Los gays ¿nacen o se hacen?: implicaciones socioculturales y religiosas
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Aunque son pocos los científicos que rechazan el papel de la cultura en la orientación sexual, hay pruebas de que la biología (e incluso la genética) juegan un papel fundamental en la ecuación
En la historia de la humanidad se han realizado más preguntas que respuestas, algunas muy simples y prácticas, que con loable observación, experimentación y comprobación, se pueden desvelar las incógnitas más técnicas y teóricas de la existencia misma.
No obstante, aún quedan en el aire algunas preguntas sumamente filosóficas acerca de la vida en el universo: ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué hay después de la muerte? Etc...
Ahora nos enfocaremos en un tópico no tan filosófico, pero sí muy importante y ¿por qué no? Polémico: Los homosexuales ¿nacen o se hacen?
Es muy importante ir aclarando ciertos puntos para poder llegar a una conclusión y a un fin conveniente para todos en la sociedad, pues hay que considerar que la diversidad se hace presente no solo en colores de piel, creencias religiosas, gustos y tradiciones, sino también por orientaciones sexuales, identidades de género, preferencias, etc.
¿QUÉ ES LA HOMOSEXUALIDAD?
Es una atracción romántica, atracción sexual o comportamiento sexual entre miembros del mismo sexo o género. Como orientación sexual, la homosexualidad es "un patrón duradero de atracción emocional, romántica y/o sexual" hacia personas del mismo sexo. "También se refiere al sentido de identidad basado en esas atracciones, los comportamientos relacionados, y la pertenencia a una comunidad que comparte esas atracciones". (Wikipedia)
Los gays ¿de qué planeta vienen?
Un punto de vista muy popular entre conservadores, tradicionalistas y religiosos, es que la homosexualidad es una elección con cierto nivel pecaminoso, inmoral o insustentable por la naturaleza y su intrincesidad; peor aún, algunos conservadores de corrientes de la extremoderecha, creen que es un mal que no solo debería mantenerse tras el telón, sino erradicarse poco a poco y sutilmente de la lista de prioridades en cuanto a políticas de derechos humanos internacionales se refiere.
Lo que para la mayoría no es un secreto, es que cerca del 95% de los hombres homosexuales y las mujeres lesbianas, su orientación está fijada desde que tienen uso de razón, desde pequeños, de tal manera que desde los años sesenta la comunidad LGBT+ ha luchado por hacerse notar ante un sistema mundial que opacaba su visibilidad y les segregaba de las sociedades moralmente ‘aprobadas’.
En materia de derecho, en México cada vez se avanza más hacia la inclusión de la diversidad sexual como figuras civiles con las mismas garantías que cualquier otra persona heterosexual; se están aprobando matrimonios igualitarios en la mayoría de los estados de la república, así como también créditos a la vivienda, seguridad social, entre otros.
Entonces ¿los gays nacen o se hacen? La importancia de comprender que la homosexualidad es un tema multicausal es primordial para abrir el amplio esquema de la comprensión acerca de la diversidad sexual, en especial, de la homosexualidad.
Aunque son pocos los científicos que rechazan el papel de la cultura en la orientación sexual, hay pruebas de que la biología (e incluso la genética) juegan un papel fundamental en la ecuación; los gemelos monocigóticos tienen más probabilidades de compartir su orientación sexual, en comparación con los gemelos dicigóticos, lo que representa un signo de la posible función de los genes.
En 1993, Dean Hamer pone en relación la región genética Xq28 con la homosexualidad masculina. Hamer sugirió que la región Xq28 podía influir en la homosexualidad masculina. No era precisamente un ‘gen gay, ya que algunos hombres que poseen los alelos supuestamente codificadores de la homosexualidad son heterosexuales, y viceversa. Sin embargo, podría indicar una predisposición a la homosexualidad, quizás actuando en conjunto con otros elementos genéticos y/o ambientales.
Desde una perspectiva darwiniana, la homosexualidad es un completo atentado contra los intereses evolutivos. Entonces ¿cómo se podría justificar en este sentido, que la homosexualidad es parte de un ‘plan’ irónico darwiniano?
La respuesta está en el efecto que estos genes inducen sobre las mujeres. Si apareciera una mutación que incrementara la fertilidad femenina, de manera que las mujeres que la heredaran tuvieran más hijos, esta mutación prosperaría, aunque en los hombres diera lugar al efecto contrario. Apoyo esta hipótesis los resultados obtenidos por Andrea Camperio-Ciani, de la Universidad de Padua, quien en 2004 investigó los clanes familiares de 98 hombres homosexuales y de 100 hombres heterosexuales. Este investigador observó que los familiares femeninos de los homosexuales eran significativamente más fértiles de lo habitual. Las madres de los hombres homosexuales tenían un promedio de 2,69 hijos, en comparación con el promedio de 2.32 correspondiente a las madres de hombres heterosexuales.
Entre más hermanos mayores tengas, mayor probabilidad de que seas gay. Es concebible que, en las familias grandes, con muchos hijos, los intereses egoístas de los genes pudieran tener más éxito si los hermanos menores no participaran en la competencia por las mujeres.
Ray Blanchard de la Universidad de Toronto, ha demostrado concluyentemente el hecho de que los hombres con más hermanos mayores tienen más probabilidad de ser homosexuales. El efecto del orden de nacimiento no se aplica a los niños con hermanos mayores adoptados o hermanastros, lo que sugiere que el elemento responsable está relacionado con la biología, más que con las circunstancias familiares. También está el elemento correspondiente a los dedos anulares: los hombres y las mujeres homosexuales tienden a tener dedos anulares largos, lo que constituye un signo de exposición prenatal a concentraciones elevadas de testosterona.
El sistema inmunitario de la madre reacciona siempre contra el feto que se ha instalado en su útero, dado que es genéticamente extraño. Si tenemos en cuente que los hombres poseen un cromosoma Y, lo que no ocurre con sus madres, esta respuesta de rechazo es más intensa cuando el feto es de sexo masculino y puede aumentar progresivamente con cada embarazo. Este mecanismo puede influir notablemente en los perfiles hormonales y también en el desarrollo sexual del cerebro del individuo.
La percepción sobre el fenómeno de la homosexualidad comenzó a cambiar en el año 1973, año en el que la Asociación Americana de Psiquiatría decidió quitar de su “Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales” a la homosexualidad como una enfermedad mental. A partir de entonces, la asociación se pronunció en contra de todas las legislaciones y acciones que fueran discriminatorias.
Este suceso sirvió como propulsor para el posicionamiento público de grupos y colectivos que venían trabajando en la lucha contra la discriminación y segregación de gays y lesbianas. Estas reivindicaciones siguieron su curso a favor de los derechos de las personas homosexuales y de la igualdad de todos los seres humanos. Finalmente, el 17 de mayo del año 1990 la OMS retiro a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.
DATO INTERESANTE: Bruce Bagemihl, de la Universidad de Columbia Británica, ha demostrado que la actividad sexual con individuos del mismo sexo se da en al menos 1.500 especies animales y ha sido bien documentada en más de 450. Los hombres y las mujeres homosexuales no tienen que temer respecto a este campo de la investigación. Su sexualidad no es un trastorno ni tampoco una elección, sino un aspecto de la variación humana normal.
En síntesis: La biología influye en cualquier aspecto de la vida humana, incluyendo la sexualidad.
‘Yo respeto a los gays… peeerooo…’ Actualmente, en todo el mundo se siguen lanzando campañas de discriminación y segregación contra la comunidad LGBT+ y en algunos países incluso es condenada la práctica de dicha orientación con años de cárcel y en el peor de los casos, con pena de muerte.
Muchos de los radicales homófobos justifican sus actos con su interpretación del credo practicado, transmitido por su ascendencia y posiblemente, heredado a su descendencia.
En México, decenas de políticos, medios informativos, personajes de farándula, deportistas y asociaciones civiles conservadoras, han gritado a los cuatro vientos su postura contra la libertad que se ejerce por parte de la comunidad LGBT+ en el país, apelando usualmente a motivos moralistas basados en teología, y fortalecidos por el escatológico discurso de líderes eclesiásticos que interpretan, entre muchos otros libros sagrados, la Biblia a su manera.
¿Dios odia al homosexual, a la homosexualidad o a ninguno de los dos? “Lo dice la Biblia“, repiten quienes se oponen a la existencia de las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans (LGBT) con argumentos religiosos.
“¡Pecadores!“, “¡se irán al infierno!” y “¡Dios no ama la homosexualidad!“, señalan algunos líderes religiosos convencidos de que las personas LGBT no son parte del plan de Dios (para quienes son creyentes).
Aseguran que deben “cambiar” su orientación sexual o identidad de género si quieren “salvarse”.
Para sustentar su idea, citan pasajes del Génesis, Romanos, Corintios, Timoteo, Deuteronomio, Reyes y Levítico, entre otros textos bíblicos.
Para empezar, aquellos líderes olvidan que estos escritos fueron elaborados en un contexto social, histórico y cultural particular, muy diferente al actual. Para la muestra, el último texto del Nuevo Testamento fue escrito hacia el año 100 después de Cristo.
Según Hugo Córdova, doctor en Estudios Interdisciplinarios en Migración, Etnicidad y Religión e integrante del Grupo de Estudios Multidisciplinarios sobre Religión e Incidencia Pública (GEMRIP), usar los escritos bíblicos ignorando su contexto es hacer una mala interpretación de estos.
De hecho, citar versículos sueltos mezclando el nuevo con el antiguo testamento, se ha convertido en una fórmula para decir que Dios condena la diversidad sexual y de género, cuando los creyentes tienen claro que la palabra de Dios es una palabra viva que se ajusta a cada momento histórico.
DESCONOCER QUE LOS TEXTOS BÍBLICOS TIENEN UN CONTEXTO ES UNA MANERA DE MANIPULARLOS PARA HACER CREER QUE DIOS CONDENA A LAS PERSONAS LGBT.
“Esta práctica no es nueva. Por quedarse en una interpretación literal de la Biblia, hace 200 años fue usada para justificar la esclavitud“, explica Juan Fonseca, licenciado y magister en Historia e investigador sobre minorías religiosas en Perú.
En efecto, no tiene sentido imaginar que un libro sagrado como este fue escrito con la intención de oprimir a unas personas. “¿Qué está pasando, entonces, con sus interpretaciones?“, pregunta Fonseca.
Pero ¿y Sodoma y Gomorra?
Se refieren al pasaje bíblico que relata cuando Lot recibió a unos huéspedes y los ciudadanos de Sodoma querían tener relaciones sexuales con ellos. En ninguna parte se habla de una relación consentida entre dos personas del mismo sexo sino de abuso sexual que es algo muy distinto.
“Ese texto describe un intento de violación, algo abominable en Israel como en todos los pueblos semitas porque el huésped era un ser sagrado. Entonces, lo que Dios castiga ahí es el intento de maltrato a esos huéspedes“, señala el padre Múnera.
Lo que Dios reprueba en este pasaje es el irrespeto del pueblo judío con los ángeles que los visitaban. Se trató de un castigo sobre Sodoma y Gomorra por no cumplir con los mandatos de amparar y proteger a los extranjeros.
EN LA BIBLIA HAY ALREDEDOR DE 48 REFERENCIAS A “SODOMA Y GOMORRA” DONDE SE HABLA DE OPRESIÓN, INJUSTICIA E IDOLATRÍA, EN NINGÚN CASO DE “HOMOSEXUALIDAD”.
“Eso sí, nadie se rasga las vestiduras por la afirmación que hace Lot en este texto: no hagan nada con estos huéspedes, les entrego a mis hijas para que hagan lo que quieran con ellas”, añade Ramírez.
Según Córdova, en ningún momento –hasta la Edad Media europea– este texto del Génesis fue asociado con diversidad sexual. “Fue en el siglo XII que un erudito cristiano, Pedro Damián, escribió un libro en el que, por primera vez, se asoció el deseo por personas del mismo sexo con el castigo divino relatado en el Génesis“.
Ese momento, agrega Córdova, coincidió con una creciente intolerancia en la Europa medieval contra las personas hoy llamadas “LGBT”, la comunidad judía y contra quienes ejercían la prostitución.
Así, a partir del siglo XII, la palabra “sodomía” pasó a ser un “pecado” y quienes tenían relaciones con personas del mismo sexo comenzaron a ser perseguidas.
Una vez superada la discusión sobre lo que en realidad se castiga en el texto de “Sodoma y Gomorra”, algunos líderes religiosos acuden a otros textos bíblicos, específicamente a un pasaje del Levítico que cataloga de “abominación” que dos hombres se acuesten.
“Lo primero es entender que el Levítico reúne las reglas sacerdotales de la tribu de Levi: los levitas. Y una de las razones por la que dos hombres no podían tener actividad sexual era por la obligación del pueblo hebreo de tener descendencia“, señala Andrés Gioeni, exsacerdote católico.
De hecho, agrega, para preservar la raza hebrea, también prohibían los matrimonios interraciales.
Lo que se condenaba, entonces, no era que dos personas tuvieran una relación afectiva, sino las prácticas rituales no aprobadas por la religión de Israel.
“La prohibición está relacionada con prácticas religiosas que fueron consideradas ‘idolátricas’ por la religión de Israel y que no debían ser permitidas“, señala Hugo Córdova en el texto 12 mitos acerca de las religiones y la diversidad sexual.
Ahora, la mención del Levítico de “no se eche varón con varón” forma parte de una larga lista de mandatos. Es más, de ajustarse a las cerca de 1.500 leyes allí propuestas, hoy podrían tenerse esclavos, estaría prohibido cortarse el pelo, una mujer después de haber dado a luz sería considerada impura y otra serie de normas que no tienen vigencia.
“¿Por qué darle prioridad a esa mención desconociendo las otras? ¿Por qué hacer una lectura selectiva de este libro? ¿Por qué si hoy todas esas normas las pasamos por alto con la certeza de que son prescripciones antiguas, ese pasaje no?“, pregunta Gioeni.
Es entonces cuando hay quienes dicen que varios textos del Nuevo Testamento, hablan de que “los afeminados no entrarán al reino de los cielos”, pero la palabra “afeminado” se refiere en ese contexto a personas incapaces de comprometerse con la justicia.
“Tanto la Biblia Hebrea o Antiguo Testamento como la Biblia Cristiana o Nuevo testamento no condenan la diversidad sexual. No existe ningún texto sagrado en ninguna religión que de manera explícita condene la relación entre dos personas del mismo sexo basada en el respeto mutuo“, señala Córdova.
En realidad, el problema es más de fondo y no solamente con las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo: muchas iglesias se oponen a todas las formas de sexualidad que no conduzcan a la procreación.
De ahí que se resistan al uso de métodos anticonceptivos y a la masturbación cuando la sexualidad también es recreativa.
“PARA MUCHAS RELIGIONES ES TAN PECADOR QUIEN TIENE RELACIONES SEXUALES CON SU ESPOSA CON PRESERVATIVO COMO QUIEN LO TIENE CON SU PAREJA DEL MISMO SEXO”, FIDEL MAURICIO RAMÍREZ.
El asunto es que condenar las relaciones entre personas del mismo sexo malinterpretando pasajes bíblicos es la manera que algunos grupos religiosos encontraron de legitimar sus intenciones políticas.
Son sectores que, incluso, han acudido al lenguaje de quienes realmente han sido víctimas para hablar de “cristianofobia” o de “activismo pro-heterosexual”.
CONCLUSIÓN: Tal parece que, aunque lentamente, el mundo avanza en tema de derechos humanos. Cabe resaltar que la información aquí reunida, son datos de investigaciones científicas a lo largo de la historia moderna de la ciencia y la genética, así como opiniones de reconocidos e importantes figuras en el mundo de la historia de las religiones, antropología, cultura y activismo político, nada tiene que ver con lo que algunos grupos conservadores llaman ‘agenda gay’ o ‘lobby gay’, tal cuestión es una forma de discriminación hacia un grupo vulnerado por políticas discriminatorias y de segregación a lo largo de la historia mundial.
Es muy importante tener en cuenta que cada opinión, por más homófoba que suene, es responsabilidad de la persona o grupo que la emite, así que es sumo menester considerar las repercusiones sociales que las anteriores pueden ejercer en las futuras generaciones. Las preguntas son: ‘¿estamos llenando de odio y discriminación a nuestros hijos?’, ‘¿O estamos informándoles acerca de que el mundo es más vasto de lo que nuestra mente ha estado captando?’ No solo en temas de diversidad sexual, sino también de inclusión a otras formas de creer, pensar, amar, actuar y ser, siempre que no se dañe o afecte los derechos de otras personas.
¿El homosexual nace o se hace? La homosexualidad es un tema multicausal, por lo tanto debemos considerar inevitablemente, cuestiones genéticas, gestacionales y ambientales. Creer que un homosexual decide serlo, es una falacia que puede dañar la percepción de otras personas en cuanto a la comunidad LGBT+. La homosexualidad no es una elección como ya vimos, solo es una variante más de la gran existencia de la vida misma, y no tiene nada que ver con ser superiores o inferiores, solo ser uno más en este hermoso hogar de todos al que llamamos planeta Tierra.
Con información y/o textos de sentiido.com y '50 cosas que hay que saber sobre genética' (Mark Henderson)