot y la condena de la comunidad internacional.
La reforma legislativa del Código penal supone consumar el giro conservador de esta nación musulmana del Sureste Asiático gobernada con puño de hierro por el sultán Hassanal Bolkiah, quien ejerce de máximo representante del islam en el país.
El nuevo Código Penal incluye la lapidación por "delitos homosexuales" y adulterio; la mutilación de la mano o el pie por robo; la pena capital por blasfemia, difamar el nombre del profeta Mahoma y la apostasía; y la flagelación por aborto, entre otras.
La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, señaló esta semana que la aplicación de estas leyes "supondría un serio retroceso de los derechos humanos en Brunéi".
Por su parte, Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch, declaró que "el nuevo Código Penal es brutal en su núcleo al imponer estos arcaicos métodos de castigo a actos que no deberían ser considerados crímenes".
El actor estadounidense George Clooney renovó, en una columna publicada por el medio Deadline, el boicot contra los hoteles de Brunéi, entre ellos el Beverly Hills en Los Ángeles, Plaza Athenee en París o Eden en Roma, una medida a la que se han sumado otros famosos, políticos y colectivos en favor de los derechos humanos.
"Cada vez que nos alojamos, reunimos o comemos en cualquiera de esos nueve hoteles, estamos dando dinero a los que eligen lapidar o pegar latigazos hasta la muerte de sus propios ciudadanos por ser gays o acusados de adulterio", escribió Clooney.
El llamado al boicot fue respaldado por el cantante británico Elton John.
La homosexualidad ya era ilegal en el sultanato, mientras el delito por vestir ropa clasificada como indecentes acarrea una pena de hasta 6 meses de cárcel, y el consumo del alcohol en lugares públicos se castiga con hasta los dos años de prisión.
Brunéi cuenta con un sistema jurídico doble que combina los tribunales civiles, basados en las leyes británicas, pues el sultanato fue protectorado británico hasta 1984, y las islámicas.