Miles desconocen si son portadores, denuncian rezago en pruebas COVID-19
Médicos acusan corrupción en Centro de Investigación de Occidente del IMSS, lo que ha frenado la entrega de resultados
CDMX.- Especialistas del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO), del IMSS, alertaron que al menos tres mil personas de seis estados que se hicieron la prueba del COVID-19 no han recibido sus resultados y circulan libremente sin saber si son portadores del virus, lo que los convierte en un peligro potencial.
Los médicos acusaron que el rezago en las pruebas del laboratorio referencia con sede en Guadalajara, pero que impacta en los estados de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Aguascalientes y Jalisco, se debe a que una coordinadora de proyecto, que desde hace 14 años se “apoderó” de la administración del CIBO, suspendió los turnos extra en dos ocasiones y se ha negado a contratar personal.
De acuerdo con los doctores, Sarah Elya Martínez González también tiene antecedentes de hacer mal uso de los recursos del laboratorio y recibe moches a cambio de beneficiar a proveedores a la hora de ejercer los recursos del centro.
Al menos tres mil personas que se sometieron a una prueba para detectar si están infectadas de COVID-19 circulan por seis estados del país –Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Aguascalientes y Jalisco–, sin saber si son o no portadores del virus, denunciaron médicos del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
A los especialistas les preocupa el rezago en la entrega de resultados de las pruebas diagnósticas con PCR de COVID-19 por varias razones, como la incertidumbre que causa entre quienes se hicieron el examen y desconocen qué pasó y, por un asunto de salud pública, les aterra que el aerosol que emanan esos pacientes sea un “peligro potencial” de transmisión del virus ya que están en periodo de ventana.
“Además, entre las muestras hay de pacientes que están en terapia intensiva, intubada y si llegan a fallecer, el atraso del resultado impide que el cuerpo sea entregado a la familia o a una funeraria, pues si el fallecido está intubado y tiene sospechas de infección de COVID-19, el cuerpo no se entrega hasta que se tenga el resultado”.
El rezago en la entrega de pruebas COVID-19 que tiene ese laboratorio de referencia, con sede en Guadalajara, Jalisco, se debe a la “actitud negligente” de Sarah Elya Martínez González, una técnico en investigación nivel 49, con nombramiento de coordinadora de proyecto, que desde hace 14 años se “apoderó” de la administración del CIBO, acusaron los médicos.
De acuerdo con la denuncia, el rezago se debe a dos hechos fundamentales. Uno, porque entre abril y junio Martínez González suspendió en dos ocasiones los turnos extra de los especialistas. En el primero argumentó que se la había acabado el presupuesto.
La más reciente ocurrió entre el miércoles 16 y el domingo 20 de junio. Los médicos denunciantes dijeron que este hecho fue conocido por la delegada del IMSS en Jalisco, Edith Bermúdez Alonzo. Incluso que se le informó al director de Prestaciones Médicas del Seguro Social, Víctor Hugo Borja Aburto, pero no tuvo consecuencias.
El otro punto que ocasionó el rezago en el trabajo del CIBO, es que Martínez González se ha negado a contratar personal para poder cubrir la demanda de especialistas, no obstante que fue autorizada para hacer ese trámite.
El laboratorio que atiende los casos epidemiológicos regularmente trabaja con cuatro médicos; y los que se requieren para cubrir la demanda por la crisis sanitaria debe ser de 15. La autorización para su contratación fue hecha bajo el concepto 37 (tiempo extra), es decir que personal de otras áreas pueda trabajar temporalmente en el tema del COVID-19.