La “gran apuesta” empieza en educación básica: Aurelio Nuño

Nacional
/ 9 junio 2017

El titular de la SEP argumenta que la mala calidad en los niveles formativos lleva a la deserción en la enseñanza superior, en tanto que Graue llama a invertir más en ciencia

La educación de calidad permitirá al país triunfar en el siglo XXI, por lo que “es necesario consolidar un sistema robusto de innovación” en el nivel superior y alcanzar una buena conexión con la enseñanza básica, aseguró el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, durante su participación en MILENIO Foros.

Enumeró los retos de la educación superior, entre los que se encuentra llegar a 50 por ciento de cobertura,  pero con calidad; lograr mayor pertinencia con el mercado laboral y, sobre todo, mejorar la conexión del nivel básico con el superior; así como impulsar la investigación para alcanzar innovación de ciencia básica y aplicada.

Advirtió que “la buena educación superior depende de la enseñanza básica de calidad”, con lo que expresó: “Las universidades en nuestro país hacen la investigación y esa es una parte fundamental. Si México quiere triunfar en el siglo XXI no nos podemos hacer bolas: una educación de calidad y un sistema robusto de innovación es algo que le va a permitir a la nación triunfar en este siglo”.

Al participar en el foro ¿Estamos educando para conseguir empleo? Nuño admitió que en este sexenio se registraron avances en la cobertura de educación superior, al pasar en el inicio de la administración de 32 por ciento a 37 por ciento en este año, no obstante reconoció que es insuficiente.

Durante su intervención en el Panel 1 Educación para el Empleo —en el que también participó el rector de la UNAM, Enrique Graue—, el titular de la SEP insistió en que la productividad pasa por mayor innovación y pertinencia en los planes y programas de estudio, entre otros, a fin de que los jóvenes tengan empleo antes de egresar.

“La buena educación superior empieza con una buena enseñanza básica, por lo que debemos tener una conexión lógica desde el preescolar hasta la educación superior y, por supuesto, los posgrados y la orientación científica y tecnológica del país para que realmente podamos entrar de lleno a la economía del conocimiento, que es lo que necesitamos en el siglo XXI”, argumentó.

Expuso que muchos de los motivos de la deserción escolar en el nivel superior, que rebasa  20 por ciento, tiene que ver con la deficiencia en la formación básica, por lo que “la gran apuesta empieza en ese nivel educativo”.

Nuño dijo que se trata de un fenómeno complejo, en el cual  intervienen muchos factores,  entre el que se encuentra el que los jóvenes abandonen el estudio para trabajar, pero también sucede por la mala calidad en el nivel básico.

Destacó que los egresados de las universidades tecnológicas y politécnicas, así como de los institutos del Tecnológico Nacional de México encuentran empleo al primer semestre de haber egresado.

Por su parte, el rector de la UNAM abrió el debate de MILENIO Foros con el argumento de que las universidades no sólo educan para el empleo, por lo que dijo: “No hay que verlo tan técnico, no podría ser así”. Puso como ejemplo que no en todos los casos un estudiante encuentra empleo de la carrera que estudió.

Llamó a invertir más en ciencia y tecnología, porque de otra forma “difícilmente podremos ser el país productivo y competitivo que queremos ser”, con lo que se requiere alcanzar el uno por ciento del producto interno bruto.

No obstante, agregó que las universidades de educación superior “tomamos en cuenta lo que el mercado laboral demanda,  con lo que ya se avanza en la construcción de una escuela de ciencias de la tierra y energías, porque es un proceso del futuro.

“Educamos para desarrollar al país y ahí está plenamente demostrado que la inversión que se hace en educación va directamente al producto interno bruto”, al insistir que se educa para que las personas “sepan convivir, aprender a aprender, para que sepan desarrollarse por sí mismos, y para que sean innovadores”, mencionó .

“Hay mucho más complejidad que la parte técnica, por supuesto que es importante la relación con la industria”, remarcó al mencionar que la educación superior  privada es bienvenida en el país, la cual solo acapara 29 por ciento de la matrícula, contra 71 por ciento que capta la educación pública.

El director general editorial de MILENIO, Carlos Marín, cuestionó que en el estado de Chiapas solo exista un especialista en nefrología, a la vez que en la Ciudad de México, por más de dos años y medio, ha tenido abiertas más de 200 plazas para médicos especialistas; debido a esto, criticó la falta de políticas institucionales públicas y privadas que promuevan la difusión para el estudio en las áreas en las que sí hay empleos.

Nuño admitió que sí hay disparidad de género en diversas carreras por prejuicios desde la educación básica, con lo que se generan roles de lo que debe estudiar un hombre y una mujer. Ante esto, destacó que esto es uno de los aspectos que tratará de modificarse con el nuevo modelo educativo.

Graue reconoció que hay inequidad de especialidades, al ejemplificar que en el corto plazo habrá déficit de médicos geriatras, porque actualmente hay unos 300 para alrededor de unos 15 millones personas de más de 60 años.

En tanto que en el corto plazo habrá un excedente de pediatras, ante el envejecimiento de la población, por lo que el tema de las especialidades es muy complejo.

Verónica Zavala, representante del BID en México, afirmó que no existe equidad de género, en carreras relacionadas con las ingenierías. El rector de la Universidad del Valle de México, Bernardo González, mencionó que en el país hay déficit de un millón 400 mil ingenieros técnicos.

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